—¿Hiciste algo que ella no quería?— la nipona se mostró molesta, sería capaz de golpear a la otra chica ahí.

—¿Qué?— respondió con indignación —Yo no la obligué a nada, nunca lo he hecho ni lo haría.

—¿Entonces las marcas en su cuello?

—Yo sabía que no haríamos nada, me apresuré a hacer esas marcas sólo para sentir que yo gané, quería hacerte creer que ella aún me corresponde.— tomó algo de aire —También le hice pensar en que tuvimos algo esa noche.

—Pero...

—Myoui deja de buscar excusas, ya te dije la verdad, ¿qué más quieres? Yo sería la más beneficiada en que tú siguieras creyendo que Sana se acostó conmigo, pero aunque me duela, eso solo la haría infeliz y dudo que me dé una oportunidad así.— miró a Mina a los ojos. —Me haré a un lado, pero con una condición.

—No estás en posición de pedir algo.

—Lo sé, solo quiero que me prometas que si Sana un día te dice que sigue sintiendo algo por mí, nos dejes ser felices.

—No es algo que yo decida., Eso lo decide ella, no tú ni yo.

...

...

...

—¿Hablaste con ella?— Jihyo preguntó mientras colocaba un plato delante de la taiwanesa.

—No. — tomó un bocado. Tzuyu le había contado a Jihyo la verdad de  lo que sucedió esa  noche, la coreana le aconsejó decir  la verdad.

(.)

—Tzuyu, dile la verdad.— la coreana, decía convencida

—¿Por qué debería hacerlo? Quiero que Mina sufra tanto como yo.

—Mina no tiene la culpa.

—Ella me quitó el cariño de Sana.— lloriqueó

—Tzuyu, si no lo dices pero se entera por otras personas, solo aumentará el dolor y enojo. ¿Por qué no hacer las cosas bien desde el principio?
(.)

—Sana no me escucharía, Myoui si.

—Pero, ¿ella no debería ser la más molesta aquí?—

La taiwanesa solo alzó los hombros —Tú lo dijiste Mina no tiene la culpa— porque no negaría que la nipona era un ser lleno de pureza

—Me alegra que lo aceptes— sonrió —He hablado con mi padre, dice que estaría bien si vamos de vacaciones al extranjero. Irás con nosotros, ¿cierto?

—Si, claro.

...

Sana escuchaba en la radio una canción de Taylor Swift, le recordaba a la vez que Mina llegó a cantarle mientras le pedía que fuera su novia, sin darse cuenta unas lágrimas rodaron, ¿por qué lo había echado a perder?

Su celular comenzó a sonar, la pantalla se iluminó mostrando el nombre de Dahyun. No tenía ánimos de responder pero aun así lo hizo.

—Sana, estoy cerca de un café pensé que tal vez querrías acompañarme.

—Gracias, pero justo ahora estoy ocupada.

—¿Ocupada escuchando la radio?— la nipona se sorprendió —Sana estoy solo a unos metros de tu habitación, ¿Cómo puedes mentirme?— la japonesa de inmediato se avergonzó, su rostro estaba rojo y ardía. La pálida fue a su lado —Sé que es difícil, pero creo que te vendría bien una ida al cine.

—No tengo ánimos.

—Bueno vamos al café cerca de aquí.—señaló una fotografía en su celular —Por favor— imploró.

La rubia terminó accediendo, después de todo debía salir de su habitación, aunque cada día que pasaba se sentía como un martirio en pensar en la posibilidad de que Mina quisiera romper, porque lo aceptaría pero sería algo muy doloroso.

...

Justo antes de entrar al café, la coreana la detuvo —Olvidé mi billetera.— dijo preocupada —Entra y yo iré rápido a traerla

—No te preocupes Dahyun, yo puedo pagar.

—No, gracias. De donde vengo eso es de mala suerte.

—¿De qué hablas? eso no es mala suerte en ningún lugar— la rubia rio.

—Como sea, entra, ordena en lo que vuelvo.— dijo y antes de que la otra chica pudiera decirle algo salió corriendo.

Sana negó con la cabeza resignada, su amiga de vez en cuando era rara. Abrió aquella puerta y...

En las paredes había decenas de adornos, al frente se apreciaba un "Feliz aniversario" hecho con globos de helio, había fotos pegadas de ella junto a la nipona pelinegra.

—¿Qué es esto?— murmuró.

—Mi disculpa.— se oyó a sus espaldas la voz de Mina —Sana discúlpame por todo. No quiero romper.

—Mina, soy yo quién debe pedir perdón, no tú.

—Yo juré creer en ti pero dudé.— la pelinegra tenía los ojos llenos de lágrimas, estaba arrepentida. —Yo te fallé.

...

Después de un rato hablando, arreglando sus diferencias, Mina y Sana se dieron un abrazo.

—¿Y Dahyun?

—En el cine.

—¿Ustedes dos lo planearon?

—No, solo yo— rio

—Gracias Mina, gracias por todo esto, no sabes lo feliz que soy gracias a ti.

Mina se acercó, tomó delicadamente el rostro de la rubia y con mucha ternura besó sus labios, ambas disfrutaron ese beso y al separarse la pelimegra fue la primera en hablar —Sana, te amo.

—Yo también te amo.

"Te amo" una palabras tan fáciles de pronunciar pero difíciles de sentir, aquellas palabras que la taiwanesa nunca fue capaz de decir.






...

..

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Hola gente, la verdad es que la historia ya casi termina, pero e gustaría leer sus opiniones respecto al satzu ser esta historia. ¿Quieren que se queden juntas?

Porque pensaba hacer dos finales idk, gracias por leer.

(Not) Us /SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora