Mi niñero (Henry Cavill)

Otro día de hermanos

Abigail:

Paso una hora, y Henry aún no terminaba su reunión con Sebastián, yo ya hacía un rato que habia terminado lo que Henry me había pedido.

Mi celular empezó a vibrar y me di cuenta de que era una llamada de...
papá

En algún momento tienes que contestar niña.

Lo sé, pero, me duele, papá me llama cariñosamente, pero cuando saco el tema de "su falta de atención" siempre termina enojado.

Rechace la llamada y en ese momento escuchó la puerta de la oficina de Henry ser abierta.

- Gracias por tu tiempo Sebastián.

- Claro hermano, cualquier cosa te mantendré informado.- se dieron un apretón de mano y Sebastián de giró hacia mí.- Lamento haberte asustado Ab, no fue mi intención hacerlo.- dijo y me dio un beso en la frente.

Subió al ascensor y nos dio una última sonrisa a los dos, extrañada volteé a ver a Henry y este tenía cara de estar satisfecho.

- Le has pedido que se disculpe?.- le pregunté entrecerrando los ojos.

- Noo.- dijo tratando de ocultar su risa.

Estaba a punto de decir algo pero me cortó al instante.

- Tienes hambre? Ocupemos la cena para hablar de cada uno de mis empleados, para que no te pase lo que hace un rato.

Entro a su oficina y salió con sus cosas, yo tomé las mías y subimos al elevador, llegamos al último piso y la recepcionista se despidió de ambos con una sonrisa, no la conocía, pero tan solo con ese gesto me di cuenta de que me caería bien.

Salimos de la empresa y subimos a su auto, le dijo a Santiago que fuera a descansar, empezó el trayecto a dónde sea que fuéramos.

- Bien, empezaremos con los de recepción.- dijo rompiendo el silencio.- En ella está Sam, es una mujer muy simpática, tiene 40 años, pero es muy buena con su trabajo, en el piso uno, están todos los que manejan las instalaciones y todo eso, no te diré el nombre de cada uno de ello porque son demasiados, pero el encargado de ellos es Fernando Díaz.

Vale, ya conozco a tres.

- En la planta dos..

Y así empezó a decirme de cada planeta, hasta que llegamos al restaurante, que para mí sorpresa no era nada formal.

- Bienvenidos, pasen por favor.- dijo un mujer de masó menos la edad de Henry, al cuál, se comía con la mirada, eso me causó, algo extraño en la panza.

Se llama estreñimiento linda.

No, eso no, lo otro, cuando sientes...

Celos...

No... Imposible.

- Abby...

No puedes negarlo cariño, velo bien.

Y eso hice.

Es guapo, alto, millonario, fiel, platicador, caga bombones, es perfecto el pendejo.

Bata, no, es... Mayor que yo, es el amigo de mis padres, no puedo hacerle esto a... Ellos.

- Abby, estás bien?.- la voz preocupada de Henry me saco de mis pensamientos.

- Eh, Ah? Eh.. sí sí, lo siento, que decías?

- Que si quieres pedir ya.

- Ou eh sí sí.- pedí la comida y él hizo lo mismo, paso la cena entre plática y risas.- Estuvo muy linda mi tarde Henry gracias.