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-¡Señor! Hay muchos muertos en este poblado señor, no hay esperanzas de vida en este lugar.

Dijo uno de los aliados del alemán, este aliado era Imperio Japonés; bajo y flaco, con una cara redonda y ojos finos y delgados. De cabello negro, corto y recto y una mirada totalmente seria que no demostraba sentimiento alguno.

El alemán encabezó y comenzó a caminar frente a sus dos compañeros, revisando cada casa para verificar que el área esté despejada. Mientras caminaban uno de los compañeros; el italiano, notó que uno de los escombros de las casas se movían y se escuchaban leves sollozos, lo cual le llamó la atención.

-Reich! Disculpe que lo interrumpa, pero creo que hay vida aún bajo los escombros-...

-¿Y qué esperas? Encargate de ello, no podemos dejar a nadie vivo por aquí.

Se acercaron los tres, teniendo cargados sus fusiles mientras Italia Fascista quitaba los escombros rápidamente. Al notar movimiento apuntaron, pero bajaron sus armas al ver la mano de un niño. Se miraron confundidos e Italia terminó de sacar los escombros para que aquella criatura saliera de aquella asfixiante montaña de ladrillo y tierra.

-...Un...Niño. No parece pasar de los  4 o 5 años.

Mencionó el japonés, notó como su jefe apuntaba con su arma pero este lo detuvo rápidamente, notandose alterado y preocupado por lo que planeaba hacer.

-¡Espera! Es solo un pequeño inocente, no puedes matarlo así como así, ¿y sus padres?

-...¿Desde cuando eres tan piadoso? - Preguntó Italia

Imperio Japonés lo miró con una cara de que le arrancaría la cabeza si seguía hablando.

-No me importa si es un niño, este niño crecerá y puede causarnos muchos problemas en el futuro.

-¿Realmente quieres quitarle la vida a un alma inocente?

Insistió Italia, Imperio lo miró a los ojos esperando una respuesta por parte del alemán. Luego notaron que el niño empezó a tartamudear del miedo, pero sin lograr formar una palabra u oración alguna.

Reich estaba contra la espada y la pared, era un niño con miedo, probablemente sin familia... Si lo dejaban vivir él estaría por su cuenta y sufriendo el resto de su vida, pero si lo mataban acabarían con su sufrimiento. Sin embargo, habían otras opciones que no se le habrían ocurrido al alemán hasta ese momento.

-Niño, ¿cómo te llamas?

El niño, luchó contra su miedo y logró formar una oración, pero no podía verlo directamente a los ojos.

-S-soy...Venezuela...

¿Un país? ¿Un país que tiene años de independiente era representado por un niño indefenso?

-¿Venezuela no es un país latino? Pero, ¿qué hace aquí en Europa?

Dijo Imperio, confundido al igual que Italia y Reich. Este último se fijó en algo que nunca había visto antes...Aquel país tenía alas. Alas pequeñas y ángelicales.

Italia los miró y agregó; -No podemos dejarlo aquí, es un país representado por un niño... Si de por si es cruel matar a un infante, imaginense que ese infante represente a un pueblo que no tiene nada que ver con nuestros problemas.

Reich pensó por unos segundos y tomó una decisión, se acercó al venezolano y se agachó.

-¿Tus padres?

-...N-no sé que les pasó, dijeron que los esperara y no volvieron

Era obvio que aquellos padres habían pasado a mejor vida, así que el lider avanzó.

-Te irás a vivir conmigo, tus padres... Ya no están aquí.

-¡P-Pero-...

-¿Quieres vivir o morir?

Dijo Japón, a lo cual Venezuela solo se calló y asintió, se levantó con cuidado y se acercó a Third Reich.

-Eso creí.

Reich tomó en brazos al infante y sin decir ninguna palabra dio la orden de que sus compañeros estuvieran alerta y le cuidaran la espalda.

Caminaron y caminaron hasta llegar a una gran casa en Berlín, ahí dio hospedaje a Imperio Japonés, Italia Fascista, y claro, a Venezuela.

-Pueden quedarse por hoy, fue una larga caminata. Ya saben donde está la comida, prepárense algo y vayan a comer.

Dijo el alemán, a lo cual Imperio e Italia asintieron. Venezuela estaba en el sillón esperando a que Reich viniera con un botiquín a curar sus heridas.

...

-¿Cuántos años tienes?

-Tengo...4, creo, es lo que dijeron mis padres que tenía...

Reich se sorprendió con esta respuesta, su mentalidad era muy moldeable y no parecía tener una idea clara sobre lo que era él, aunque, para ser sinceros. Si parecía un niño de 4 años...Físicamente hablando, ya que en lo que sería habla y actitud no lo parece ni un poco.

Luego de un rato terminó de curar sus heridas, lo recostó con cuidado en el sillón y lo tapó con una manta.

-Intenta dormir, así sanarás más rápido, yo te despertaré mañana por la mañana.

-Está bien, muchas gracias...Señor

Y ese día, gracias a que fueron a aquel poblado fantasma, su aventura comenzó. Venezuela y Thitd Reich formarían lazos increíbles y se irán conociendo poco a poco.

Continuará.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2023 ⏰

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