Super Justin Game. |j.b| +14

Tree Part.

¿Qué hace Justin cuando _________ duerme?

Esto es fácil de decir. Pienso. Eso es lo que hago, pensar.
Acerca de __________, acerca de mí. De nosotros y de los problemas que nos acechan.

Nuestros... mis, enemigos, más bien. La farsa que es la vida de ambos. Y tengo miedo, muchísimo.
No por mí, en absoluto. Por ella, simplemente por ella. Temo por que pueda salir dañada de todo esto, porque sé con certeza que lo hará.

Me como la cabeza cada vez que pienso lo miserable que será mi vida cuando estemos separados y sin vuelta atrás.
Sin retorno, rotos y sin arreglo. A veces creo que sería mejor dejar toda esta pantomima por la mano, pero entonces, ella despierta y me mira.
Con sus ojitos avellana y centelleantes, sus pestañas batiendo ondulantes en el aire.
Sus finos y apetecibles labios se tuercen hacia arriba, en una sonrisa.
Me devuelve las esperanzas, las ganas de luchar, de seguir y salir vencedor.
Con ella bajo mi brazo, eso siempre.Ahora. Ella duerme, por eso es por lo que estoy pensando.

Cuando más duerme, más pienso, más me muelo los sesos, buscando la solución a todos nuestros problemas. Digo yo, ¿tan difícil es?

-¡Capitan Bowser! -una robótica voz llama desde la puerta.

Me giro con mi amenazante y característica lentitud y encaro al dueño de esta, que resulta ser Bowsy, mi segundo de abordo.

Cubro a _________ con la manta, ocultando su cuerpo desnudo.

-¿Si? -alzo una ceja y apoyo la cabeza sobre mi mano, que soporta el peso en el codo.

-Tenemos noticias del enano rojo. -anuncia y, en un instante, todos mis sentidos se agudizan, se despiertan y se ponen alerta.

Recojo mis boxers de un manotazo y me los pongo bajo las mantas que me cubren. Una vez he terminado con la labor, me deshago del entullo de telas -siempre cuidando no despertar o destapar a __________- y me levanto de un salto.

-Habla. -ordeno, mientras me apresuro a rebuscar entre los cajones de la cómoda, por algo de ropa.
Cojo lo primero que veo -una afortunada combinación de tejanos y camiseta amarilla- y me lo pongo, entre tanto él me cuenta la situación, cada dos por tres viéndose siseado por mí.

-Mandó una carta, la trajo uno de nuestros koopas voladores, alegando que lo habían tenido preso por más de dos años.

La carta decía algo sobre necesitar a la princesa... ¿Sabe qué? Léala usted mismo. -se interrumpe, mete una mano dentro de su bolsillo y saca una hoja, bastante arrugada, aunque no me importa. Me la tiende y yo se la arrebato con agresividad, la ira poseyéndome.

"Querido Capitán Bowser. (Nótese mi sarcasmo)

Es un placer informarle de que debería liberar al caliente coño que la princesa es y mandármela para acá, así yo también podré disfrutar de una buena follada.
Sería conveniente que no la marcara y que tampoco la trate mal, digo yo, no quiero que después le tenga miedo al sexo, eso me obligaría a serle infiel.

Por último, debo comunicarle que es preferible que la devuelva desnuda, así podré moler mi polla en su estrecha abertura nada más llegue.

P.D; Le dejaría unirse a la fiesta, pero ya le prometí a mi hermano que le permitiría probar la calidad del coño de mi prometida.

Att; Mario Bros."

Aprieto las manos en puños, las venas de mi cuello saltan a la vida, latiendo con fuerza contra mi piel.

¿Cómo se atreve?

Jodido enano descarado. Hago un amago de despedazar el papel, pero lo pienso mejor y, sí, sonrío. Ya sé lo que hacer.
Alcanzo mi chaqueta de cuero favorita, desde la silla del escritorio. Me la coloco con aspereza, desinteresado en hacerme daño con las tachuelas.
Ordeno a Bowsy salir. Cuando lo ha hecho, me giro y observo a _________. Tan bella y tan frágil, tan ligera y pequeña. Perfectamente imperfecta. Y toda mía.

Rebusco en las baldas que he dispuesto con ropa para ella y selecciono las bragas y el sujetador que encuentro primero.
Alargo la mano hacia las camisolas. Cojo una de color azul petróleo, oscura como la noche.
La visto con mucho cuidado, el secreto está en nunca tocarle la cara.
Termino con éxito. Me agacho a posicionar un beso en su frente -sé que Bowsy nos observa desde la puerta, pero, al diablo. Con lo que tengo planeado no hará falta la discreción. Todos los sabrán- y, por último uno muy corto sobre sus labios.

Adopto una posición erguida y me encamino hacia la puerta. Contemplo a mi segundo de abordo, al que se le nota de lejos el intento por no reírse.

Palmeo su hombro y camino por la puerta, dejando una orden en el aire.

- Cuídala. -lo siento sonreír y me marcho, con la maltratada carta dentro del bolsillo. A sabiendas de que la guerra ganaré yo.

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N/M: Nose ustedes, yo amo a Bowser *-*