—Ven aquí, nena— Axel extiende su mano por la que la tomo rápidamente y este me coloca en el medio de ambos —Eres muy hermosa y tienes un cuerpo de infarto—

Axel se acerca a mi cuello dejando húmedos besos en él. Alen voltea un poco mi cabeza para darme un fugaz beso con la lengua. Sus manos pasan por todo mi cuerpo, dos de ellas pasan a quedar encima de mis senos y los aprietan con brusquedad haciéndome gemir fuerte.

—Te ves sexy con eso puesto, apuesto que te verás aún más sexy sin eso— Alen baja la cremallera de mi body y baja las tiras dejando al descubierto mis senos —Son justo como me las imagine, grandes, suaves y lista para ser devoradas por nuestras bocas—

Axel baja sus besos a mi clavícula hasta llegar a mi seno derecho, jadea cuando los ve y luego lleva mi pezón a su boca. Mi Daddy chupa, jala y muerde mi pezón a su gusto sacándome gemidos fuertes. Alen se encarga de quitarme por completo el body, dejándome finalmente desnuda ante ellos. Ellos se alejan de mí, empiezan a quitar sus pantalones de chándal junto a sus bóxer. Pude ver sus erecciones, sus grandes y duras erecciones que esperan por mí.

—Son muy grandes...— Digo con vergüenza y sorpresa, esas cosas no podían entrar en mi —No creo que podre soportarlo—

Alen ríe y ladea su cabeza —Podrás hacerlo, cariño, podrás aguantarnos—

Solo asiento con nerviosismo, nunca llegue a imaginar que sus pollas fueran de ese tamaño. Algunas veces miraba disimuladamente sus mercancías, pero nunca me imaginé verlas así de erectas y grandes.

Axel busca algo en uno de los cajones de la mesa de noche, saca una botella y dos condones, le da un condón a su gemelo. Ambos se colocan el preservativo delante de mis ojos, nunca había visto una escena tan ardiente como esa, ellos mirándome mientras se colocan el condón es algo que me dio una punzada en mi vientre y mi intimidad se humedeciera.

—Seremos gentiles y cuidadosos, cariño— Me reconforta Axel, él me toma de las manos y me posiciona de nuevo en el medio de ambos.

Alen está delante de mí y Axel detrás, ellos colocan lubricante en dos de sus dedos para llevarlos a mis orificios íntimos. Al mismo tiempo sus dedos entran en mi con delicadeza sin llegar a lastimarme. Me arqueo al tener sus dedos en mi interior, duele un poco, pero puedo soportarlos. Ellos no hacen ningún movimiento hasta que yo muevo mi cadera dejándolos saber que pueden mover sus dedos en mí.

Ellos dejan besos húmedos por mi cuello, hombros y mejillas, distrayéndome del dolor o la incomodad que poco a poco se iba desapareciendo. También quiero besarlos, tocarlos, pero me siento muy tímida en hacerlo, no sé muy bien cómo hacerlo y parece que a ellos eso no les importa. Soy alguien muy inexperta en estas cosas me siento avergonzada por sus toques, pero a la vez segura de que lo sigan haciendo.

—Daddys— Gimo cerrando los ojos cuando sus dedos salen y entra repetidamente en mi interior.

—Lo haces muy bien cariño, tu solo relájate y déjate llevar— Habla Axel.

Justo cuando ya le estaba agarrando mucho gusto a sus dedos, ellos lo sacan de mí. Frunzo el cejo en no volverlos a sentir y miro a Alen tratando de buscar una explicación del porque se detuvieron. Pero solo veo como ambos se echan el lubricante en sus enormes erecciones.

