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Después de estar un buen rato encerrada en mi habitación, empezó a darme hambre así que baje despacio a la cocina, esperando no encontrarme con Henry en el intento, pero claro, la vida me odia tanto que la suerte no estaba de mi lado, Henry estaba ahí en la cocina, con sus pensamientos hasta no se dónde.

- Hola.- le dije nerviosa, él de inmediato volteó a verme.

- Hola... Estás... Bien?.- preguntó preocupado.

- Lo estoy, no te preocupes.

- Abby, sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, que te molesta Abby?.

- Se que puedo hablar contigo de lo que sea Hen pero... De esto no.

- Porque?.- arrugó las cejas mientras me miraba.

- Porque... Porque no, solo, olvídalo.

- Abby.

- Por favor Hen...

Él solo calló y asintió con la cabeza, y ahí empezó un silencio incómodo, empecé a prepararme algo y él solo me observaba en silencio.

- Quieres comer?.

- Estoy bien gracias.

Otro silencio incómodo.

- Puedes... Puedes checar que no se quemen mis tortitas?, Necesito marcarle a Liam pero mi teléfono está arriba.

- Esta bien, ve tranquila.

Subí a mi habitación y agarre  mi teléfono, marqué al número de Liam y espere a que contestará.

- Quién es?.

Preguntó un Liam adormilado.

- Liam... Necesito hablar contigo.

- Que pasa enana, está todo bien?.

- Sí... No... Liam necesito hablar contigo.

- Cálmate Abby, te estoy escuchado, que pasa?

- No, por teléfono no, mañana podemos vernos después de clases?.

- Pero que no tienes trabajo?.

- Puedo pedirle permiso a Henry.

- Está bien, nos vemos en la cafetería donde vimos a la pareja Adams.

- Pareja Adams?

- Nuestro padres linda, nos vemos mañana.

Colgó y baje a la cocina, enterando me llegó un olor a quemado, Henry volteó a verme paniqueado.

- Te juro que las volteé.- fue lo primero que dijo cuando me vio entrar.

- Pero ya tenías que haberlas sacado.- le dije tratando de no reírme por su cara de pánico.

- Tenía que sacarlas? Creí que solo tenía que voltearlas, joder, perdóname nena, te juro que no lo hice al propósito, fue sin querer, pero puedo pedirte algo si quieres, dime qué se te antoja, ahorita mismo lo pido y...

Lo detuve antes de que se quedará sin aire, y no pase por alto que me llamo nena.

- Está bien Henry, puedo comerlas así.

- No... Bueno si puedes pero están muy quemadas Abby.

- Lo se, pero supongo que no sabrán tanto a quemado...

Mala idea, sabían mucho a quemado pero tuve que fingir que no era así, ya que Henry me miraba apenado.

- Te lo dije, aún saben buenas.

Mi niñero (Henry Cavill)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt