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📍 Manchester, 04:22 pm.

Cielo vio llegar a Matías a través de la ventana de aquel café, apenas la vio el rubio caminó hacia la mesa y se inclinó para darle un beso. La castaña dudó pero no quería más problemas de los que ya traía, le correspondió el beso con toda la frialdad del mundo, porque eran eso, una relación vacía sin sentido.

No entendía como terminó involucrada con una persona como él, o sea si, pero llegó a preguntarse el por qué. No era novedad que esto fue por las insistencias de su madre, ¿de quien más iba a ser? Cuando llegaron a Manchester Cielo estaba que se moría de la tristeza, su madre sacó provecho de eso e hizo que se presenten con Matías, la pregunta es ¿Por qué Cielo lo permitía? no tenía opción, la última palabra siempre la tenía su madre y al criarse toda la vida de esa manera tan enfermiza provocó problemas de confianza en la castaña, vivía en una burbuja que su madre moldeó a su gusto para ella y a pesar de que Cielo en circunstancias era "madura" para otras cosas no lo era tanto. Si trataba con gente desagradable lamentablemente se la comían viva, como en este caso, Matias, quien vivía manipulandola.

― No entiendo porqué me citaste si nos vemos hoy a la noche ―dijo ella irritada, apenas llegó él y ya quería irse.

― ¿Pediste? ―preguntó él ignorando los comentarios de Cielo, ella lo miró confundida, su cara era indescriptible hasta que cayó donde estaban, se refería al café.

― No si no se hablar inglés.

― ¿Entonces para que venís a estas clases de mierda? ―manifestó él sacando el celular para escanear el código QR y obtener la carta―. Hay que ser tarada para no saber inglés eh.

― Mati no voy a aprender de un día para el otro ―suspiró apoyando los codos sobre la mesa y descansando el mentón en sus manos―. Vos no aprendiste rápido.

― ¿Que decís? si yo me crié acá toda la vida.

Cielo se quedó pasmada, como se notaba que no sabía nada de él, el estómago le empezó a doler, no quería estar ahí.

― ¿Es necesario esto?

― Si que es necesario ―respondió Matías al instante―. Me venís esquivando hace días ¿Pensas que me hace bien estar así? no te entiendo Cielo, actúas como una nena chiquita y me rompe las pelotas eso.

― Perdón yo... no estoy pasando un buen momento ―confesó después de dudar si contarle de sus sentimientos―. Estoy encerrada en casa todo el tiempo, lo único positivo que veo de todo esto son las clases de inglés, después vuelvo a lo mismo, a nada.

― Esas boludeces tuyas ―se quejó―. Tenés que ser más viva, agarrale alguna tarjeta de crédito a tu papá y te vas de shopping, problema solucionado.

― ¡¿Pero como voy a hacer eso?! ―exclamó horrorizada, no podía creer lo que estaba escuchando.

― No grites, me haces pasar vergüenza.

― Posta que no se puede hablar con vos. Me voy ―la castaña hizo un ademán de irse pero Matías fue más astuto y la agarró fuerte de la muñeca.

― Vos no te vas a ningún lado ―ordenó cambiando el tono de voz, ese tono que Cielo conocía a la perfección y no le quedó otra que volver a su lugar.

Matias llamo al mesero y pidió dos cafés, Cielo escondió su cabeza entre sus brazos cruzados sobre la mesa, de verdad que quería irse a su casa, no soportaba más la presencia del rubio. No tenía sentido que ambos hablasen de lo pasaba en su "relación" porque al fin y al cabo Matías iba a salirse con la suya, como de costumbre.

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