- El omega se queda aquí. – Mi voz sale más potente de lo que pensé, haciendo que el cachorro temblara.

- Bien, entonces dale algo de calor, sabes bien que dos cobijas no le ayudarán. - Dijo aún con esa sonrisa mientras se iba.

- ¿Qué quería Net? - Le pregunté al cachorro.

- N-no sé, solo preguntó p-por ti. - Con cada paso que doy hacia él, percibo su olor que me provoca morderlo.

- Bien... Mañana vendrán a verte y no puedo dejar que te enfermes así que haré lo que Net dijo.

Las cosas son así, no puedo dejar que cambien.

- D-de acuerdo. - Me contestó.

Quité las cobijas y me senté al otro extremo del sillón.

- Acércate, un alfa no percibe el frío fácilmente por lo tanto soy caliente naturalmente.

Se acercó lentamente a mí; dejó de temblar en el momento que su mano tocó mi cuerpo sobre la ropa. Sigo sin creer lo que está pasándome, tal vez él no se dé cuenta de nada y aunque lo supiera, no podría quedármelo.

Se durmió después de unos minutos, su esencia que me atrapa una y otra vez, la percibo más ahora que está a mí lado. Cargo su ligero cuerpo para acostarlo bien, se siente tan delgado que me preocupa de cierta forma, lo cubro con las cobijas y después de verlo un rato dormir tan relajadamente, decido cerrar las ventanas y dejar el trabajo para mañana.

No sé qué hacer si las cosas siguen así, tengo que mostrar la nueva mercancía mañana forzosamente. Pienso en alguna idea para prolongar su estadía, mientras entro a mi cuarto.

Nunew

Me despierto solo en la oficina, se sigue sintiendo frío, por lo que prefiero quedarme en posición de feto debajo de las cobijas.

Recordar las palabras de Zee, me hacen estremecer; hoy vendrán a verme. Tal vez no pueda quedarme con él, creí que me 'prepararía' para mis siguientes dueños pero hoy podrían ya comprarme.

- Bien Nunew, tienes que ser valiente y lograr que se quede contigo. - Me motivo a mí mismo, no puede ser tan difícil.

Escucho voces acercándose a la oficina y me meto debajo de las sábanas fingiendo dormir.

- Ya están listos los demás omegas, nada más falta él. - Escucho la voz de Net y debo controlar mi respiración, me delataría muy rápido.

- Yo lo preparo, lo bajaré al momento. - Piensa, piensa, piensa qué hacer Nunew.

- Zee, no te puedes engañar por mucho tiempo, sabes que lo comprarán sino te apuras.

¿Apurarse?

- Net, sabes que no puedo, no puedo tener debilidades ahora, estoy a punto de llegar a lo que siempre he soñado. Su voz se escucha entre preocupada y triste.

Algo está mal y no entiendo.

- Puedes llegar a ese objetivo tarde o temprano pero debería de ser con alguien a tu lado.

Me podría comprar a mí para acompañarlo a lo que sea.

Sal Net. - De la nada escucho la orden penetrando mis oídos, segundos después la puerta se cerró. - Escuchar a escondidas es de mala educación niño.

Rayos.

- L-lo siento... - Salgo de la cueva de cobijas y corro hasta hincarme a sus pies, pongo mis manos en mis piernas y bajo la cabeza. - Por favor, se lo pido, c-consérveme, prometo no estorbarle, l-le obedeceré en t-todo lo que pida.

No escucho nada y decido subir la mirada.

- Arréglate, ya llegaron los compradores. - Se va de la habitación y mis lágrimas empiezan a salir.

¿Qué se supone que tengo que hacer ahora?

Después de arreglarme, me bajaron al piso donde estaban los demás omegas, me alineé junto con ellos. No entiendo por qué Zee no me puso el listón rojo pero aun así, sé lo que se aproxima para mí en cuanto entran varios alfas bien arreglados.

Muchos nos olfatean, ven de dónde venimos, buscando sobre todo a los del listón rojo. Zee solo me observa con una distancia prolongada y con una mirada en alerta. Su postura se vuelve rígida cuando un hombre de traje elegante, entra al edificio.

Logro identificarlo y sé de antemano que no me gusta.

- Así que ya tan rápido vendiendo a la nueva mercancía Panich. - Su raposa voz me causa náuseas.

Por supuesto Park, estoy llegando a mi meta y debo trabajar de más. - El señor Park voltea a verme, poniendo una sonrisa de satisfacción.

· Ese ya no tiene el listón rojo ¿eh? No sabía que probabas la mercancía Panich. - Empiezo a temblar de miedo. - Mi hijo lo vio y sobre todo lo olió la vez pasada, creo que no le importaría que esté estrenado.

Volteo a ver a Zee con clemencia; se cruza de brazos, respira hondo y habla.

- ¿Seguro? Ya no es virgen y no vale tanto. - La sonrisa de Park se agranda más.

- Oh créeme que no importa... ¡Betas! - Grita a los trabajadores que nos cuidan. - Súbanlo al coche con la M, pagaré por él y por los otros omegas que ya aparté.

Mis ojos me pican y sé que las lágrimas están a punto de caer.

Mientras me sacan del edificio, volteo a ver a Zee, traté de correr hacia él pero me lo impidieron. Por sus gestos sé que no quiere que me lleven, pero mi fuerza no es la suficiente con los betas para ir hacia él.

Uno de ellos me da una descarga eléctrica en mi cuello para dejar de moverme y lo último que veo, son unos ojos extremadamente amarillos llenos de furia.














¿Qué creen que suceda? ¿Creen que Zee impida que se lo lleven?

MÍO Where stories live. Discover now