12

734 93 68
                                    

Se despertó con un dolor de cabeza horrible, no funcionaba ebrio y no podía soportarse a si mismo ebrio.

"Mierda"

Le dolía todo, pero se supone que solo tenía resac-OOOOH, acababan de venir a su mente imágenes de la noche anterior, todas muy claras, su cara no tardó nada en ponerse caliente, tomo una almohada y se tapo su rostro avergonzado.

Por dios, se había comportado como un maldito urgido, si no como prostituta de cuarta, se quería matar de la vergüenza, miro a su lado, no había nadie, ¿enserio lo había dejado? Tal vez se lo merecía por ignorarlo y evitarlo todo ese tiempo.

Se hizo bolita en su cama y se preparó para llorar, no quería creer que era igual que Moffy, ¿pero y si-

Oyó a la puerta abrirse, miro y vio al oso rosa entrar con una bandeja con comida y una sonrisa amable, aunque parecía algo sorprendido de verlo despierto.

"oh, estás despierto"

No podía estar más feliz ¡seguía ahí! Y había cocinado ¿acaso era un ángel?

"lo hice para ti, perdón por usar tu cocina sin permiso"

"Gracias, muero de hambre"

Empezó a comer como un salvaje, algo que asombro al gordito, pero solo se rió, algo que avergonzo al de rizos, pero siguió, ahora comiendo un poco más lento, y al acabar, simplemente dejo la bandeja de lado y se acercó al otro oso para abrazarlo, dando uno que otro besito en su menton.

"¿Aún con sueño?"

"¿Acaso no puedo ser cariñoso?"

"Claro que puedes, pero pensé que estabas enojado"

"Solo con la resaca, no contigo"

Su relación seguia sin definirse, pero al menos ya tenía un pequeño avance, juraba que podría quedarse así por siempre.

Lamentablemente, unos fuertes golpes en la puerta lo interrumpieron, soltó un pequeño quejido por la pereza, no quería levantarse.

"Yo abro, no te preocupes"

De verdad era un ángel solo quería que volviera rápido para seguir mimandose, y tal vez volver a co-

Miro cómo el otro oso volvía corriendo con cara angustiada y asombrada.

"Es mi hermano"

Maldita sea, estaba muerto, olviden lo de oso feliz, ahora solo quería vivir y poder seguir disfrutando del osito gordito.

"¿Que hacemos?"

"Distraelo, tengo una idea"

Miro cómo el oso dudaba, pero aún así se fue, oyendo como esa vocecilla insoportable lo regañaba y reclamaba para verlo, fue a la sala de estar y fue visto por el oso.

"¡TÚ!"

Hizo de lado a su hermano que intentaba detenerlo y venía a golpearlo, a lo que cuando estaba cerca..

"¡Mis ojos!"

Le lanzó gas pimienta en sus ojos, lo miro retorcerse y maldecir al aire intentando golpearlo medio ciego.

"Vamos a hablar"

Saco una cuerda y envolvió sus manos para que no pudiera dañarlo, o al menos para dificultar su movilidad.

"Cuando dijiste que tenías una idea no pensaba en esto"

"Es lo primero que se me ocurrió"

El gordito duo un suspiro y fue al sofá acariciándose el entrecejo, parecía estresado.

El oso azul tenía sus ojos rojos, pero igual miraba fijamente a su hermano y al oso verde, era terrorífico.

"Gordi, me estaba muriendo de preocupación, pense que algo te había pasado, tienes que avisarme esas cosas con tiempo"

"Estaba borracho, el solo me acompaño y cosas pasaron"

"Te dije amablemente que no te acercases porque eres una mala influencia"

"¿Y las dos otras veces que me amenazaste? Fue también muy amable de tu parte"

"Y aún fuiste lo suficientemente estúpido como para volver a hacerlo"

"Hablemos tranquilos ¿Si?"

Gordi era el único intermediario para que no estuvieran intentando matarse.

Hubo un pequeño silencio hasta que el de moño hablo.

"El nos vio en el campamento"

"¡¿Que?!"

El oso rosa parecía rojo hasta las orejas, ni su delgado pelaje lo podía disimular.

"Y planeaba delatarnos con el sargento"

El rosita estaba cada vez más nervioso, por dios, nunca más podría verlo a los ojos sin vergüenza.

Su hermano en seguida se puso a la defensiva.

"¡Miente! ¡No le creas!"

"El ya sabe lo que paso en el café"

"¿¡Que te dijo Gordi!?"

El oso rosa estaba en mitad de todo un poco angustiado por toda la situacion.

"Bueno, me dijo que lo amenazaste con una navaja y-"

"¡El se quería aprovechar de mi!

"¡Que mentiroso!"

"¡Me llevaste a una parte alejada para poder tocarme!"

"¡Eso es mentira! Gordi, ¡El queria infectar mi pie!"

"¡ojala hubiera sido la pierna entera!"

"¡Voy a llamar a los mimosines, ellos nos oyeron y probablemente te vieron!"

"¿¡Que!?"

Gordi cada vez quería más desaparecer de ahí.

"Estaban despiertos hasta tarde"

"¿Y como se que los mimosines no mienten?"

"¡Ellos no mienten en estas cosas!"

"Necesito salir un rato"

El oso rosa se levantó y salio de la casa dejándolos a los dos callados un rato, aunque los dos se fulminaban con la mirada.

"Te voy a quitar lo que te sobra de pierna"

"Mejor quítate las arrugas"

Más vale que Gordi volviera pronto o se iban a matar entre los dos.

/

Pelea de homosexuales, yipee

Ya casi se acaba está wea, creo, no se, pipipi

VirgenWhere stories live. Discover now