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Había descansado un rato, unos 30 minutos, dormí y cerré mis ojos aliviada pero gracias a los susurros de las voces claramente no iba a dormir bien.

Me levanto de la cama para tomar un baño y prepararme en busca de Constantine.

Preparo mis cosas de higiene ordenadas en la cama, estaba oscura la recámara, como me encantaba.

Decidí usar una falda de cuadros color beige con rojo y naranja, una camisa negra, una chaqueta del mismo color con algunas rayas poco visibles de color naranja, y para terminar unas medias negras con unos zapatos estilo Mary Janes naranjas.

Me meto a la regadera con el agua fría y empiezo a hacer la rutina.

Salgo fresca como una lechuga del baño ya recién bañada con mi bata para colocarme crema corporal y el conjunto de hoy.

Después arreglo mi cabello en un chongo un poco desarreglado y un maquillaje.

Tomo mi típica bolsa con el papel, mis audífonos, teléfono, cartera y demás para salir del hotel.

Regreso en donde me habían atendido esta madrugada.

— Hola, ¿sabe dónde está el café Eazy? — Pregunto.

— Mmmh, el café esta cerca de aquí, a 2 cuadras, en la calle Whintsu. — Dice ella.

— Muchísimas gracias. — Agradezco para salir del hotel buscando la calle.

Hasta que por fin veo el típico letrero de cafetería para entrar y veo mucha gente viéndome de reojo.

Trago saliva fuertemente pues me sentía débil e intimidada.

Llego a la típica barra en donde atienden y le dirijo la palabra a un joven.

— Buen día, busco a...John Constantine. — Digo directamente.

Todo queda en silencio y el chico señala con la cabeza a una mesa, en donde se encontraba un hombre vestido de traje negro.

Sacudo la cabeza en modo de agradecimiento y camino a la mesa en donde el señor me voltea a ver.

— ¿Usted es John Constantine?

— Así es...¿cómo logró localizarme? — Pregunta dándole un sorbo a un café mientras de lado tenía una cajetilla de cigarros.

— Ahora lo sabes. — Susurra una voz a mi lado, un alma.

— Cállate. — Digo alterada.

— Ah...siéntese porfavor. — Me señala la silla delante de la suya.

— Bien, antes...Mi nombre es Grace Grecity, soy de una ciudad cercana de aquí, lo localicé gracias a el sacerdote Paul Owner. Y lo busqué porque usted es un exorcista y tiene un don parecido al mío...

El escucha atentamente mientras enciende un cigarro. — Pues así es, ¿qué necesita?— Pregunta sacando el humo.

— Bien, iré directo al grano, puedo ver almas en pena desde que tengo memoria, ellas desde hace un tiempo me susurran su nombre e incluso sueño con usted. Ellas me pidieron que lo buscara, así cuando estemos juntos las almas puedan descansar en paz, muchas, y salvarlas. — Digo rápidamente.

— Ya veo...pues yo también he soñado con alguien parecida a usted...Señorita Grecity. — Comenta susurrando lo último.

El también era atormentado.

— También estaba por buscarle...pero, al final no lo hice nunca.

Me sorprendí a su respuesta, vaya que este hombre si era bastante guapo.

Mi Única Pista | Constantine Where stories live. Discover now