Me metí con tu mejor amiga, no te quiero más. Podés quedarte con la casa y el auto no me importa-dijo tomando mi mano
Sos un asqueroso, no me importa lo material Exequiel, tiraste 7 años de relación a la mierda por la trola de Sofia-respondi soltándome
Salí rápidamente del restaurante en el que estábamos y me subí al auto, yéndome a la casa que antes compartia con Exequiel. El clima de Londres no ayudaba mucho a como me sentía quería llorar, gritar y desahogarme todo lo que pudiera. Al llegar bajé del auto y entré a casa donde me recibió Coco, mi labrador de tan solo 6 meses.
Hola Coquito-sonrei acariciandolo-Mamá se siente mal, querés ir al patio?-pregunté y el movió su colita feliz
Abrí la puerta corrediza y Coco salió a jugar, la cerré dejando que mi pequeño disfrutara y subí a la pieza. Donde el sentimiento me invadió al sentir el olor de su perfume, sabia que el llegaría por sus cosas así que me adelante y guarde cada una en sus valijas y las dejé en la entrada. Al subir de nuevo lágrimas empezaron a salir involuntariamente.
Mi teléfono empezó a sonar al voltear vi un "Exe ❤️" en la pantalla, ignoré la llamada y millones de mensajes empezaron a llegar.
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Ignoré cada uno de los mensajes y seguí llorando, el decidió mandar 7 años de relación a la mierda por meterse con "mi mejor amiga" y ahora viene a pedirme perdón. Siempre me sentí insuficiente para él, en los ultimos 5 meses dejó de valorar todo lo que hice por y para él, no pasaba en casa, llegaba a altas horas de la noche y siempre era con olor a perfume de mujer el cual siempre reconocía. Nunca quise ver la realidad a pesar de que la vida me dio varias señales tanto así que me encontré una tanga en el auto de él, pero lo amaba tanto que decidí ponerme la venda de nuevo.
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Me estaba matando lentamente recordando todo lo que vivimos, leyendo chats, viendo fotos y todo eso. Mi llanto era tan incontrolable que empecé a ahogarme con él, haciendo que mi respiración se fuera entrecortando y empiece a temblar. Mi teléfono seguía sonando pero no atendí porque sabía que era Exequiel. De un momento a otro la puerta de mi pieza se abrió dejándome ver a mi sobrina que cuando vio mi estado lo único que salió de su boca fue "Mamá!" en un grito desesperado, su hermano que venía atrás de ella salió corriendo en busca de sus padres.
Tranquila Tía, estamos aquí-Victoria me abrazó y lloré más
A pesar de tan solo tener 9 años Victoria era muy inteligente, y sé los pensamiento que pudo haber tenido al ver millones de pastillas regadas por toda mi cama. Mi hermana y su esposo llegaron corriendo, al parecer su hijo les había contado como me encontraba, Camila se quedó estática mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas y Leandro se acercó a abrazarme sin pensarlo acariciando mi cabeza mientras me hacía contar sus latidos para calmarme.
