ᘍ છ ᯇ 𝗬𝗔𝗡𝗚 𝗣𝗥𝗜𝗡𝗖𝗘 ︵ㅤ. ( 𝓱𝓳 )

𓂂 ׄׄ ᘡ Nuevas oportunidades ˚ ♡ ੭

Unas semanas después, Jeongin se encontraba en su salón de clases mientras llenaba de colores la hoja en blanco puesta en su mesita.

–¡Innie! –alzando su mirada, se encontró con un castañito corriendo hacia él muy feliz.

–Hyungie –dejó a la vista sus dientecitos en una bonita sonrisa.

Hyunjin se sentó a su lado, acomodando sus cosas para comenzar a dibujar.

–¿Por qué has estado tan solito, Innie? –preguntó mientras.

Jeongin suspiró triste, mirando hacia la silla vacía a su lado izquierdo, en donde siempre se sentaba Minho.

–Hoonie hyung no podrá venir por unos días –dijo bajito–. Mi mamá me dijo que es porque está resolviendo unos problemitas con sus papis, y eso lleva muuucho tiempo. –puchereó mirando a Hyunjin. Hwang le sonrió suave, acariciando su cabellito, haciéndole soltar risitas.

–No te preocupes, Jeonginnie, verás que el tiempo pasa muy rápido.

–¿Es así? –sus ojitos esperanzados miraron al mayor, queriendo una afirmación.

–Ajá, verás que en unos días Hoonie, tú y yo estaremos jugando como antes, solo hay que esperar un poquiiiito.

Yang asintió chiquito, volviendo a su trabajo de dibujar ante la atenta mirada del castaño.

━━━¿Qué dibujas, Jeonginnie? ━━━miró curioso los garabatos en la hoja, viendo el esmero que ponía el menor para que quedara bien.

–Somos nosotros, Jinn- ━━━se cortó, sintiendo sus mejillas calentarse y abriendo sus ojos como platos al darse cuenta de lo que había dicho– u-uhm...

Hyunjin sonrió tierno, concentrándose en el dibujo, mirando con atención para entenderlo. En la, ahora, colorida hoja se mostraba un intento de castillo, pequeños puntos blancos que parecían ser flores decorando lo que se suponía era el suelo, el cielo con nubecitas, pajaritos y mariposas, más dos personitas con coronas en la cabeza agarradas de mano a un lado del castillo..

El castañito suspiró alegre cuando vio arriba de ambas personitas algo escrito, " Jinnie ♡ Innie ".

━━━¿T-te.. gusta? ━━━preguntó bajito el pelinegro ala verlo callado, sacando de su bonita ensoñación a Hwang, quien miró bonito al menor, poniéndolo más sonrojado y nervioso.

━━━Innie... me encanta.

Jeongin sonrió grande.

━━━Es para ti... Jinnie.

Y Hyunjin se sintió derretirse al momento en que Yang le entregó la hoja con emoción.

Prometo cuidarte mucho... Jeonginnie. Pensó, mientras el dueño de su aún inexperto corazón lo guiaba al jardín de aquella escuelita, un lugar muy importante y bonito para los dos.

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Catorce años después

Minho miraba con una cálida sonrisa a su mejor amigo correr hacia él

–¡Hoonie Hyung! –gritó eufórico el azabache, abrazando al mayor apenas lo alcanzó.

–Innie... –apretó al chico entre sus brazos, separándose unos pocos segundos después– ¿Cómo has estado?

Jeongin esbozó una sonrisa, entrelazando sus manos con las de su mejor amigo, comenzando su caminata hasta la cafetería de aquella universidad.

–Hoy amanecí bien, pero se me hizo raro no verte en el desayuno. Aunque luego mamá me dijo que amaneciste en la casa de un compañero. –respondió.

–Uhm, sí. No te dije, estas semanas he estado exhausto de trabajos, siento que voy a morir. –colocó una mano en su frente dramático. Innie soltó una risita.

–Ya~, mamá te mando de igual forma un poco de dinero, por si no pudiste desayunar bien –habló divertido━━━, está en mi bolso.

–Uh, siento que mamá me va a regañar –Jeongin arqueó una ceja, mirándolo curioso, sonriendo cuando Minho terminó su oración–, son casi la una de la tarde... y no he desayunado.

–Me invitas al funeral.

Entre risas, llegaron a su destino, el menor de los Yang soltándose de su mejor amigo cuando llegaron, trotando sonriente hasta donde estaba su amorcito, Hyunjin llenándolo de besitos apenas llegó a su lado, rodeando con sus brazos su pequeña cintura y sentándolo en su regazo.

–Uhg, pero que melosos. Me dan diabetes. –hizo una falsa mueca de asco.

–Cuando estés enamorado entenderás, Hoon. –respondió tranquilamente Hyunjin, mientras escondía su rostro en la nuca del pelinegro, sintiendo las manos del mismo acariciarle su cabello.

Jeongin sonrió bonito, mirando a su hermano sentarse frente a ellos.

Sí, hermanos.

Yang Minho, hijo adoptado del matrimonio Yang.

Ahora, ¿Cómo llegó a eso?

Hace catorce años, aquellos días que faltó a la escuela, estuvo en varios juzgados y procesos, todo con tal de dejar de vivir con sus abusivos padres biológicos.

Desde aquel día que la señora Yang lo conoció, no llegó a descansar hasta poder sacarlo del hoyo en donde estaba, decidiendo, junto a su esposo, adoptarlo, con el anhelo de darle una mejor vida.

Minho amaba a los señores Yang, el matrimonio siempre lo trato igual que a su hijo de sangre, cuidándolo y sanándolo de todos los años de maltrato que sufrió. Les debía la vida a su familia actual, que nunca lo menospreció por ser adoptado y lo recibió como un integrante más a su pequeño hogar.

Creciendo y compartiendo todos estos años con su mejor amigo y, ahora, hermano. Yang Minho se sentía realmente feliz y estaba bien.

–Por cierto, Hoon... –comenzó Hyun– escuché que alguien tiene pensado proponerte salir. –miró a Minho, quien frunció el ceño apenas lo escuchó.

–¿Qué?

–Uyy, ¿Será que al fin Hoonie tendrá a su príncipe o princesa? –bromeó Jeongin.

–Nah, eso de los principitos y princesitas se los dejo a ustedes dos. –sonrió.

Riendo, los tres viejos amigos comenzaron a ponerse al día.

Me dieron otra oportunidad de ser feliz, y ahora lo soy...

A veces solo necesitamos un pequeño empujón.