Tomó camino hacia las escaleras nuevamente y tomó asiento en su trono.

—Me eligieron como su Rey no por ser autoritario ni temeroso, me eligieron por ser sabio y traer ante ustedes todo lo que siempre anhelaron: seguridad, paz, riquezas y estabilidad, por eso les pregunto de nuevo ¿qué hace que nuestro reino sea próspero además de su gente?

—Su Majestad. —respondió un guardia a lo que Min sonrió.

—Sí yo logré esto, imaginen las posibilidades con dos Reyes que comparten la misma mentalidad y consciencia de un líder, yo tomé esta decisión no sólo por mí, sino también para ustedes que son como mi familia, el bienestar ajeno es más importante que el mío y bien lo saben ya que ese es nuestro lema real, confíen en mí cuando digo que esta será una decisión favorable para todo el reino, ahora y en un futuro. —se levantó de su trono y miró a cada uno—. Como su Rey, les aseguro que esta decisión nos traerá más que riquezas y armonía al reino, y de ser lo contrario, yo mismo me encargaré de remediar mi error y castigarme por mis pecados.

ఌ︎ꨄ︎

Jimin se encontraba metiendo a los caballos y ovejas en su corral cuando a la lejanía se escuchó el trote de unos caballos, de manera automática se giró a ver de donde provenían dicho sonido, y para su sorpresa; dos caballos negros llevaban consigo un carruaje con la insignia de la familia real y este estaba justo frente a su casa. Jimin salió corriendo del corral olvidándose de cerrar la reja.

—¡Majestad! Que grata sorpresa, aunque me habría gustado que me avi...

Sus palabras fueron interrumpidas por unos fuertes brazos que lo tomaron de la cintura y lo acercaron lo suficiente para que el Rey uniera sus labios en un brusco beso necesitado. Jimin quedó completamente a su disposición deleitándose del ligero sabor a menta de los labios ajenos, sin embargo, al darse cuenta de la escena que estaban haciendo en público, automática se separó empujando al Rey, quien se estampó contra el carruaje.

—¡Majestad, estamos en público!

—¿Y qué tiene? Eres mi pareja, Jimin.

Las mejillas de Jimin se ruborizaron y evitó la mirada burlona del contrario.

—¿A qué viniste? No me dijiste que vendrías.

—Vine a verte, te extrañé. —Yoon al ver que Jimin bajó la guardia, se acercó sigilosamente hasta tomarlo de la cintura nuevamente.

—Ha pasado un día.

—Ha sido una eternidad, querrás decir.

Jimin sonrió tiernamente y besó las mejillas blanquecinas de su Rey, las cuales se tiñeron de un ligero rosado ante el gesto.

—¿En serio sólo has venido por eso?

—En realidad vine porque quiero ver lo que haces. —Jimin le miró confuso—. Ya conociste mi mundo, lleno de galas exageradas, bailes y cortesía extremadamente fingida, pero ahora yo quiero conocer como es tu mundo, Jimin, conocer por mí mismo lo que te gusta y te hace feliz.

Los ojitos de Jimin se nublaron, jamás se imaginó estar en una situación tan bonita como la que estaba viviendo justo ahora. Sin más, Jimin tomó la mano de Min y lo llevó hasta el corral donde los caballos y ovejas yacían regadas por todo el lugar pues se habían escapado; Yoongi y Jimin comenzaron a perseguirlos intentado llevarlos hasta el corral. Yoongi al traer zapatos no aptos para el lugar resbaló unas cuantas veces cayendo sobre el lodo, ensuciando sus ropas y rostro, su pareja simplemente se dedicó a burlarse de él, el Rey ofendido tomó a Jimin de la mano y lo arrastró con él.

Pasaron horas en las que jugaron con el lodo y los animales, corrieron por toda la granja como sí uno de ellos no fuera el Rey de un reino entero y como sí él otro no fuera a convertirse en el próximo Rey de Moonlight.

𝓕𝓵𝓮𝓮𝓽𝓲𝓷𝓰 𝓵𝓾𝓵𝓵𝓪𝓫𝔂 •ʸᵒᵒⁿᴹⁱⁿ•Where stories live. Discover now