JNWK || John W. ||

03 🔫 Revelaciones

-Natalia es habil en su entrenamiento, no hay duda alguna, pero necesito ayuda -habló John estando un poco desesperado, pero la calma de la directora lo dejo aún más confundido.

-Jardani, esto es importante para nosotros tres -sentenció haciendo que John se quede callado y escuche con atención-. Cuando Natalia llegó aqui, ella se registró con su nombre completo -para John eso no tenía nada de relevancia, pero parecía importante.

La directora abrió un cajón del escritorio y saco un libro donde se registran los que quieren entrar a Ruska Rusa.

John no estaba preparado, no estaba listo y mucho menos estaba en las mejores condiciones para recibir la noticia que cambiaría su vida para siempre. Igual que la pequeña Daisy.

-Este es su nombre completo, Jardani -le dijo mostrando una página con la foto de ella y sus datos personales.

-Natalia Jovonovich Rusakova -susurró John tratando de atar todos los cabos sueltos.

¿Razón por la que estaba en Roma Ruska? Estaba bloqueado. No le dejaron ver la razón.

-Jardani, Natalia... -hizo una pausa para crear un poco de suspenso mientras John la mira con atención- es tu hija. Ella está aquí porque quería encontrarte, supuso que si entrenaba y se volvía parte de la Orden podría hallarte.

John no sabía qué decir. Tenía una hija que era, básicamente, su versión femenina. Tenía las mismas facciones que él, el mismo cabello negro, los mismos ojos cafés y el mismo carácter que él.

Estuvieron hablando por un rato mientras John trataba de procesar la noticia de que tenía una hija. La directora sabía que no era una noticia fácil de asimilar, sobretodo cuando todos los asesinos del planeta te están buscando para matarte. No quería que esa joven chica terminará envuelta en un mundo lleno de asesinatos y corrupción.

-Ella me pidió que consiguiera un acta de adopción por si aceptabas -volvió a hablar ella extendiendo una carpeta con una pluma encima-. Jardani, esa niña te necesita, y estoy segura de que tú también la necesitas. Ella te puede proporcionar la ayuda que necesitas.

John, al escuchar eso, termino aceptando y firmando los papeles. Claro, no si antes leerlos.

Al verlo dejar la pluma sobre la carpeta, ella sonrió y le pidió al guardia que avisara a Natalia que guarde las cosas que necesita para poder irse con John/Jardani. Después de eso, ella deshizo el resguardo de John para llevarlo a dónde necesita. Marcándolo con la cruz en el centro de su espalda.

-Hasta nunca -susurro la mujer antes de irse.

-Hasta nunca.

Al llevarlo a la zona por la que caminaría para llegar a su objetivo, noto a la chica ahí parada con dos maletas. Una estaba colgada en su espalda mientras la otra en su mano.

Se quedó parado frente a ella mientras Natalia esperaba a que dijera algo, aunque en parte sabía que no era así. Así que ella decidió hablar primero.

-Gracias por aceptar, la verdad espere todo este tiempo a encontrarte y conocerte -dijo amistosamente.

-¿Sabes a lo que te tendrás que enfrentar si estás conmigo, cierto? -preguntó pensando que ella posiblemente haya imaginado una vida feliz alado de su padre.

-Si, lo sé. Y estoy dispuesta a correr el riesgo -acepto ella-. Si voy a morir, por lo menos podré morir en paz porque conocí a mi padre. O porque trate de salvarlo.

-¿Qué traes allí? -preguntó con curiosidad al momento de notar sus dos maletas, pero ella no respondió solo se le quedó mirando-. No voy a cargar tus cosas, si es lo que piensas.

-No es solo para mí, lo que traigo también es para ti -respondió mientras sonríe un poco-. Te mostraré en el camino a Casablanca.

[...]

Una vez que ambos estuvieron rumbo al lugar en la India, ella tomo la maleta que había puesto en su espalda y las coloco ambas frente a John, abriendolas para que pudiera darse cuenta de lo que contenían.

-Pensé que estaría bien el que trajera comida y armamento, que lo necesitaríamos -comentó ella viéndolo asentir. Ella tomó un poco de comida y lo abrió para dárselo a John junto con una cuchara, igual que ella comió un poco.

Su padre empezó a comer no mucho después. Él la miro con atención, pensando en la verdadera razón por la que lo había ido a buscar.

-¿Y tu familia? -le preguntó suavemente notando que ella deja de comer por unos segundos.

-Tu eres todo lo que me queda de ella ahora -respondió volviendo a comer, pero la cara de John le indico que le dijera lo que pasó-. Mi madre murió por un accidente automovilístico: todas las costillas rotas, ambos pulmones colapsados, hígado perforado y corazón dañado -enlisto para que John se hiciera una idea de lo que paso-. No soporto y murió. Le pasaron mi tutoría a mis abuelos, pero ellos se negaron rotundamente a cuidarme solo por un tiempo -agrego haciendo que John sienta un poco de irá en su interior, ¿por qué no iban a querer cuidar a su propia nieta? No lo entendía, pero tampoco quería sobrepasarse así que no dijo ni pregunto nada.

-Después de todo eso decidí buscarte para que me ayudarás, así que acudí a Roma Ruska en Rusia. Me entrenaron un tiempo allá, pero me trajeron aquí para poder mejorar -agregó dándole curiosidad.

-¿Cuánto tiempo estuviste en Roma Ruska? -preguntó John.

-Dos años -eso lo sorprendió, pero no volvió a decir nada haciendo que un silencio los acompañe.

La vida de Natalia había sido difícil, ahora ella también era una huérfana. Bueno, solo de madre.

Una vez que llegaron a Casablanca pudieron guardar todo y bajarse para poder caminar a dónde necesitan. Empezaron a dirigirse a un lugar que necesitaban ir para poder hacer que el Ex-comunicado se quite de John. Caminaron por unos pasillos encontrándose con unos tipos que los acorraló con el mismo objetivo de antes, matar a John.

-Yo me encargaré, tú mantente detrás de mí -ordenó haciendo que ella se sienta ofendida por eso. Era buena peleando, la había visto.

Sin embargo, él trataba de tenerle un trato "amistoso" con el objetivo de ser con ella como se merece y como quiere...

El amor de un padre.