capítulo catorce.

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—No te preocupes, yo te puedo ayudar con eso... —responde con una sonrisa—. Yo soy su vecino, y no estabas tan perdido en realidad, justamente este es su departamento —señala la puerta que tienen justo delante de ellos.

—Oh... eso es buena suerte —ríe.

—Solo que... —Taehyung divagó, no sabiendo si era correcto decirle sobre su paradero a un completo desconocido. Aunque en realidad, ni siquiera él sabía sobre su paradero, tendría que limitarse a decirle sobre su ausencia—, no te puedo asegurar que Jungkook esté en su habitación, hace varios días no lo veo.

—Hmm entiendo —el joven se muestra pensativo, pero prosigue—. Sí, Jungkook ha estado un poco ocupado estos días, lo he notado —ante la información, Taehyung no evita enarcar una ceja con interés, preguntándose por primera vez desde que lo vio quien era aquel chico que lo estaba buscando.

No evitó sentirse ligeramente molesto y celoso.

Solo esperaba que realmente no se tratara de algún cazador que anduviera detrás de Jungkook, porque de ser ese el caso, inmediatamente dejaría su amabilidad a un lado y le declararía la guerra silenciosamente.

Entendía, y estaba consciente que él no era el único en la vida de Jeon, y que este probablemente tenía aventuras todos los fines de semana, pero no estaba preparado mentalmente para encontrarse con una de ellas cara a cara.

—Si es algo urgente, yo podría dejarle el recado... soy su vecino, después de todo —sonríe amablemente, aunque por dentro no le caía del todo bien el chico, no hasta no saber quién era realmente.

En cierta parte, era algo obsesivo de su parte, pero no cruzó casi mitad del país en pleno invierno, ni le rogó a su jefe que lo transfiriera a otra ciudad solo para quedarse de brazos cruzados.

—En realidad, me sería muy útil —confiesa el chico—, verás, mi nombre es Eunwoo. Soy uno de los mejores amigos de Jungkook, y venía a entregarle esta invitación —muestra la carta. Taehyung enarca una ceja con interés, sintiéndose algo más relajado al saber que en realidad se trataba de un amigo—. Ayer estábamos hablando sobre ir a un club nocturno exclusivo, pero solo se puede entrar con invitación física, así que me dio la dirección del edificio para que le dejase la invitación en su departamento. Suponía que no estaría —termina de explicar.

«Así que se trataba de eso».

Taehyung pudo respirar un poco más tranquilo. Si el chico sabía que Jungkook no estaría, pero aún así le venía a entregar la invitación, significaba que se trataba de algo importante. De una salida importante que estaba seguro que él podía sacar provecho.

Tenía que haber una manera.

—Oh... ya entiendo —responde, acomodándose ligeramente su bata medio abierta—. Yo puedo dársela si gustas.

—Me harías un gran favor, gracias —sonríe, entregándosela —. Según a lo que nos dijo, Jungkook estaría llegando a las ocho de la noche, puede que a esa hora te lo encuentres y le puedas entregar la invitación.

Taehyung soltó la risa más encantadora que su dulce voz pudiera soltar, y recogió la carta casi con una sensualidad escondida.

Ya sabía cómo sacar provecho de esa situación, y no pensaba dejarlo ir tan rápido, no hasta lograr su cometido.

—Yo se la daré —confirma, acercándose sigilosamente mientras sus pasos era suaves. Era como ver a un felino completamente encantando con una presa sorda de sus pasos—. Y dime... ¿Realmente es un muy club exclusivo? —pregunta casi en un susurro.

El castaño lo miró un poco confundido y receloso pero aún así respondió.

—Bueno, solo las personas con invitación pueden ingresar al área VIP, y no a cualquiera se le da una. Además... los que la reciben son personas famosas o importantes —responde.

—Oh, vaya... es una verdadera lástima —susurra con tristeza, aunque en realidad esto solo era farsa—. Entonces supongo qué... no hay posibilidad de que yo reciba una, ¿no? —pregunta, esta vez acercándose peligrosamente a su cuerpo, y relamiendo sus labios inconscientemente.

