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public sex with Jihyo <3
Jihyo dom . ¡¡¡ Sub female reader . !!!
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"Cállate la boca y deja de moverte", susurra Jihyo enojada en mi oído. Actúa como si no fuera necesario que yo me retuerza y haga todo lo posible por contener mis gemidos mientras ella literalmente me toca con los dedos; en público nada menos. Estamos en el patio de comidas del centro comercial, completamente al aire libre, gente por todas partes; Dios, ¿qué tan desvergonzada puede ser una mujer?
Aunque supongo que esto es lo que obtengo, me lo traje a mí mismo. Sé que no debería haber estado bromeando con Jihyo durante todo el día de compras: tirar cosas "accidentalmente" justo en frente de ella para que me viera inclinado, pequeños toques "sutiles" en su cuerpo mientras estamos juntos, fingiendo necesitar ayuda para cambiarme en algo solo para dejarla tener un pico de burla en mi cuerpo desnudo. Estoy seguro de que esto último fue la gota que colmó el vaso, pero ¿qué puedo decir? La he estado deseando todo el día.
"L-lo siento, mami...", estoy tratando de hablar lo más bajo que puedo, desesperadamente no queriendo que nadie nos detecte. Es difícil contener los gemidos que amenazan con salir de mi boca. Mis ojos miran rápidamente de un lado a otro, rezando para no atrapar a nadie mirándonos.
"¿Sabes qué? Ahora que lo pienso, realmente no tiene sentido hacerte callar. Tu vagina es tan ruidosa que probablemente todos ya te hayan escuchado...", Jihyo engancha sus dedos en mí varias veces para enfatizar el sonido ahogado. mientras cierro los ojos avergonzada, "Pero no creo que nadie se sorprenda de que una zorra como tú tenga un coño empapado y desagradable. O que estés tan necesitada que tengas que ser atendida en público. ¿Qué tal abres más las piernas para que puedan escucharte mejor, ¿eh?", sonríe a un lado de mi cuello después de que termina de decirme palabras susurrantes de inmundicia en mi oído.
"Pero-", empiezo.
"'Pero' nada. Abre tus malditas piernas", temiendo molestarla aún más, obedecí. Mi falda se eleva hasta mis muslos cuando los abro; mi corazón late fuera de mi pecho por lo mucho más expuesta que estoy en esta posición.
Jihyo empuja sus dedos dentro y fuera de mí a un ritmo constante, usando su pulgar para frotar mi clítoris mientras lo hace. Puedo ver lo concentrada que está en eso: ojos mirando mi mitad inferior, el labio inferior sostenido por sus dientes. Sé que ella también debe estar palpitando en este punto, y una gran parte de mí quiere aliviar su tensión: acercarme y jugar con ella también. Pero en el estado en el que se encuentra ahora, sé que apartará mi mano, "Se supone que se trata de ti, tú eres el que quería que la follaran tanto", me decía. Está bien, me ocuparé de ella más tarde.
Mis ojos bajan a las tetas de Jihyo y se me hace agua la boca. Pienso en la noche anterior, cuando tenía sus lujosos y pesados montículos colgando frente a mi cara mientras ella rebotaba bruscamente en mi correa. Los chupé y los mordisqueé, dejando chupetones por toda ella; Pensar en las marcas que todavía están allí me enciende aún más. La imagen de sus grandes y magulladas tetas me acerca al límite.
"M-mami, voy a-", agarro su brazo mientras mueve su mano más rápido dentro y fuera de mí, rodea mi clítoris con más presión que antes. Para cualquiera que nos rodea, probablemente solo parezcamos una de esas parejas pegajosas que siempre tienen que estar tocándose, abrazándose, incluso en los lugares más públicos. Realmente espero que así nos veamos. Si tan solo todos supieran lo que realmente estaba pasando: que Jihyo me estaba haciendo caer en una parte sobre sus dedos frente a sus propios ojos.
"Suéltame, puta. Córrete en mi mano. Deja que todos te vean llegar a tu punto máximo", coloca ligeros besos en mi cuello mientras me acerca más y más. Después de que ella me trabaja un poco más, mis piernas se cierran rápidamente alrededor de su brazo, temblando suavemente. Mi cabeza inmediatamente cae sobre su hombro, todo mi cuerpo agotado. Ahora realmente nos hemos convertido en una de esas parejas pegajosas, yo aferrándome a Jihyo mientras mi corazón vuelve a su ritmo natural, ella frota su mano a lo largo de mi espalda, dándome un suave beso en la frente.
Se estira sobre nuestra mesa para tomar una servilleta, saca su mano de mí una vez que mis piernas se abren de nuevo y limpia mis jugos de su mano, haciendo una bola con el pañuelo después de "Vamos a casa, bebé", toma mi mano con su uno libre y me levanta, "pero no creas que hemos terminado solo porque estoy siendo amable contigo otra vez", advierte.
