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ARCO UNO "SELECCIÓN FINAL" | CAPITULO DOS
"EL INSTRUCTOR, SAKONJI UROKODAKI"

La pequeña mano de la castaña se aferraba cada vez más al brazo magullado de su hermana mayor, ambas a la par de su hermano, quien olfateaba el sendero. Las nubes a medida que pasaba el tiempo iban moviéndose lentamente, despejando el cielo, Nezuko cada vez estaba más inquieta en el agarre de la pelirroja.

Akane miró a su hermana preocupada, sus ojos viendo como su cuerpo se encogía a medida que pasaban los segundos, se detuvo un momento para levantar a Nezuko y colocarla en su espalda, tal como lo hacían en el pasado cuando ambas eran más pequeñas y jugaban por el bosque, los brazos de la demonio rodearon el cuello de la fémina aferrándose suavemente.

El niño observó a las hermanas sonriendo levemente ante la escena, pero se fijo en el ceño fruncido de la de ojos rosas.

— Debemos apurarnos, tenemos que encontrar un lugar para dejar a Nezuko apartada del sol —la demonio de cabello castaño y puntas anaranjadas soltó un sonido de afirmación moviendo su cabeza— Y buscar una forma de transportarla.

Tanjiro la observó analizando sus palabras, asintiendo a ellas.

— Yo me encargo del transporte, tengo un par de monedas que nos servirán. Ve con Nezuko a alguna cueva, estamos cerca de una plantación.

Akane asintió con determinación, sus brazos agarraron firmemente las piernas de Nezuko, sujetándola fuerte comenzó a aumentar la velocidad en sus piernas, corriendo hacia la entrada del bosque al inicio de la montaña.

Nezuko levantó su haori cubriendo su cabeza, sus ojos estaban levemente cerrados, la de orbes rojizos fijó su mirada en la entrada de una cueva sumamente sombría, al detenerse, el pequeño cuerpo de la demonio se adentro a la cueva yendo lo más lejos de la entrada comenzando rápidamente a cavar un agujero.

La hermana mayor inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado confundida— Se ha convertido en un topo —pensó mientras se acercaba y le ayudaba a cavar, una vez listo, la demonio se ocultó, mirando de vez en cuando a su hermana que estaba sentada aun lado de ella.

— ¡Akane! ¡Encontré algo que nos puede servir —comentó Tanjiro entusiasmado al pie de la cueva, captando a la pelirroja pero no a su hermana menor—Nezuko...

— Cavó un agujero, le ayude...—sonrió apenada la mayor poniéndose de pie acercándose al inicio de la cueva donde la observaba Tanjiro— ¿Qué encontraste?

— Ah, una cesta... pero tiene un agujero —respondió mientras miraba la cesta en el suelo junto con la paja y las dos ramas de bambú.

— Eso servirá —Akane sonrió — Espera unos minutos, Nezuko.

Mientras que Tanjiro cortaba el bambú en tiras, Akane las tomaba y las envolvía en la cesta entrelazando las tiras entre ellas tapando el agujero hasta llegar arriba, una vez lista los hermanos se dirigieron hacia la cueva.

— Nezuko... Nezuko... ¿Puedes entrar aquí? —preguntó Tanjiro apuntando la cesta que tenia su hermana mayor en sus pálidas manos.

— Queremos avanzar también de día —sonrió Akane colocando la cesta en el suelo viendo a su hermana menor que la mirada con sus ojos entrecerrados— Nos turnaremos y cargaremos contigo —Akane volteó la cesta para la entrada de la demonio— Aquí. Entra en la cesta —murmuró suavemente.

Red Moon | Kimetsu no YaibaWhere stories live. Discover now