T R E S

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Al día siguiente

Me encontraba lista con el uniforme puesto, y jamás fui de usar falda. Me siento descubierta y como una chica delicada.

—T/N ya debes irte— gritó mamá desde la cocina. Creo.

—en un momento bajo— grite. Me vi por última vez en el espejo.

Al bajar papá ya estaba a punto de irse— nos vemos en la noche— le dio un beso a mamá y besó mi frente para poder irse.

—te ves bien con el uniforme— aludó mamá.

—me veo patética— mascullé.

—no le veas el lado malo hija, jamás haz usado falda y te ves bien— escuche el claxon y salí con un café en la mano que me dio mamá.

—nos vemos mamá— dije y salí de casa.

—lindas piernas— reía Aidan.

—idiota— rodé los ojos.

—gracias— reí por eso.

Comenzó a conducir para irnos a la escuela. Empece a ver mi Instagram y veía muchas publicaciones e historias de nuestro pequeño concierto de anoche.

—fue todo un éxito anoche— sonreí.

—lo se, vi hoy Instagram y muchos dijeron que cuando volvíamos a tocar— mencionaba.

—bueno hay que hablar con el señor Wallas— sugerí.

Llegamos a la escuela, al bajar del auto entramos al instituto y todos usaban el uniforme.

—¿por qué todos nos miran?— cuestionó— ¿será por el concierto?—

—no lo sé pero espero y sea por eso— reí.

—retiro lo dicho, te miran a ti— reía.

—claro que no— le reste importancia.

—¿te das cuenta que jamás haz usado falsa y todos observan el cómo te miras?— parecía obvio.

—no creo que sea eso Aidan— reí nerviosa.

Un idiota se atravesó en mi camino— hola linda— dijo en un intento de coquetear.

—no gracias— lo rodee para irme.

—estaba pensando en después de salir de la escuela ir por—

—no me interesas y no me interesarás jamás. Piérdete— dije enfrentándolo.

—no me dejes así nena— me tomó de la muñeca y me lastimaba.

—suéltame idiota— forcejee.

—te dijo que la soltarás— defendió Aidan empujándolo.

—tranquilo Aidan, yo puedo— lo aleje.

—¿acaso es tu novio?— reía el sin vergüenza.

—mi mejor amigo— sonreí orgullosa, le di una patada en su entrepierna— jamás me vuelvas a tocar— vi como se retorcía de dolor.

Muchas aplaudían y me felicitaban por el acto que hice. Sonreí y nos fuimos de ahí.

—ojalá entienda que no tiene el derecho de tocarte— dijo Aidan ya alejados de ese espectáculo.

—así entenderá que no lo puede hacer con las mujeres— llegamos al patio trasero y me senté debajo de un árbol.

Me acosté en el pasto del patio mientras Aidan leía "Cuando no queden más estrellas que contar".

—¿alguna vez haz contado estrellas?— interrumpió la lectura.

—no, pero sería cliché— dije con tono de asco.

—ya se que lo cliché no es lo tuyo— rió con ironía.

—y por eso eres mi mejor amigo, me conoces mejor que nadie— dije observándolo.

Continuó con su lectura hasta que sonó la campana para ir a clase.

🖤🤍

Después de un día tedioso, ya nos podíamos ir a casa. Bendito sean los fines de semana.

Aidan había hablado con el señor Wallas y nos dejará tocar en el restaurante los fines de semana. Con la condición que nos quedaremos con el 5% de ganancias, no es mucho pero por algo se empieza.

Nos dirigíamos al auto de Aidan riendo y platicando acerca de lo que tocaríamos este fin.

—¿Daisy entonces es la baterista de la banda?— cuestione. Me agrada Daisy pero desde el beso es algo incómodo verla.

—si, ¿tú no quieres?— parecía sorprendido ya que ella había tocado muy bien.

—no claro que si— reí nerviosa— ¿recuerdas cuando dije qué tal vez te gustaba?— debo estar como tomate.

—así es— asentía aún sin entender.

—bueno me besó en la práctica antes de que llegaras— dije ya sin rodeos.

Aidan comenzó a reír fuertemente haciendo llamar la atención de las personas— ¿no sabias que era lesbiana?— abrí enormemente mis ojos.

—¿por qué no lo dijiste?— ahora si moría de la vergüenza.

—creí que te darías cuenta cuando la conocieras— ya dejaba de reír— sabía que estaba enamorada de una chica pero no sabía que de ti— seguía riendo.

—cállate— lo golpee en su hombro.

—Aidan— gritó alguien detrás de nosotros y volteamos a ver.

—Melody— dijo Aidan. Yo no conocía a esta Barbie barata.

—adivina que— su voz es estresante— hablé con el profesor y me dará chance de hacer mi tarea contigo— festejaba con su voz chillona e irritante.

—¿qué proyecto?— le cuestione a Aidan.

—el de investigación, el que hacemos tú y yo— sonreí y voltee a verla.

—lo siento rubiecita, él es mi compañero de proyecto, consíguete a otro— tome a Aidan de la mano y seguimos nuestro camino.

Pero no se rendía, se puso delante de nosotros— lo siento no hablaba con una cualquiera— maldita perra.

—la cualquiera es la rubia oxigenada que tenemos enfrente así que quítate de nuestro camino antes de que te arranque los pelos oxigenados que tienes— dije amenazante. Ella simplemente se fue haciendo una rabieta.

Al llegar al auto, no decía nada Aidan— creí que no querías hacer el proyecto— habló.

—eres mi compañero de proyecto y mi mejor amigo, claro que lo haré contigo— dije mientras abrochaba el cinturón de seguridad.

—si pero creí que dejarías que lo hiciera con alguien más— ¿quería hacerlo con alguien más?

—bueno— me baje del auto.

—¿a dónde vas?— gritó bajándose del auto.

—a decirle a esa perra oxigenada que cambiaste de compañera— grite molesta.

—no era lo que traté de decir, T/N— me tomó de la mano.

—¿entonces qué querías decir?— estaba molesta— ¿a caso es ella de quien estás enamorado?— esto si iba a ser una gran ofensa.

—claro que no— dijo obvio.

—no te entiendo Gallagher— regrese al auto y me subí.

—¿qué no entiendes?— subió el también.

—toda chica que se acerca a ti no es la que te gusta, ¿a caso es alguien inalcanzable?—

—si— dijo firme— es alguien de quien no me puedo enamorar porque— se detuvo.

—¿por qué?— dije ya más tranquila.

—porque se que no será correspondido— dicho eso arrancó el auto y comenzó a conducir.

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