—Thar, ¿ya has conocido a Ivory? —Esa voz sí que la conocía, era Olson, que llegó hasta ellos y se agarró de la cintura del otro alfa.

Vistos juntos casi podrían pasar por hermanos, guardaban una cierta semejanza, pero rompieron esa imagen en el momento en el que tal Thar besó los labios de Olson.

Ivory se quedó congelado, y un rastro de desafió cruzó lo ojos del alfa que acaba de conocer.

Nunca había visto a dos alfas juntos, y esos, sin duda lo estaban. Podría ser incómodo, extraño, pero por otro lado le dejó claro la naturaleza de la relación entre Oker y Olson, y le tranquilizó.

—Buenas noches. —A su lado aparecieron Zec y Milo.

Y si el ambiente con él había sido un tanto extraño, se dio cuenta que en el fondo, los otros tres habían sido amigables con él. Algo que no recibió Zec.

Milo solo sonrió detrás de él, como si solo hubiera sido invitado por su alfa y no al revés. Ivory saludó a su amigo, no se veía tan bien como siempre, la sonrisa no le llegaba a los ojos aunque trataba de disimularlo.

—Thar —adelantó la mano el alfa, y Zec no tuvo más remedio que apretar su mano, en un gesto más que doloroso.

Olson hizo lo mismo, sin soltarse de su pareja, y eso hizo que Zec abriera mucho los ojos.

Pero no dijo nada, como Ivory tampoco lo había dicho.

—Estás precioso, Milo. —Aquellas palabras se las dirigió Buddy, que ni siquiera saludó al alfa, como establecía el protocolo en parejas enlazadas.

Milo se ruborizó, y los demás se centraron en él, olvidándose de su alfa.

—¿Dónde se consiguen aquí las copas? —le preguntó Zec a Ivory mirando alrededor.

Ivory en el fondo no quería separarse de Oker, pero veía la situación tan incómoda que se estaba generando alrededor de su amigo que lo mejor era sacarlo de allí.

—Os acompaño —dijo Thar, haciendo de anfitrión.

Ivory se separó de Oker, y ambos parecieron notar la falta de cercanía, se miraron, y Oker sonrió levemente.

Dios, ¿cómo habían llegado a ese punto?

Se separaron de los otros siguiendo al alfa, y efectivamente los llevó hasta la zona donde se estaban sirviendo las copas.

Ivory pudo ver desde lejos a Oker hablando con los demás, control, Ivory se dijo, control y no obsesión.

Pero pronto descubrió que aquel sitio era un lugar seguro para él, le saludaban, le trataban con respeto, y se alegró de que hubiera encontrado un lugar así.

Nunca había pensado demasiado en las desigualdades que sufrían los omegas, los omegas como su padre y como Oker. Solo ocurría, la sociedad era así, y él era parte de la sociedad por mucho que hubiera querido no involucrarse en ella.

—¿Qué es este sitio? —preguntó Zec cuando se quedaron solos. Thar había saludado a otros miembros y los había dejado solos.

—Una asociación.

—Ya, pero ¿qué tipo de gente viene aquí? —dijo Zec sin poder evitar hacer una mueca despectiva— ¿Has visto a esos dos alfas juntos? ¿Y aquel grupo de omegas?

Ivory bebió, sí, los había visto a todos. Pero a quien no parecía haber visto en todos esos años había sido a la verdadera naturaleza de su amigo.

—¿Me vas a contar qué está pasando? —atajó Ivory.

—¿Cómo?

—¿Qué te pasa, Zec? —repitió Ivory, viendo como su amigo le rehuía la mirada.

OmegaWhere stories live. Discover now