—Sería bastante difícil... lo siento —responde algo avergonzado, sintiéndose intimidado por la cercanía de Taehyung. A decir verdad, estaba mucho más cerca que desde el inicio, y esta vez no evitó mirar su pecho al descubierto, una mancha ligeramente café que amenazaba con salir.

El chico tuvo que tragar grueso para evitar que se le saliera una mirada lasciva, fuese consciente o inconscientemente.

—Bueno... supongo que lo intenté —se alzó de hombros, sonriéndole—. No importa, me hubiese encantado ir ya que soy nuevo en esta ciudad, no tengo muchos amigos, y una noche en un club nocturno suena tentador —explica, soltando un suspiro.

Eunwoo lo meditó por segundos, pero aunque quisiera, no sabía nada del chico, y era como que el club aceptara a cualquier persona en la zona VIP.

Kim, al ver que no tenía intenciones de cambiar de parecer, no le quedó de otra que rendirse, y prosiguió.

—Oh, pero que descuidado y maleducado soy —extendió su mano con elegancia—, me presento, mi nombre es Kim Taehyung. Te presentaste hace unos minutos atrás, y yo no di mi nombre, lo siento —ríe apenado.

El castaño aprieta con suavidad de Taehyung para no ser descortés, hasta que se percata de algo importante: su nombre. Y no evita mostrar ese rostro de sorpresa cuando aleja su mano de él cuidadosamente.

—Espera... ¿Kim Taehyung? ¿Tú eres Kim Taehyung? —pregunta dos veces para corroborar.

Al menos de que él fuese un actor porno, no sabría porque le pregunta de esa manera su identidad. Pero como no lo era, realmente le confundía su pregunta, como si él fuese realmente alguien importante, como le había dicho anteriormente.

—Ehh... sí... —duda en responder.

—¡Así que tú eres el famoso Kim Taehyung! —exclama con una sonrisa, algo que desencajó por completo al azabache. Si antes creía llevar las riendas de la conversación, esta vez sí quedó confundido—. Lo siento, me exalté.

—No... está bien, pero, ¿me conoces?

—¿Ah? No no, en realidad no. Es solo que escuché de ti por labios del técnico de Jungkook, al parecer hace unos días le preguntó sobre ti, y literalmente hizo que todo su equipo te buscara —confiesa riendo.

Esta vez fue el turno de Kim de sorprenderse. No evitó que su curiosidad saliera a flote.

—¿De mí? ¿Puedo preguntar qué quería saber Jungkook de mí?

Eunwoo esta vez para de reír y se muestra algo pensativo. En realidad, él no estaba al tanto de todo. Solo se había enterado que Jungkook le pidió que buscara en la base de datos a un tal Taehyung,y tanto era su desesperación por encontrarlo, o al menos saber de dónde era, que mandó casi a todo su equipo investigar junto a él.

Quizá esa era la razón por la que lo habían encontrado tan rápido, y en el mismo día.

—Nada en específico —sonríe. Y antes de que Taehyung proteste y haga más preguntas, observa que Eunwoo saca del estuche de su teléfono otra invitación y se la entrega—. ¿Sabes? Quizá esta vez se pueda hacer una excepción —le guiña un ojo, dejándolo completamente boquiabierto.

¿Cómo es que había cambiado de opinión tan rápido con solo decirle su nombre? Y aún más importante... Jungkook lo había buscando junto con su equipo. ¿Por qué? ¿Para qué?

A no ser que...

—¡Eunwoo! Espera —lo detiene cuando este está por marcharse—. Dices que Jungkook pidió que me buscaran, ¿no? De casualidad sabes si... ¿si alguien de su equipo le dijo algo?

—Oh... de eso no sabría decirte nada, Taehyung. Pero no creo que sea tan malo —se encoge de hombros—. Espero verte ahí esta noche, puede que te lleves una sorpresa —susurra despidiéndose, dejándolo en medio del pasillo, y con muchas preguntas en su mente.

wrong number ¡ kooktaeWhere stories live. Discover now