20

28 2 0
                                    

Cuando Yuuri llegó a Hasetsu sintió que era un hombre diferente. Se habia puesto el suéter que Yuuri le había dado a cambio de su bufanda. La prenda no era del estilo que él utilizaba, era de estampado de animal print, aún cuando se sentía extraño usando algo que comúnmente no usaría, fue agradable para él pues aún tenía el perfume del rubio y su aroma tranquilizaba sus nervios.

Mientras esperaba su equipaje decidió enviar un texto al rubio, ya era un poco tarde y asumía que él se encontraba dormido. Él había dormido en el vuelo, su última noche en la isla la paso despierto a lado de Yuri, hablaron todo el tiempo, compartieron algunos besos y aprovecharon cada minuto que les quedaba juntos antes de separarse.

Yuuri había notado como el rubio quería avanzar en su contacto, habían pasado de los besos sencillos a unos más apasionados, incluso habían permanecido solo en boxer mientras se besaban y explotaban sus cuerpos.

El mayor se negaba a hacer un avance más profundo con él y no porque no quisiera sino que se recordaba constantemente en qué él significaba las primeras experiencias para el joven y no quería que su última noche tuvieran un encuentro más profundo si al día siguiente tenía que marcharse. No quería hacerlo si luego tendría que dejarlo por tiempo indefinido.

Cuando salía del aeropuerto pudo ver a Yuko cerca de su auto, la chica había llevado su van familiar para recogerlo.

Apenas se percató de su presencia, Yuko se acercó a paso acelerado a él y lo envolvió en sus brazos. Antes nunca se habrían atrevido a hacer eso, a abrazarse y menos estando en público, pero con los años que habían compartido con Viktor y todas las costumbres que el ruso tenía, los ánimo a tener ese tipo de gestos con las personas más cercanas e importantes de sus vidas.

- ¡Yuuri! Que alegría me da verte - saludo la chica separándose del abrazo y tomando una de las maletas que el moreno traía en las manos.

- Lo mismo digo Yuko, me alegra mucho verte.

- Te hemos extrañado bastante - ambos caminaron hacia el vehículo y acomodaron las maletas para salir del aeropuerto y dirigirse a casa - ¿Cómo estás?

Yuuri se dedicó a mirar por la ventana mientras avanzaban, sabía lo que su mejor amiga le estaba preguntando y no quería dar una respuesta vaga para su pregunta.

- Me siento mejor, aquel tiempo en la isla me ha ayudado mucho - Yuko lo miró queriendo creer sus palabras.

Cuando se enteró de lo que había pasado se molestó bastante, aún cuando Yuuri le había explicado con lujo de detalles la situación, ella seguía molesta con el ruso. No podía creer que el amor que decía tenerle fuera a dejar de importarle en unas pocas semanas.

Yuuri, de algún modo justificaba a Viktor, aún cuando todo aquello lo había herido, no quería ni iba a forzar algo que ya no existía. Tampoco quería que toda la culpa cayera sobre el peliplata, las cosas simplemente sucedían. Recordó las palabras de Otabek de aquella noche, nadie podía controlar lo que sentía.

- Mari y Minako nos esperan en el bar.

- Yo quisiera ir a casa, necesito descansar.

- Lo sé, ha sido un viaje muy largo pero tú padre aún no sabe lo que ha pasado, sabemos que cuando llegues hará comentarios que podrán incomodarte. Por eso hemos pensando en distraerte un poco antes de que debas hablar con él.

Yuuri lo sabía, Toshiya sería el primero en preguntar por Viktor, aún cuando no era de su agrado, siempre era el primero en hablar del ruso. No quería escuchar todo lo que tenía para decir, al menos no en ese momento por eso no se opuso a ir al bar de Minako, al menos con ellas tres podría hablar y no sentir que estaba siendo reprendido o algo parecido.

- ¿Cómo está él?

- Se encuentra mejor, hace dos semanas retiraron el yeso y a tomado terapia de rehabilitación para ayudar a mejorar su  movilidad pero como ya es alguien mayor y los huesos no soldán igual que en alguien joven, ha terminado por apoyarse de un bastón.

- Ya veo, ¿Y mi madre?

- Ella solo está preocupada por ti,  me pidió que no te agobiaramos, entiende lo que ha pasado y solo quiere que estés bien.

Yuuri sonrió, su madre era la mujer más buena y noble que había conocido, muchas veces deseo poder obtener eso de ella, la admiraba demasiado.

Una vez que llegaron al bar y se encontraron con las otras dos chicas, Yuuri fue abrazado por ambas hasta casi hacerlo caer pero no le importo, realmente les había echado de menos.

- Tenemos una sorpresa para ti - comento Minako mientras les entregaba un tarro de cerveza a cada uno.

- ¿Una sorpresa?

- Hola Yuuri - el moreno se giró para encontrarse con su mejor amigo. Pichit tenía una enorme sonrisa en el rostro.

Hacia tanto que se habían visto por última vez que encontrarse ahora era sumamente agradable

- ¡Pichit!

Ambos amigos se sumieron en un fuerte abrazo. Se habían conocido gracias a qué el tailandés se la pasaba viajando y disfrutando de cada lugar que le llamaba la atención. En una ocasión visito Yu Topia y de ahí nació su amistad.

- ¡Hey, no puedo creer que decidieras ir de vacaciones sin llevarme!

- Lo siento tanto Pichit...

- ¡Como recompensa tienes que contarmelo todo!

Y así Yuuri comenzó a hablar de su estadía en la isla, les contó de los lugares que visitó, la comida que probó y lo mucho que disfrutó del viaje.

Cuando comenzó a mostrar las fotografías que había tomado todos se percataron de que nunca estuvo solo, fue entonces que Minako reparo en la prenda que su ex alumno y amigo ahora usaba.

- ¿Hay alguien de quien quieras hablarnos? - preguntó la mujer con calma. El moreno se sonrojo a tal punto que hasta las orejas parecían haber cambiado de color.

- ¿Y bien? - cuestionó Mari.

- Yo... Conocí a alguien...

Paraíso =Yuyuu=Where stories live. Discover now