Su caminar era característico, el leve meneo de sus caderas era sin duda maravilloso, varios al verlo se perdían admirandolo, veían cínicamente cada detalle de su cuerpo.
Su aroma era delicioso, hechizante, empalagoso, embriagante.
Un olor tan dulce como exquisito, la encantadora combinación del almizcle y la miel, sin duda, una fragancia perfecta.
El omega no veía a nadie, no le gustaba perder el tiempo en esos "perdedores hormonales"—-así los denominaba—, sentía asco al notar los aromas de excitación prominentes de alfas y omegas urgidos. Sin embargo, adoraba provocar, dejarlos hambrientos de él y que luego se den cuenta que alguien tan ardiente como su persona, no estaba al alcance de simples mortales que buscaban meterse entre sus piernas.
Deshizo los primeros tres botones de su camisa lentamente; acarició con descaro su cuello; paso su lengua por su labio inferior y llevo una paleta de fresa a su boca.
Varios suspiros llegaron a su oído y sonrió ladino.
Seguía caminando por el largo pasillo como si de una pasarela de alta costura se tratase y se detuvo al observar a su presa, justo al final estaba el alfa que deseaba más que a nadie.
Min Yoongi.
Ahora un leve suspiro salió de sus labios, varios recuerdos aparecieron en su memoria lo que le hizo sonreír por segunda ocasión esa mañana.
Tomó su teléfono, texteo rápidamente y se desvío por otro pasillo, dónde no había nadie y era aterrador por la natural oscuridad que lo abrazaba y el frío por la ausencia del sol.
Min Yoongi reía junto a sus dos únicos amigos al final del pasillo, hablaban de varias tonterías y tareas por entregar.
Su tranquilidad se vio perturbada por un grupo de alfas que empujaron a uno de sus amigos.
—Mierda Jung, deja de estorbar.—soltó grosero y riendo el alfa que lo empujó.
Hoseok solo se levantó y bajo la mirada; odiaba meterse en problemas, además, al lado de aquel imbécil estaba el omega que lo hacía perder la cabeza, abrazando a ese troglodita, como si su vida dependiera de ello.
—Bogum, para con eso.—intervino Taehyung irritado, odiaba que siempre moleste a Hoseok.
—¿Acaso te compadeces de este idiota? —Indagó molesto.
—No, pero tengo clase y no pienso llegar tarde por tus estupideces. —dejo de envolver al alfa en sus brazos, alejándose considerablemente. —Me largo, haz lo que te dé la gana.
Taehyung se marchó enfadado.
Bogum empujó a Yoongi y fue a paso rápido por el omega, haciendo que todos los alfas de su grupo lo siguieran.
—¿Estás bien? —pregunto Jungkook a Hoseok.
—Sí, ya me las pagará algún día ese idiota. —refunfuño y vio divertido como Taehyung trataba de alejarse de ese alfa. —Aunque...
—No digas nada, lo sabemos. —contesto Yoongi riendo. Tomo su teléfono porque anteriormente vibró y solo se limitó a morder su labio inferior. —Me voy chicos, nos vemos en clase. —ambos alfas asintieron.
Yoongi se metió por el poco concurrido y oscuro pasillo; llego a la puerta dónde se aguardaba la más bella de sus perdiciones, verifico paranoico qué nadie lo viera e ingreso.
El aroma sensual, embriagador y dulce lo asalto.
Park Jimin era todo lo que nublaba su sentido común y vaya que amaba perderse en brazos de aquella obra de arte.
El que Jimin este sentado tras el escritorio lo hacía ver tan sexy e imponente.
—Creí que no vendrías. — expreso con voz pausada y sensual.
—Sabes que eso no ocurrirá, siempre iré a dónde me pidas.
—¿Ah sí? Mmm, acércate. —movió su dedo índice de adelante hacia atrás lentamente y mirándolo a los ojos.
Yoongi sentía que su control se perdía.
Cuando estuvo frente al omega se coloco nervioso y a duras penas respondió—Ahora, ¿qué hago?
—Solo relájate mi cielo, yo me encargo.
El omega desabrocho el pantalón y lo bajo bruscamente junto la ropa interior. Yoongi temió un poco.
—Me encanta causarte problemas que puedo solucionar fácilmente. ¿Acaso no te encanta a ti también Yoonie~? —susurro y acarició con la punta de sus dedos la hombría semierecta del alfa.
Yoongi solo jadeo bajito, no tenía idea que responder.
—Yoonnie~ responde, ¡dime que quieres que solucione esto! —expreso autoritario, sin perder su roque sensual y excitante.
Yoongi seguía sin saber que decir, se sentía demasiado expuesto y excitado.
Nunca había estado en una situación de ese tipo, lo único que hacía al reunirse con Jimin era besarse hasta quedar sin aliento y a veces tocar sin pudor alguno el trasero suave y carnoso del omega.
Era difícil su situación en este instante.
—¿Crees que puedes solucionarlo? —ingado dificultoso.
—Por supuesto.—dijo en tono sensual.
La mano de Jimin se movía con suavidad abarcando la gran longitud. Un jadeo traicionero salió de la boca del alfa.
—Te gusta, mi dulce alfita.
Yoongi no sabía que responder y con el poco control qué tenía trato de detener la mano de Jimin.
—Detente, por favor. —murmuró —esto no está bien.
—¿Y qué se supone, qué está bien? —indago el peligrosa, poniéndose de pie, quedando frente al alfa. —Parecías disfrutarlo, qué impide que continuemos cariño. —susurro lo último cerca de la boca de Yoongi, y dio una suave lamida a los labios ajenos.
Yoongi tenía las mejillas al rojo vivo, su lengua había sido comida por los ratones y su erección dolía como los mil demonios. La suave mano del descarado omega volvió a acariciar la longitud.
—Yoongi, me encantas.—tomo con su mano libre la nuca del alfa y lo beso.
El suave movimiento de sus labios tomo otro rumbo, haciéndolo más demandante, donde sus lenguas hicieron protagonismo e iniciaron un combate por quién ganaría en dejar sin aire al otro, hasta saborear lo más profundo de su ser.
Jimin sin dejar de explorar la cavidad del alfa, comenzó a mover su mano que estaba inmóvil en el falo erecto. Yoongi gimió por aquella acción, si embargo, no lo detuvo, estaba ansioso por liberar su esencia en manos del dulce omega qué lo hacía delirar.
Unos cuantos tortuosos movimientos más y los hilos de semen se esparcieron por la pequeña y suave mano de Jimin; el alfa al sentir vergüenza corto el pasional encuentro de sus bocas y respiro dificultoso.
—Es normal cariño—llevo una de las manos manchadas por la esencia del alfa a su boca, saco su lengua y lamio con lasciva la blanquecina viscosidad. —sabes delicioso.
Yoongi levanto sus pantalones con rapidez y Jimin rió.
—Siéntate y limpiate con tranquilidad. Me marchó.
Cuándo estaba a punto de abrir la puerta, volteo hacia el alfa y hablo—la próxima lo quiero en mi boca y espero que no me detengas.
El alfa vio la inocente sonrisa del omega y el cerrar de la puerta dejándolo solo.
Sin duda Park Jimin, era la más dulce de sus fantasías.
Historia corta inspirada en una canción. Es cien por ciento de mi autoria, espero que la disfruten.
Apta para mayores de 18 años, sino cuentas con la edad, no me hago responsable.
ᵃᵈʳⁱᵏᵐᵒᵒᵈˢ
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moonlight~yoonmin +18
Fanfiction-Fóllame bajo la maldita luz de la luna, mientras siento mi cuerpo volar.
