60. Rumbo nuevo (Final)

Magsimula sa umpisa
                                    

—Te ves muy bien, heredaste la belleza de Arin de eso no hay duda, pero no me gustaría que algun tonto alfa te aleje de mi— Abrazó al menor que sonrió apenado.

—Dejen el drama y mejor sientense que vamos a cenar— Arin ya tenia puesto un delantal y se encargaba del resto de la cena.

Fue curioso verlo tratando de hacerse cargo de la cena, pues padre e hijo sabían que Arin nunca pudo llevarse bien con la cocina.

⚔️

Con la calma de vuelta, los días volvían a ser cotidianos. O una tortura para Mable.

"Que asco" Pensó el omega, viendo de reojo a su alfa cambiandose de ropa y dejando ver los kilitos demas en su cuerpo.

Ambos estaban solos en la habitacion, Tonk como siempre se llevó una almohada y su cobija al sofa amplio que habia ahí. Era cierto que ambos no se hablaban mas que lo necesario, pero era muy hiriente ver las muecas y gestos despectivos de Mable, hasta ese punto era casi insoportable, sobre todo cuando abría la boca para insultarlo.

—¿Has pensado hacer dieta? La verdad no soporto verte.

—¡Cállate!

—¡Qué! ¡¿Quién te crees que eres, maldito cerdo?!

Tonk ya no soportaba mas a Mable y sus desplantes. Su paciencia casi se esfuma de no ser que se detuvo antes de cometer una tontería.

Por un segundo, Mable se asustó cuando vió al alfa acercarse con la mano en alto, como si fuera a golpearlo.

Tonk dejó salir un jadeo disgustado, luego tomó su bata y salió de ahí dando un portazo.

Mable se quedó solo por varias horas, hasta la madrugada, no pudo dormir, asi que escuchó perfectamente las risas de sus hermanos mayores, por el tono estaban algo tomados, luego pudo oir a Tonk ingresando a la habitacion tras despedirse de Vali y Albis. Mable se sentó y miró al alfa con la misma expresion que cuando él se fue.

—Bebiste...

—Eso no es de tu incumbencia— Tonk le respondió de manera grosera, debido al alcohol que no le dejaba estar lúcido por completo, pero sí para callarle la boca al omega.

—Es verdad, tu no me importas.

—Lo sé y la verdad es que empiezo a detestarte como tu lo haces conmigo.

—¿Qué?

—Lo que oiste...— Tonk se sentó cerca de Mable y presionó su madíbula con algo de rudeza. —Antes te idolatraba, pero me dí cuenta que solo eres bello por fuera, porque por dentro eres horrible. Nisiquiera entiendo cómo es que eres hijo de Elis Berquist que es una persona tan amable y agradable, hasta me ayudó a habituarme aquí, pero tú... siento rabia en la misma medida en que me gustas.

"Duele"

Mable siempre fue de oidos sordos ante las críticas e insultos de otros, pero las palabras de Tonk le hicieron brotar lágrimas.

El alfa lo notó y no pudo evitar quitar esas lágrimas con sus dedos.

—No llores.

Fue un momento caótico para las emociones florecientes producto de la sinceridad. Tonk terminó besando a Mable para consolarlo. Entre sollozos, ambos continuaron ese beso calmante.

—No es verdad todo lo que dije... yo te sigo amando.

Mable y su ser sencible oculto en lo mas profundo, provocaron que se sintiera tan vulnerable que solo buscó la tranquilidad en los brazos del alfa.

Destinado al AlfaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon