capitulo 56(por tomar malas decisiones, ya no ahí vuelta atrás)

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Tras lo presenciado en el comedor, Irin se negó a volver a aquella casa llena de esos monstruos chupa-sangre y manipuladores de inocentes. Sabiendo que Becky no usaría su habitación durante las vacaciones, se instaló de forma temporal allí.

En esos momento esperaba el regreso de Baeng, quien se había vuelto a la mansión para saber que estaba pasando ahora con Becky; si finalmente se había juntado con  Dorian o no.

Irin tenía las manos entrelazadas entre si delante de su rostro, rezando para que sus deseos se cumpliera y Becky no hubiera cometido la locura que Baeng le había insinuado tras ver lo que ese vampiro ―que además era el prometido de Freen, ¡que barbarie!― estaba haciendo con ella.

Tras caminar de un lado a otro muy nerviosa, haciéndosele eterna la espera, finalmente se abrió la puerta dando paso a Baeng.

―¡Ya era hora! ―gruñó Irin cabreada―. ¡¿Por qué has tardado tanto?!

―Relajate y deja de gritarme ―dijo Baeng, molesto por la impaciencia de su amante―. Debía asegurarme de confirmar mis sospechas.

Esas palabras palidecieron a Irin. ―¿Y es así?

Baeng miró a la chica, y por un momento sintió hasta pena por ella. Solo un poco.

―Me temo que no te va a gustar lo que te voy a decir ― Irin dio unos pasos atrás, ladeando la cabeza―. Tu querida Becky en estos momentos se esta encamando no solo con Freen, ahora también con Dorian. Voluntariamente.

―No… ¡Estás mintiendo! ¡Becky no es así! ―dijo Irin sin querer creerle. Estaba alterada, a punto de llorar―. Becky no puede…

Irin acabó cayendo sentada en la cama más cercana, que era la suya. Se puso a llorar.

―Creelo, nena ―insistió Baeng, sentándose a su lado―. Esa chica hace lo que sea por mi hermana. Con tal de quedarse a su lado y amarla a cualquier precio ―le pasó el brazo por detrás de los hombros y la acercó a su pecho―. Olvidate de ella. Hazme caso.

―¡No! ―ella apartando bruscamente su brazo y se puso en pie, cabreada―. ¡Esto no tiene que ser así! ¡Ella está siendo controlada, estoy segura! Debo sacarla de esa casa. De esta academia.

Baeng vio que la chica estaba alcanzando el nivel de obsesión y locura. Eso era bueno.

―Muy bien. Como quieras. Es tu entierro.

Irin se volvió de cara a él cuando esté se puso en pie. ―¿Cuál es el plan ahora?

―El plan tendrá que modificarse un poco, me temo ―dijo él, pensativo. Entonces la miró―. ¿Sigues dispuesta a todo para llevarte a tu chica lejos?

―Por supuesto ―aseguró Irin―. Incluso estoy dispuesta a acabar con esa vampira.

―No tendremos que llegar a eso. Y no lo harás ―dijo él, amenazando. Irin tragó saliva―. Bien. En ese caso… Si te diré que para lograr separarlas, habrá que hacer sufrir a tu chica un poco.

No sabía cuanto tiempo llevaban allí, pero poco le importaba eso a Becky. Solo quería seguir sintiendo ese placer que sentía por todo el cuerpo y el alma cada vez que estaba con Freen. Y si para ello tenía que perder la virginidad con su hermano mayor y prometido y tener relaciones sexuales con él a partir de esa noche, así lo haría. Aunque no por ello estaba menos nerviosa.

Mientras Dorian se iba quitando la ropa sin ninguna prisa aparente, Becky estaba en brazos de freen, quien la estaba relajando y preparando para el momento. La vampira estaba sentada en la cama con las piernas abiertas, dejando sitio a las caderas de Becky, que estaba sentada de espaldas a ella, besándola en los labios con la cabeza vuelta hacia ella mientras sentía las manos de Freen sobre su cuerpo; una en uno de sus senos, y la otra en su vagina, humedeciéndola.

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