7. LAS PARTITURAS DE PIANO (2° parte)

27 17 28
                                    

Eran ya pasadas las cinco de la mañana y Paulo no podía conciliar el sueño. Todos los sonidos del ambiente lo inquietaban. En ese mismo momento no estaba seguro si todo lo que había ocurrido hacia un par de horas atrás había sido realidad o había sido un sueño tan lúcido que asemejaba a la realidad. Esa melodía del piano que se escuchaba tenue por toda la casa y la figura que estaba sentada sobre el taburete frente al piano el que parecía seguir las notas musicales sobre las teclas del mismo.

Estaba seguro que en ese estado no podría seguir durmiendo por lo que optó por la mejor opción que tenía en ese momento. Lo primero que se le ocurrió antes de levantarse de la cama fue llamar a su padre y comentarle lo sucedido. Quizás esto ya había ocurrido antes cuando el abuelo vivía en esta casa, pensó para si mismo pero unos instantes después decidió que era mejor no molestarlo a estas horas de la mañana e inquietarlo: lo hablaría con él en persona en cuanto tuviera oportunidad. Acto seguido se levantó de la cama, sintiendo el frío del mármol bajo sus pies, por lo que inmediatamente buscó sus pantuflas. Caminó hasta el placard para tomar un pantalón jogging y un buzo. Se vistió rápidamente para ir a asearse y luego desayunar.
Tenía que encontrar alguna documentación sobre las partituras por lo que primero decidió ir a la habitación de su abuelo. Al entrar allí lo invadió la angustia, lo extrañaba tanto y sabía que ya no lo vería nunca más.

Abrió la ventana para que los primeros rayos del sol le dieran un poco de calor al ambiente. En un principio se puso a revisar fueron los cajones del escritorio. Buscó con cuidado en cada uno de ellos si había alguna información que le pudiera ser de utilidad.

Cuando terminó de verificar que todos los documentos que estaban en los cajones de escritorio no contenían ninguna información relevante, sintió un dejo de tristeza, porque se preguntaba a si mismo si podría llegar a la verdad de lo que estaba sucediendo.

En la habitación había también un pequeño mueble estilo francés ubicado a un costado de la ventana. Así que se dirigió hacia allí para comenzar a buscar en él. Para su sorpresa uno de los cajones del mueble estaba cerrado con llave. En ese momento pensó en como abrirlo sin dañar el mueble. Fue hacia la sala de estar para ver si entre todas las llaves que estaban allí se encontraba la que pudiese el cajón de este mueble. Una vez en la sala de estar miró una a una las llaves, buscando una pequeña que pudiese corresponderle. Entre todas ellas había una que posiblemente podría usar porque era pequeña, así que la tomó y fue nuevamente hacia la habitación.

Trató por varios minutos con mucho cuidado, de no dañar el mueble para poder abrir el cajón con esa llave, la que seguramente no correspondía a esa cerradura, pero igual insistió, hasta que por fin con ayuda de la buena fortuna logró abrirla. Y allí estaba una caja de forma rectangular, forrada en un tela de color lavanda y cerrada con un cinta de color violeta, ya descoloridas por el paso del tiempo. - Espero que aquí se encuentren las respuestas que estoy buscando -pensó Paulo. Y con las manos que le temblaban por los nervios de no saber con que se encontraría cuando finalmente pudiese leer lo que allí se encontraba.

Tomó la caja entre sus manos y la colocó sobre la mesita de noche del cuatro y se sentó sobre la cama. Al abrirla tuvo una gran sorpresa, porque en ella había mucha documentación como algunas fotos antiguas, partidas de nacimiento y defunciones ordenadas en forma cronológica y varias cartas que databan de al menos cien años atrás.

Leyó todo con mucho cuidado, tratando de hilar entre tanta información para hacerse una idea de quienes eran las personas que allí se mencionaban.

Según la documentación que Paulo estuvo leyendo durante casi dos horas, la figura que posiblemente había visto durante la noche sentado sobre el taburete que se encontraba cerca del piano y parecía seguir con sus manos las notas musicales que se oían por toda la casa en forma tenue seguramente era Samy. El piano ubicado en la sala principal de la casa le había pertenecido a él.

EL ANTICUARIOOù les histoires vivent. Découvrez maintenant