"Brandy Cattle, lamento informarle que usted es infértil"
"Usted es infértil "
Esas tres palabras estaban clavadas en el alma de Brandy Cattle. Tres palabras que sentenciaron su destino, que destruyeron su corazón.
Brandy quería ser madre pero el destino, tan cruel como puede llegar a ser, le negó la posibilidad de poder tener una familia como la de su hermana Chilli.
Cuando supo que su hermana iba a tener un hijo con su marido, su corazón quedó en shock. Ella no pudo más que felicitar a su hermana. Pero en el interior, ella sufria.
Ese sufrimiento y dolor se incrementó cuando nació Bingo. En su mente rondaba las mismas preguntas:
Porque ella no pudo? Porque Chilli si pudo?
Que hizo para merecer esto?
Estas preguntas la atormentaban día y noche. El dolor nublaba su juicio, así que decidió que no iba a ver a Chilli ni a sus hijas. Ver a Chilli con un esposo amoroso y dos hermosas hijas hacían sentir miserable a Brandy.
No quería verlos otra vez. Aunque le dolía hacerle eso a su querida hermana, sabía que debía alejarse de ellos. Su estado de ánimo la podría meter en problemas.
Le pidió al cielo que le hiciera un milagro, que pudiera tener un bebé. Deseaba con toda su alma que pudiera ser madre.
Y el destino la escuchó. El destino a veces junta a las almas rotas para que puedan ayudarse mutuamente a sanar.
El destino escuchó la súplica de Brandy Cattle y decidió darle lo que su corazón anhelaba.
