MENTES DE LUZ © ( MENTES #1)

Capítulo 17 | Vacío

N/A: al ver que el método maratón no me funciona, he decidido que voy a publicar un capítulo (o dos) de MDL a la semana. Así le doy una revisión rápida y lo publico al momento, sin tener que tardar tanto innecesariamente. Además, es mejor para el algoritmo de Wattpad que publique poco a poco que de una. ¡Gracias por la paciencia! Recordad revisar el apartado de advertencias antes de seguir leyendo, votar si os ha gustado el capítulo y dejar un comentario que nunca viene mal <3

Gracias por estar aquí.

Ah y en @wanderwho voy a publicar mis historias (trilogía MENTES y ECDMD) en inglés, por si os interesa echarle un vistazo.

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Me siento como un fantasma, en un mundo que no me pertenece. Mi piel no es real, mi cara parpadea oscuridad, mi corazón yace sin vida, mis manos están paralizadas. Mis lágrimas no son gotas, sino aire que me quema las mejillas con furia.

Un escalofrío me recorre las entrañas. Los olores de mi alrededor de repente se enfatizan más, y la sangre ya no es fiel a su esencia. Ahora huele a recuerdos.

Trago saliva, frunciendo lentamente mis pestañas.

El coche se detiene abruptamente, y siento la mano de Kenneth acariciar mi rodilla. Le miro sin expresión alguna. Mis ojos me escuecen y las náuseas no han desaparecido. Los pies me duelen y el pecho me sigue pesando.

Y soy incapaz de mover mis manos, tintadas en sangre de las personas que más amé en este mundo.

—Ya llegamos, Keith —hace una pausa, con cierta preocupación—. ¿Cómo estás? ¿Estás mareado?

No hablo. No respiro. Ignoro la búsqueda de sus ojos avellana.

—Keith.

Asiento en respuesta.

Después de nuestro reencuentro, un coche negro nos interceptó. Al principio me asusté y sentí que me iba a dar algo ahí mismo, pero entonces Kenneth me aseguró que era uno de los suyos. Otro coche más se unió. El primero era para acogernos a los dos, y el segundo para los dos acompañantes de mi hermano.

Según tengo entendido de su explicación apresurada; hace tiempo que sospechaban de la actividad de la inquisición en mi zona, y se preparó para venir a avisarme y ver un tema suyo con su dos compañeros a la vez. Pero cuando había oído lo ocurrido en mi vecindario, vino corriendo a nuestro punto de encuentro para ver si nos encontrábamos, porque intuía que iba a buscarle. Él sabía que la matanza en todo un vecindario no iba a ser más que obra de un mente.

Kenneth es el primero en bajar del coche para venir con prisa a mi lado y abrirme la puerta. Me coge del brazo con cuidado, ayudándome a poner los pies en el suelo de nuevo. Les sigo cojeando, e inspecciono el sitio sintiéndome mareado en el acto. Soy incapaz de ver nada en plena oscuridad. Puedo oír el sonido de algunos insectos y las pisadas de nuestro grupo en la arena.

Quiero preguntar donde está estamos, pero las palabras no me salen. Mi garganta está tensa y seca, y no dejo de sentir mis latidos como si me fuera a desfallecer ahí mismo.

Odio que mi corazón siga latiendo después de todo.

—Estamos dentro de un zoo abandonado que hay en West Milford. Sé que no puedes ver nada ahora mismo. Pero esto está viejo y vacío, así que no temas que alguien ajeno nos llegue a ver. Lo que tenemos arriba es uno de los puentes que hay en su interior, lo cual es más seguro para nuestro escondite —agrega poco después.

¿West Milford? Con razón sentí que el recorrido en coche se había alargado.

Suspiro mirando hacia delante. Los dos conductores y los conocidos de mi hermano nos esperan frente a una puerta metálica que parece sucia a distancia. Los olores a pis y heces se instalan en mis narices junto a la sangre seca en mi rostro y el olor a vómito que parece que se ha apropiado de mi vestimenta. Trago saliva al caminar, reuniendo todas las fuerzas necesarias para no vomitar de nuevo. Me fijo en la chica de ojos grises por un momento, y mi cuello se tensa al notar como me examina con interés.