El Verdadero Draco [Dramione]

III

DÍA 1

- ¿Te sientes bien, Hermione? Apenas has tocado tu desayuno-. El Trío de Oro se encontraba en el Gran Comedor, Harry le llamó a la atención a Hermione quien se encontraba perdida en sus pensamientos.

Pensamientos sobre Malfoy.

No era que le gustara admitirlo, ni lo haría por supuesto, pero su encuentro de hace 2 días aún seguía fresco en su memoria.

-No tengo hambre-. Respondió sin realmente prestarle atención a Harry mientras buscaba con la mirada a Draco en la mesa de Slytherin.

Harry miró a Ron en busca de apoyo, pero este se limitó a engullir su comida, el chico de lentes solo suspiró y comió su desayuno en silencio.

Los pensamientos de Hermione daban vueltas en el mismo círculo, sobre la misma pregunta.

¿Quién era realmente Draco Malfoy?

Luego de lo que escuchó de la boca del propio Draco hace 2 días, la castaña dudaba que Draco fuese solo un mero bravucón sin personalidad, se negaba, la madurez con la que habló el rubio era mayor de lo que esperaba, como si hubiese visto cosas que un chico de 16 años no debería ver, mejor dicho, que nadie debería ver.

¿Qué clase de cosas había vivido Malfoy?

Ahora veía al chico desde una nueva perspectiva, más analítica, le parecía más interesante; lo cual la hacía sentir mal, es decir, tenía interés en las desgracias de otra persona lo cual no era muy lindo de su parte. Sin embargo, quería respuestas, respuestas que sabía que Malfoy no iba a darle con facilidad.

Encontró ese cabello rubio platinado característico de Draco en la mesa de slytherin, lo vió, y a plena luz del día era obvio que estaba más pálido de lo normal, ni siquiera tocó su comida, se limitó a morder una manzana que tenía en su mano mientras su mirada vagaba por el comedor.

Durante un breve instante, sus miradas se cruzaron, y por una fracción de segundo, Hermione pudo ver el destello de una sonrisa burlona en la cara del chico, que tan rápido como llegó se desvaneció.

-Vámonos, o llegaremos tarde a clase de pociones-. Harry dijo mientras se levantaba. Para disgusto de Hermione, Draco le desvió la mirada y también se levantó saliendo rápidamente del comedor.

- ¿Vienes Hermione?.

-Si...

[...]

Harry miró desde su mesa a Hermione, o más precisamente a la persona sentada junto a su lado. Draco Malfoy, la persona a la que hace menos de una semana pudo haber asesinado, cosa que aún lo perturbaba. Sin embargo, más allá de eso, notó algo particular.

Hermione no parecía molestarse en trabajar con Draco.

Slughorn los había asignado en parejas, y al saber que tendría que trabajar con Malfoy la chica ni siquiera había puesto mala cara. Harry podría atribuir esto a la obsesión de la chica con los estudios, no obstante, parecía algo más.

Malfoy parecía hablar más lo normal, aunque fuesen solo un par de palabras aquí y allá, lo más remarcable era que no había utilizado ningún apodo desdeñoso hacia la chica, o algún insulto gratuito.