—Quiero que te relajes, bebé— Alen lleva su polla a mi intimidad —Puede que te duela un poco, pero sé que podrás conmigo y con Axel—

Siento como la polla de Axel roza mi culo —No te tenses, relaja los músculos—

Los dos al mismo tiempo meten sus puntas en mi interior sacándome un gran grito, son demasiado grandes para mis interiores vírgenes. Pero no quiero que se detengan, quiero sentirlos por completo en mí y ser completamente suya. Rasguño un poco la espalda de Alen cuando ambos entran por completo en mí. Sus pollas están calientes y palpitantes, sus manos recorren mi cuerpo y sus labios están sobre mi piel. Ninguno de los dos se mueve, esperan a que me acostumbre y mis músculos se relajen para ellos empezar con las embestidas.

—Daddys— Gimo al sentirme preparada para lo siguiente.

Ellos entienden y empiezan a moverse un poco, no sacan por completo sus pollas, pero hacen un lento vaivén dándome electricidad por todo mi cuerpo. Mi interior se humedece cada vez más en el miembro de Alen, mis líquidos se mezclaban con el lubricante haciendo que Alen se adentrara con más agilidad.

—Oh nena— Gruñe Alen —Estas tan apretada y caliente, nunca querré salirme de ti— Se inclina un poco para besar mis labios con rudeza.

—Mi hermano tiene razón, estas tan apretada que no puedo aguantar tanto mi orgasmo— Axel aprisiona mis senos con sus manos y juega con ellos a su antojo.

Muerdo mi labio inferior, tenerlos a ellos en mi interior moviéndose con lentitud es algo exquisito, pero deseo más —Mas— Gimo —Mas, Daddys—

—¿Mas que?— No respondo —Vamos nena dile a tus Daddys que es lo que quieres—

—Quiero más— Paso mis manos a los hombros de Alen —¡Quiero que me penetren más rápido!— Explotó de la excitación y lujuria que estaba acumulado dentro de mí.

Ellos no lo dudan en embestirme con rapidez y fuerza, Alen me separa las piernas mientras Axel se sujeta de mis caderas. En toda la habitación se escuchan mis gemidos junto a sus gruñidos y el sonido de la cama moviéndose al compás de sus movimientos.

—Daddys...— Una presión en mi vientre aparece —Daddys siento que...— No termine de hablar por la sensación de que algo caliente sale dentro de mí.

—Tranquila cariño— Alen muerde su labio mientras vez su polla entrar y salir de mi intimidad, esta con el condón está llena de un líquido espeso —Tuviste un orgasmo... Y creo que pronto vendrán los nuestros—

Recargo mi cabeza en el hombro de Axel, ese orgasmo acabo con todas mis fuerzas. No sabía que el primer orgasmo era tan fuerte y cansado, este me dejo sin ganas de seguir. Mis Daddys sacan y meten sus pollas en mi de una manera brusca pero extremadamente placentera.

—¡Oh cariño!— Gruñe fuerte Alen y deja salir su orgasmo en el condón.

La polla de Axel se tensa colocándose más dura y expulsa su orgasmo en el condón —Joder nena, eso fue increíble—

Ellos salen de mi de una manera cuidadosa, me acomodan en el centro de la cama y se levantan de la cama para ir al baño. Mis ojos pesan, mis intimidades arden y mis caderas duelen. Siento mis piernas temblar por tan intenso momento que tuve, tener mi primera vez y que haya sido con dos hombres súper dotados me han dejado sin energía. Mi cuerpo esta pesado y tiemblan como gelatina, ellos me dejaron débil.

Algo pasa por mis muslos internos —Descansa, nena— Escucho la voz de Axel —Lo hiciste muy bien cariño— Besa mis labios y luego mi frente.

A mi vista aparece Alen con una sonrisa de lado —Descansa, princesa— Besa mi mejilla y pasa la manta sobre mi cuerpo.

Sin aguantar más quedo dormida, soñando con tan maravilloso y significativo momento en mi vida. A partir de ahora soy toda una mujer, a partir de ahora tratare de complacer a mis Daddys así como ellos lo hacen conmigo.

Mis Dos DaddysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora