PRÓLOGO

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E L    M I S M O   A I R E

EL MISMO AIRE 。・:*:
00. prólogo

。・:*:・゚ ☾ ★ 。・:*:・

YO CREO que te gusta no hacerme caso o es que eres gilipollas, así tal cual te lo digo. — pronuncia Martin, el representante de Gavi.

Ambos se encontraban en el despacho del entrenador del Barcelona, Xavi, en una reunión para hablar del futuro de la joven promesa del equipo catalán. Y es que Gavi llevaba una temporada que no hacía más que cagarla: entre fotos comprometedoras, más de cinco multas por llegar tarde al entrenamiento y miles de artículos donde salía liándose con cinco chicas diferentes. Todas en la misma noche.

Había llegado a un punto en el que la fama que estaba empezando a tener el joven, se había convertido en negativa. Ya no era el golden boy del Barça por el que todas babeaban, sino el chico mimado y egoísta que le sudaban los huevos tanto su dinero como estar en uno de los equipos más codiciados de La Liga.

Y Martin, su representante, podía pasar las dos primeras veces, porque a fin de cuentas, Gavi sólo tenía dieciocho años y quería que disfrutase de su juventud aunque fuera acaparada por la fama. Pero el último incidente había sido la última gota que colmó el vaso: Gavi había sido pillado una vez más saliendo de una discoteca a las cuatro de la mañana y se había metido en una pelea de la cual Eric y Pedri tuvieron que sacarlo a rastras.

Martín ya no podía más, la prensa estaba encima de ellos a todas horas y muchas de las marcas que habían contactado con él, habían mostrado incertidumbre de si seguía en adelante. A este paso, Gavi tendría que renunciar al Barça, y Martín, que sabía lo mucho que el joven había luchado para llegar hasta donde estaba, sabía que tenía que tomar medidas inmediatamente.

El joven se encontraba sentado en uno de los dos asientos que había en el despacho de Xavi, con una de sus manos vendadas por los golpes y con el ceño fruncido. Gavi sabía perfectamente porqué estaba ahí, sabía que había cruzado la línea del límite y que esta vez la había cagado. Pero la había cagado de verdad. Esa mañana su madre ya se había encargado de echarle la bronca diciéndole lo irresponsable que había sido y que cuando volviera a Sevilla se iba a enterar pero bien. Y no sólo eso, sino que su mejor amigo Pedri también le había dado la espalda y no se había dignado a responder sus mensajes, dejándolo en leído.

Gavi estaba jodido, jodido pero bien.

— Gavi — vuelve a hablar Martín, sentándose en el otro asiento suspirando, pasándose sus manos por la cara — entiendo que quieras libertad, que te guste la fiesta y que quieras disfrutar tu juventud. Yo también pasé por esa etapa y sé lo bien que sienta perder el control y dejarse llevar. Pero tienes que entender que tú no eres como otros jóvenes de tu edad. Tienes una reputación que mantener, no solo porque seas del Barça, sino porque lo quieras o no eres un personaje público y hay marcas que quieren colaborar contigo. Marcas como Nike que se han puesto en contacto conmigo porque ven tu potencial y quieren promocionarte. Pero si sigues así, lo único que vas a conseguir es empeorar tu condición física y perder estos contratos que van a impulsar tu carrera. — Gavi suspiró, rascándose los ojos, sintiendo aún los efectos de la resaca en su sistema — Yo solo quiero lo mejor para ti, ya lo sabes. Nunca te he puesto muchas prohibiciones, te he dejado libertad para hacer lo que tú querías. Pero has pasado el límite Gavi. Y no me queda otra opción que ponerte límites como a un niño pequeño.

Martín se quedó mirándolo unos segundos, sabiendo que lo que le iba a decir le iba a sentar como un tiro. Cruzó miradas con Xavi que estaba sentado en la silla del escritorio enfrente de ellos, con una de sus manos tapando su boca.

𝑬𝑳 𝑴𝑰𝑺𝑴𝑶 𝑨𝑰𝑹𝑬, pablo gaviWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu