𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 21 | 𝗥𝗲𝗰𝗶𝗯𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼

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—Disculpe mi descortesía, mi nombre es Ofelia —dijo haciendo una reverencia breve—Soy la dama de compañía y escolta de la segunda princesa de Arbezela, Yvie de Secramise, he venido en su nombre a hablar con usted

—«¿La segunda princesa? Entonces es hermana de la loca, seguro que ambas son iguales» —pensó con desconfianza—

¿No podía ser si no lógico? No quería mas problemas, si ya tenia problemas con una no quería meterse en problemas con la otra que podía ser igual o peor.

—... ¿Y qué quiere esa mujer de mi? ¿Acaso ella quiere meterme en su joyero o algo así? —pregunto con disgusto—

—La princesa Yvie no cuenta con un harem o "joyero", si le pregunta a cualquier plebeyo o noble le dirá eso —aseguro Ofelia— Mi señora no desea perjudicarlo si no todo lo contrario, ella desea ayudarlo para que se libere del control de la princesa Ariana pero para eso tendrá que escucharme a menos que sienta lo suficientemente capaz para poder hacerlo por su cuenta pero si me permite una advertencia, sin aliados no llegara muy lejos

—«Ella tiene razón...esa mujer tiene de lado a un príncipe de Xek muy poderoso y aun zorro astuto muy peligroso...si no puedo aprender a moverme en este palacio jamás podre escapar» —pensó Jade apretando los puños por la tensión y el estrés que sentía— 

A simple vista esta mujer parecía muy confiable, tenia un aura honesta a diferencia de todas las personas que ha conocido hasta ahora y parecía muy transparente en sus intenciones, aun así, no bajaría la guardia.

—...Te escuchare ¡Pero no aceptare nada aun! —exclamo con seguridad—Así que habla, ¿Qué clase de mensaje me envía la segunda princesa?

—«Como era de esperarse de un hombre de su reputación, mi Señora tuvo la razón acerca de el»—pensó Ofelia resistiendo las ganas de sonreír levemente y ordeno sus pensamientos antes de tomar la palabra—Entonces por favor siéntese mi Lord —dijo sacando una silla de su lugar de un pequeño juego que había en la habitación para que el hombre se sentara—Esta conversación será muy larga

Jade se acerco aun visiblemente tenso pero tomo el asiento que le ofrecía la mujer que se sentó justo frente a el con la elegancia que esperarías de un caballero bien entrenado y educado.

Mientras tanto, desde el pequeño pasadizo secreto se encontraba Alice con una sonrisa leve al poder ver y escuchar toda la interacción entre los dos jóvenes. Su niña pensó correctamente que por el estado del joven Meldea y su aberración por la princesa Ariana este no querría escucharla de buenas a primeras.

—«Hiciste bien en escoger a Ofelia para esta misión mi niña, no hay nada mejor para convencer a un noble joven que un noble caballero como lo es Ofelia» —pensó Alice dejando espiar la conversación entre los dos y tomar asiento en una pequeña silla de madera que a su lado tenia una pequeña mesita con una tetera caliente llena de té, una taza y un par de galletas—

Faltaban pocos días para que el Rey de Darhan viniera a Arbezela y sabia por las cartas del dulce amigo de su niña que tenia algo muy importante que decirle.

[...]

Cuando Arbezela despertó las calles estaban llenas de bullicio, música y voces de muchas personas que veían llegar a toda su escolta que llevaban banderas y trompetas con el representante de la delegación de Darhan y su vocero a la cabeza junto con Haun Baek, comandante de la seguridad del rey. Estas noticias no tardaron llegar al palacio real donde un par de príncipes estaban siendo...casi torturados para vestirse bien este día.

—¡Alice te juro que ya esta bien! No quiero llevar tantas joyas —exclamo Yvie intentando detener a la mujer de que le pusiera un collar—

—¡Tonterías mi niña, tienes que vestirte bien y mostrar tu belleza, ahora deja de moverte y déjame encargarme del resto! —regaño Alice, justo como una abuela regañaría a su nieta que se porta mal—

Emperatriz | FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora