Capítulo 14: Un Buen Vino y una Nueva Vida

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Venti se despertó temprano esa mañana y se dirigió a los viñedos que habían plantado junto a Lady Nagant. Después de tanto tiempo juntos, habían aprendido a cultivar la tierra y producir su propio vino casero. A medida que recogía las uvas, se detuvo por un momento para contemplar el paisaje. El sol se estaba elevando en el cielo y los pájaros cantaban alegremente. Era un momento de paz que él había anhelado durante mucho tiempo.

Recordó la primera vez que vio a Lady Nagant en la cueva de Espina Dragon. Estaba llena de rabia y desesperación, y parecía que estaba a punto de explotar. Pero a medida que hablaban, Venti comenzó a ver a través de su caparazón y descubrió que había mucho más detrás de esa fachada.

Con el tiempo, Lady Nagant comenzó a confiar en Venti y le contó sobre su vida y sus experiencias. Descubrió que tenía un talento innato para el arco y la flecha y que Zhongli la había entrenado personalmente para convertirla en una asesina.

Venti quedó asombrado por la historia de Lady Nagant y decidió ayudarla a escapar de esa vida llena de rencores y hostilidad. Juntos, dejaron Mondstadt y se establecieron en una pequeña aldea en Espina Dragon. Allí, comenzaron a cultivar la tierra y producir su propio vino.

Los días pasaron y Venti y Lady Nagant vivían una vida feliz y tranquila. A menudo se sentaban juntos en su porche, disfrutando del vino que habían hecho y observando el paisaje. Hablaban sobre la vida y la libertad, y Venti enseñaba a Lady Nagant a tocar la lira.

Pero esa paz se vio interrumpida cuando un grupo de soldados llegó a su aldea buscando a Lady Nagant. Venti intentó protegerla, pero finalmente fueron capturados y llevados ante Zhongli.

El líder de los Fatui se rió ante ellos mientras se preguntaba cómo habían sobrevivido durante tanto tiempo en su propio territorio. Venti, quien había sido capturado junto a Lady Nagant, recordó cómo Zhongli había tomado Mondstadt y su vida había cambiado para siempre.

Lady Nagant, quien había estado luchando contra Zhongli y su ejército desde que escapó, estaba decidida a resistir. Venti, por otro lado, no tenía la misma fuerza de voluntad y se resignó a su destino.

Sin embargo, antes de que pudieran ser llevados a la cárcel, Zhongli recibió noticias de que Raiden Shogun había llegado a su territorio. Los soldados se apresuraron a prepararse para la llegada de la comandante, y Venti y Lady Nagant fueron abandonados en la celda.

Después de unos días, Raiden Shogun llegó a la cárcel para interrogar a los prisioneros. Venti le contó su historia y le suplicó que los liberara, pero Raiden Shogun estaba más interesada en Lady Nagant y su conexión con Zhongli.

Finalmente, después de mucho tiempo, Raiden Shogun decidió liberarlos con la condicion de que nunca vuelvan a ser vistos.

Los días pasaron tranquilamente para Venti y Lady Nagant en su hogar en Espina Dragon. Ellos se dedicaban a cultivar uvas y crear su propio vino casero. Venti le enseñaba a Lady Nagant todo lo que sabía sobre el arte de la vinificación, y ella se encargaba de hacer la mayor parte del trabajo, mientras Venti se encargaba de la música y la degustación del vino. Era una vida simple pero satisfactoria para ambos.

Un día, mientras estaban disfrutando del sol en su jardín de uvas, Lady Nagant decidió hablar con Venti sobre su pasado. Ella le contó sobre cómo había sido una asesina y había trabajado para Zhongli, y cómo su vida había estado llena de dolor y odio. Venti la escuchó atentamente y la abrazó mientras le decía que no importaba su pasado, lo importante era que habían encontrado la paz y la felicidad juntos.

Lady Nagant se sintió agradecida por la comprensión de Venti, y decidió que era hora de enfrentar su pasado. Ella sabía que debía hacer algo para reparar el daño que había causado, y decidió ir a la ciudad de Barria para ayudar a reconstruirla. Venti se ofreció a acompañarla, y juntos se dirigieron hacia la ciudad.

Cuando llegaron a Barria, vieron que la ciudad estaba en ruinas. Los edificios estaban destrozados y las calles estaban llenas de escombros. Lady Nagant se sintió culpable por su participación en la destrucción de la ciudad y decidió que era hora de ayudar a reconstruirla. Venti la apoyó y juntos comenzaron a trabajar en la ciudad.

Poco a poco, la ciudad comenzó a tomar forma nuevamente. Las personas comenzaron a regresar y a trabajar juntas para reconstruir lo que habían perdido. Lady Nagant y Venti trabajaban duro todos los días, ayudando a construir edificios y reparar los caminos. Pero lo más importante, era que estaban ayudando a construir una nueva comunidad, una en la que todos trabajaban juntos para lograr un objetivo común.

Un día, mientras estaban trabajando en la ciudad, Lady Nagant recibió una carta de su antiguo maestro, Zhongli. En la carta, Zhongli le pedía que regresara y trabajara para él nuevamente. Lady Nagant se sintió tentada, pero Venti le recordó que ella había encontrado un nuevo hogar y una nueva familia en Barria, y que su lugar estaba allí. Lady Nagant decidió quedarse en Barria y continuar ayudando en la reconstrucción de la ciudad.

La vida en Barria siguió mejorando, y Lady Nagant y Venti se convirtieron en parte integral de la comunidad. A medida que pasaba el tiempo, la memoria de su pasado oscuro comenzó a desvanecerse, y fueron reemplazadas por recuerdos felices de su nueva vida juntos.

El capítulo termina con Lady Nagant y Venti disfrutando de una copa de vino en su jardín de uvas. Lady Nagant mira hacia el horizonte y se siente agradecida por la nueva vida que ha encontrado, y Venti sonríe mientras toca su flauta.

Teyvat: La Verdad Detrás de la AmbiciónWhere stories live. Discover now