—Solo aprovechamos el momento— Daddy se detiene y se levanta.

Papi me ayuda a sentarme y colocarme la sudadera, besa mis labios y me toma en sus brazos. Los tres salimos de la habitación para ir hacia la alberca que está afuera de la casa, allí se encuentran los demás con sus trajes de baño. Veo a las chicas con sus bikinis, ellas no se ven apenadas en estar así y en cambio yo ando muriéndome de vergüenza porque creo que se ve la parte de abajo de mi bikini y un poco de mi trasero. Papi me deja sentada en una silla, ellos se sientan a mis lados y veo como las chicas juegan en la piscina divirtiéndose entre ellas.

—Mi amor, cuando quieras entrar al agua nos avisa y te quitamos la sudadera— Daddy besa mi frente.

—¿Daddy podemos comer algo?— Muevo mis pies al no tocar el suelo.

—¿Qué te gustaría?—

—Snacks, mucho, que sean muy salados— Muerdo mi labio de solo imaginarlos.

—Has estado muy caprichosa con la comida, mi amor—

Hago puchero —Solo quiero comer eso Daddy, como bocadillo ¿Shi?— Trato de sonar lo más adorable posible para convérselo.

—Bien amor, pero no ahora—

—Bueno— Suspiro derrotada.

Regreso mi vista a las chicas que aun juegan entre ellas. Sus Daddys están en unas sillas a nuestro alrededor viéndolas con una sonrisa. Mi Papi me sienta en sus piernas para colocarme bloqueador solar, está haciendo mucho sol y Papi dice que debo cuidar mi piel. Me sentía muy caliente por la sudadera, aun no estoy muy cómoda que digamos, pero me estoy sintiendo sofocada.

—¿Qué le sucede a la linda Melody?— Pregunta Daddy Dorian.

—¡Daddy!— Grita Sam —Yo soy tu linda—

Dorian rueda los ojos con una sonrisa —Si amor, solo tu—

Papi ríe —Bueno, respondiendo a tu pregunta, Melody amaneció muy caprichosa—

—Nos dimos cuenta en el desayuno, solo quería ese cereal a como dé lugar— Dice David.

—Es que está acostumbrada a comer cereal en el desayuno y por mala suerte aquí no está su favorito— Daddy me defiende —Tuvimos que darnos cuenta de eso antes de venir—

—Ya saben para la próxima, Cindy es igual con su yogurt de fresas, no puede desayunar sin esa cosa y cuando no hay se vuelve realmente malcriada por todo el dia— Marcos rueda los ojos.

—Tenemos unas Babys muy mimadas— Todos asienten a lo que dice mi Daddy.

—Aun puedo escucharlos, Daddys— Los miro mal.

—Hey nena, quita esa mirada— Me reprende mi Daddy con voz dura y fuerte.

Siento mis ojos humedecerse, nunca antes me habían reprendido —Daddy... — No aguanto y empiezo a llorar fuerte.

—Oh Oh— Dicen al mismo tiempo David, Marcos y Dorian.

—Melody, no era para que lloraras— Daddy me levanta de las piernas de Papi y me sienta en la suya —Para ahora antes de que sea peor—

Sus palabras agrandan más mi llanto. Ellos me miran molesto por mi llanto, pero no me entienden es mi primera vez siendo reprendida, siempre soy una niña buena pero esta vez no sé qué me sucede, pero me siento sensible. Cada vez me acostumbro más a esta vida que ya me sale natural.

Las chicas salen de la piscina para ir rápidamente conmigo y abrazarme. Ellas también lloran, acarician mi cabello haciendo que me calmara, pero no funcionaba. Los Daddys de las chicas la alejaron de mí, mis Daddys me agarran y me miran con aun más enojo de lo que estaban.

—Deja de llorar, Melody, no es razón para que lo hagas— Dice Papi.

—Pero Papi...— Trato de hablar con normalidad sin lograrlo.

—Pero nada, Melody Roberts—

Mis labios tiemblan al oír mi nombre completo, ya no hay dulzura en su voz ni en su mirada. Me quito sus agarres y salgo corriendo a la habitación, al llegar me lanzo en la cama a llorar más fuerte. No sé qué me sucede, me siento sensible y ¿Caprichosa? Esa pueda ser la palabra para describirme en estos momentos. Puede que me esté volviendo una malcriada, hoy me levante muy sensible, odie el desayuno, odio mi bikini y odio que mis Daddys me reprendan y me hable con voz dura y fría.

La puerta se abre y se cierra en un portazo, se escuchan pasos. Me escondo en las mantas enrollándome en ellas para que no me vean, pero se me es quitado rápidamente. Me sientan, quitan la sudadera y luego el bikini dejándome sin nada. Aún estoy con un mar de lágrimas y con los ojos bien cerrados para no verlos.

—Ya basta con tu berrinche, Melody, no te hicimos nada para que te pusieras de esta manera— Daddy me coloca en sus piernas boca abajo con el trasero en pompa —No puedes comportarte de esta manera sin razón y mucho menos llorar como si alguien te fuera lastimado— Pasa su mano por todo mi trasero.

—¡Daddy! ¡Daddy no!— Pataleo para que me soltara pero solo hago que me sujete fuerte.

—Silencio, Melody. Quiero que las cuentes— Daddy deja caer el primer azoto.

Para no molestarlo más conté cada una de los quinces azotes que Daddy me dio, mi colita duele y pica. Daddy me da pequeños masajes al terminar y Papi le acerca una crema para echarme. Mis mejillas están complemente mojadas, mis lágrimas no dejan de salir y con el dolor que traigo en mi trasero más mi llanto.

—Ay Daddy, me duele— Hipo.

—Esto es para que aprendas, no debes comportarte de esa manera con tus Daddys, ellos solo quieren verte feliz pero hoy tuvimos demasiado contigo. Primero el desayuno, luego tu traje de baño y ahora tu llanto sin razón—

Papi me carga con cuidado y acaricia mi espalda desnuda —No siempre podemos hacer lo que quieras, debes entender y aprender a comportarte y aceptar lo que hay, no siempre podemos complacerte, cariño. Debes entenderlo porque aun siendo nuestra Baby no siempre podemos darte lo que quieras y dejar pasar estos berrinches—

—Lo siento, Daddys. Melody es una niña mala, muy mala—

—Melody es una niña que esta aun aprendiendo y por eso estamos nosotros para enseñarle— Papi acomoda mi cabello y seca mis mejillas con un pañuelo.

—Deja de consentirla, no merece ese trato después de su castigo— Dice Daddy aun con su tono frio.

—Ya tuvo su castigo, así que déjala—

—Así nunca aprenderá— Daddy me baja de los brazos de Papi y me lleva a una esquina —Sin moverte por veinte minutos, nena— Palmea mi trasero aun adolorido y descubierto —Y sin peros, has sido muy mala en todo el día— Besa mi hombro y se aleja de mí.

Aun con hipo me quedo mirando a la pared. Ya sé quién es el de los castigos y quien es el de los mimos, Daddy es muy fuerte castigando y no me gustaría volver a comportarme mal y recibir esta clase de castigo, no me gusta para nada.

Mis Dos DaddysWhere stories live. Discover now