El Verdadero Draco [Dramione]

I

¿Quién era realmente él?

Sinceramente, él no tenía idea.

¿Qué quería él?

Otra pregunta sin respuesta.

¿Por qué luchaba?

Parecía ser que la incertidumbre era su amiga más cercana en estos días.

¿Por qué él? ¿Por qué, de todas las personas, había sido escogido por Voldemort?

Draco Malfoy miró la marca en su brazo izquierdo, con su mano derecha la acarició y el leve rose provocó un escalofrío en todo su cuerpo.

Draco siempre había sido obediente a su padre, principalmente por el sentimiento de miedo y de autoridad que el mismo le generó toda su vida, nunca había siquiera dudado de las órdenes de su padre, su mente jamás contempló la posibilidad.

Cuando le dijo que debía repudiar a los sangre sucia.

Lo hizo.

Cuando le dijo que los Weasley no eran más que traidores a la sangre y escoria.

Los denigró, tal como su padre decía.

Sin embargo, las órdenes de su padre, aunque Draco no estuviese de acuerdo, nunca lo habían llevado a cometer atrocidades, nada más allá de simplemente ser un patán o insoportable para el resto.

En parte, una de sus razones para molestar a Potter, Weasley, y en especial, a Granger, era porque encontraba divertido un grupo que se atreviera a desafiarlo, cosa que, francamente lo divertía.

Ademas de que su padre lo felicitaba cada vez que provocaba al llamado "Trío de Oro".

Pero esta vez, las cosas habían ido demasiado lejos.

"Tengo una tarea muy importante para ti joven Draco"

La voz del mismísimo señor tenebroso inundó la mente del rubio, recordando sus órdenes. Reparar el armario evanescente y además...asesinar a Dumbledore.

Un escalofrío recorrió su cuerpo y volvió al presente. Estaba en los baños, su cuerpo sudaba y se estremecía sin poder contenerse, sentía la necesidad de llorar, de descargar su ira y desespero en algún lugar alejado del resto.

Con velocidad, empezó a quitarse el suéter, quedando únicamente en su camisa blanca como la porcelana, abrió el grifo y se enjuagó la cara ahogando un sollozo que buscaba escapar de sus labios.

-Se lo que hiciste Malfoy-. La voz de Potter lo tomó por sorpresa, pensó haberlo perdido en los pasillos.

Draco se miró en el espejo, y a su vez, vió a Potter mirándolo con desafío, se pasó una mano por el rostro y tomó firmemente su varita con su mano derecha.

- ¿Ah si? ¿Se puede saber que descubriste Potter? -. Deliberadamente, Draco escondió su brazo izquierdo detrás de su espalda, recordando que tenía la manga arremangada.

- ¡Sé que eres uno de ellos, tu hechizaste a Katie! - Acusó Harry, apuntando su varita en alto.

Draco trató de mantener la calma, empezar una pelea en los lavabos no estaba en su lista de prioridades, y si atacaba a Potter se vería aún más sospechoso.

-Wow, wow, wow, relajate San Potter-. Draco intentó mantener su tono burlón y confiado mientras lentamente se movía por los lavabos buscando un lugar que le proporcionara cobertura.

Un silencio se apoderó de ambos, Draco vió las intenciones de Potter y al unísono gritaron.

- ¡Expelliarmus!