「 O16 | with you everything is better 」

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— Kiri ya se siente mucho mejor gracias a Eywa. — La de orbes dorados se aproximó a la metkayina, pasando por su lado. — Ven, le vendrá bien distraerse.

No podría negarse dos veces, así que siguió a la mayor con algo de timidez.
Al entrar a su marui apreció sus alrededores, notando el toque personal que le habían dado con el paso de los días.

— ¡Ley'ra! — La menor de los Sully se abalanzó hacia la susodicha, abrazándola con una sonrisa.

— Tuk. — Saludó enternecida, revolviendo el cabello de la niña. No sabía cómo es que la adoraba tanto, pero era mutuo.

Debía admitir que disfrutó mucho aquel tiempo compartido con las tres mujeres. Era algo distinto que se salía de su rutina, y lo agradecía.
Se fijó con atención en lo que hacían mientras se dedicaba a jugar con Tuktirey, quien demandó su atención desde que llegó. Aparte se dejó hacer unas cuentas trenzas sueltas en su cabello por la niña, completando así su peinado.

— ¡Neteyam, mira quién vino! — Ante la llegada de los varones, Tuk los recibió entre saltos mientras tomaba la mano de su hermano mayor para apresurarlo.

— Ley'ra. — Murmuró su nombre, dejando escapar una sonrisa la cual fue correspondida.

— Creo que debería irme, ya sé hace tarde. — Avisó la metkayina a la familia, pues no quería ser un mal tercio. — Muchas gracias por todo.

Se despidió de los Sully con cordialidad, dirigiéndose a la salida cuando lo vio oportuno.

— Voy a acompañarla, regresaré antes del eclipse. — Comentó Neteyam con rapidez, acompañando a la fémina.

Ni siquiera se había molestado en pedir permiso, lo cual a sus padres le resultaba algo gracioso; estaba siendo muy obvio. Ambos los vieron marchar, observando sus figuras desvanecerse conforme se alejaban.

— Neteyam está enamorado. — Susurró Jake para su pareja, habiéndolo notado solo recién.

Neytiri sonrió con cierta complicidad, pues lo supo desde el primer día cusndo su hijo se sentó junto a ella, todo gracias a su instinto maternal.
Una sensación melancólica se instalaba en lo profundo de ellos al ver al chico crecer tan rápido. Parecía ayer cuando aún era un niño que aprendía a usar el arco, y hoy ya se había convertido en un hombre hecho y derecho, un guerrero.
Pero sobre todo, sentían una gran dicha al verlo tan feliz. Habían hecho un buen trabajo.

Ley'ra y Neteyam se miraron tras unos segundos, sonriendo con cierta pena al hacer contacto visual.
Llegaron a la tienda de la muchacha, quedándose estáticos en su sitio. Los dos sentían que era muy pronto como para despedirse.

— ¿Te gustaría dar un paseo? — Propuso Ley'ra algo dubitativa, observando atentamente al más alto. — Conozco un buen sitio para ver el eclipse. — Le regaló una sonrisa, esperando ser suficientemente persuasiva como para convencerlo.

— Por supuesto. — Pero realmente no lo necesitaba, el varón estaría contento de seguirla a donde quiera que fuese.

— Vamos. — La fémina le sonrió, tomando su mano con cuidado para comenzar a caminar de esa manera.

Juntos se adentraron al bosque del arrecife, comenzando a caminar primero por una zona que conocían bien al ser la que llevaba hasta el lago, aquel lugar especial que le había enseñado hace poco.
Sin embargo, no se detuvieron al llegar a éste sino que siguieron avanzando.

Tuvieron que cambiar de rumbo alguna que otra vez cuando los árboles se hacían tan tupidos que no permitían que los atravesaran fácilmente.
Estaban fundidos en un cómodo silencio, mirándose de vez en cuando sin soltarse de las manos en ningún momento; no estaban dispuestos a romper aquella calidez que se transmitían el uno al otro.

 𝐉𝐈𝐍𝐗 | ɴᴇᴛᴇʏᴀᴍ ꜱᴜʟʟʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora