Viendo Las Estrella

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Spreen adoraba las estrellas, no sabia por que, ni como, ni desde cuando pero amaba mirarlas cada noche a través de su ventana justo antes de que sus padres llegarán a darle las buenas noches.

A diario, Vegetta entraba a su habitación y le contaba grandes aventuras de algún personaje con relación a las estrellas, cosa que al menor le fascinaba.

Con forme el tiempo paso las noches de historias fueron quedándose en el olvido, pero la conexión qué sentía con aquellos cuerpos celestes no desapareció. Un día sus padres le contaron cómo había comenzado su extraña relación; mirando las estrellas.

Ahora ya bastante mayor se encontraba en el techo de su propia casa terminando de acomodar el pequeño picnic norturno para ver la lluvia de meteoritos qué sucedería en unas horas. Esperaba pacientemente la llegada del castaño.

Miraba el atarceder disfrutando de la brisa fresca de otoño, cerro los ojos conectando con la naturaleza pero la voz de aquel pelinegro interrumpió toda tranquilidad.

–¡Spreen! ¿Dónde estás? – preguntó Roier mientras miraba la pequeña casa metiendo las manos en las bolsas de su sudadera intentando.

–Roier, sube, por aquí...

Dio un respingo y desvío la mirada hacia arriba notando al híbrido el cual movió las orejas y saludo con la mano.

Una pequeña sonrisa se dibujo en los labios del menor el cual asintió levemente y camino hacia uno de los costados de la casa donde habían unas escaleras directas hacia el techo.

Cuando apenas faltaban unos pasos la mano del híbrido se extendió frente a el recién llegado para ayudarlo a subir, este acepto la ayuda tomando con delicadeza la mano del oso.

–¿Tu preparaste esto? – pregunto al ver la manta en el suelo y una pequeña canasta con refrigerios.

–Uhm... Sí, creí que podría darnos hambre a mitad de la noche y sería molesto bajar por las cosas...

Una sonrisa tonta se pintó en los labios del menor, inconscientemente sus manos seguían unidas por lo que con su mano libre dio pequeñas palmaditas en la mejilla del híbrido.

–Aww, que lindo~ Gracias Spreen~

Un leve tono rojizo apareció rápidamente en sus mejillas, desvío la mirada ignorando el comentario notando como los últimos rayos de sol desaparecían en el horizonte.

–Aun queda un poco para ver la lluvia de meteoritos... ¿Nos quedamos aquí a hablar o prefieres bajar y estar un rato en casa?

–Quedemonos aquí... – Roier soltó lentamente la mano del híbrido para sentarse sobre la manta golpeando el lugar a su lado. – Ven, ven...

Spreen tomó asiento al lado del menor con la mirada perdida en el cielo nocturno.

Los minutos había pasado rápidamente entre conversaciones tontas, coqueteos disfrazados de inocentes bromas, conversaciones banales y chistes locales qué la lluvia de meteoritos estaba a punto de comenzar.

Ambos jóvenes de encontraban dándole las primeras mordidas a sus sandwiches cuando las primeras estelas se dejaron ver.

–¡Spreen mira! – Dio pequeños golpes en el brazo del pelinegro emocionado cual niño pequeño.

El híbrido levantó la cabeza con una sonrisa dibujada en su rostro al escuchar al castaño, se quito los lentes de sol respirando profundamente y de recostó mirando los meteoritos pasar.

El castaño imitó las acciones del contrario y se acostó cerca del híbrido mirando en completo silencio el hermoso espectaculo natural.

–Pide un deseo Ro... – Murmuró Spreen antes de girar la cabeza hacia el castaño quien lo había mirado en cuando comenzó a hablar.

–Uhm... Creo que ya se cumplió... – el híbrido le dio una mirada confundida a lo que Roier simplemente regreso la mirada al cielo con una pequeña sonrisa. – ¿Qué?

–¿Qué fue lo que pediste? – de nueva cuenta hablo en voz baja para no romper aquel ambiente tan íntimo qué sé había formado en segundos.

–Poder estar contigo... Solos... Y poder ver esa mirada de cabra a medio morir cada que me miras...

El pelinegro frunció el ceño mientras una pequeña risa se escapa entre los labios de ojicafé, las mejillas de ambos se pintaron de un leve tono rojizo, ambos sabían que sus sentimientos eran correspondidos sin embargo, ninguno sabia como dar el primer paso.

Spreen regreso la mirada al cielo notando las últimas estelas brillantes y susurró. – Ya pedí el mio...

–¿Y cuál es?

–Bésame...

–¿E-eh? ¿Q-qué? – soltó una risa nerviosa mientras sus mejillas subían el tono de rojo.

–Bésame, ese es mi deseo, dale capo, ya se cumplió el tuyo, deja que se cumpla el mío~

–Pendejo... – habló divertido antes de jalar su camisa obligandolo a girar levemente y sus labios se unieron.

Un beso lento bajo la luz de la luna declarando oficialmente el su amor, Spreen posó una de sus manos en la cadera del menor para acercarlo a él sintiendose libre, su corazón latía rápidamente pero estaba tranquilo después de todo había esperado con ansias aquel momento inigualable.

★★★

Cortito y tarde, pero mejor tarde qué nunca (?)
Espero que lo hayan disfrutado ❤️‍🩹😸

#Spiderbearweek 2023Where stories live. Discover now