Otra cosa que se enteraron fue que el gobernante estaba casado con un poderoso y amado omega y tenía ocho hijos y que había acabado de tener otros dos hijos más, para Shota fue sorprendente saber que los sultanes tuvieran tanta descendencia como si fueran conejos.

Aun así, ambos estaban en un lugar diferente al suyo sin nadie más que ellos dos.

◇•●•◇

- Disculpen! - llamo un beta al verlos de cerca - Podrían darme una mano por favor? - notaron que a la carreta se le había salido una rueda - Mi carreta se daño en un desnivel y necesito volver a poner la rueda

- No hay problema - dijo Toshinori amablemente acercándose al beta - tiene con que repararla?

- Si... - el omega también se acerco a ayudar - Perdón por retrasar su viaje... pero necesito llegar a la cuidad antes del anochecer... los animales del bosque son algo agresivos en la noche por aquí

- No se disculpe... nosotros queremos ayudar

- Gracias - dijo inclinándose, se dispusieron a bajar el contenido de la carreta para poder repararla con mayor facilidad - Por lo que veo van a la capital, no? - dijo sacando un tema de conversación

- Así es - dijo el rubio - Viajamos desde muy lejos

- Buscando trabajo?

- Algo así

- No los culpo, la capital tienen más oportunidades de trabajar, ya sea en un negocio o sirviendo a un noble - el omega escuchaba atentamente sin decir nada - Si es que tienen suerte pueden trabajar en el palacio imperial, por lo que escuche la paga es muy buena y más para los que trabajan como niñeras de los príncipes y si tienes educación puedes ser ayudante de sus majestades

- Dudo que logremos trabajar ahí

- No pierda la esperanza... es difícil pero si pides hablar con la sultana, es probable que el te acepté... es un gobernarte de corazón noble y amable

- La sultana?

- No están tan informados al parecer - dijo al escuchar la pregunta - La sultana es la segunda persona más poderosa del imperio que haya subido al trono... es un omega justo y bondadoso... todos lo llamamos "el símbolo de la paz".... según me dijeron... - siguió hablando pero ellos no escuchaban nada

Aquellas palabras los dejaron en blanco, podía ser una nula posibilidad pero no podían perder las esperanzas, el alfa salió de transe y miro al beta que seguía describiendo a la sultana como alguien hermoso y listo.

- Como se llama? - pregunto interrumpiendo al beta

- Ah?

- Como se llama la sultana? - el beta lo medito unos instantes pero negó

- Perdón, pero no lo sé.... la gente está acostumbrada a llamarlo de diferentes formas pero no el nombre real

- Como es? - sabia que se estaba ilusionando en vano, pero la esperanza de que él estuviera vivo lo hacía emocionarse

- Bueno... pocas veces eh ido a la capital, lo eh visto a lo lejos, pero... por lo poco que sé, es un omega muy hermoso el mas hermoso del imperio si se podría decir, a parte de sus hijos omegas, su cabello es verde al igual que sus ojos, el sultán lo describe como la esmeralda de su corazón, tiene pecas en sus mejillas

- Se parece a él? - pregunto mostrándole una foto que siempre llevaba consigo y por fortuna permanecía intacta

- Si... ese mismo! - dijo viendo la foto

Eso hizo que la pareja se mirara con asombro y felicidad, tenían una esperanza que les podría ayudar, evitaron hacharse a llorar por la felicidad de que Izuku estuviera vivo, aunque olvidaron que él era la sultana del imperio. Aun así con el pecoso era suficiente.

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