pequeñas historias (4)

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Cap para no parecer muy inactivo.

Nms banda según yo bien feliz por una semana de vacaciones y luego a los maestros se les ocurre dejar tarea, espero que no tengan la misma mala suerte que yo.

Bueno dejo esto aquí y recuerden

Bueno dejo esto aquí y recuerden

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Dentro de cierta habitación donde los propietarios actualmente tenían una visita, el más pequeño de dos años de edad jugaba dando vueltas por todo el lugar con una gran sonrisa adiferencia de su madre quien se veía algo cansada y molesta.

Bell: MAMÁ!, MAMÁ!

alfia: que pasa cariño?.

Bell: aranja!! -mostrando una naranja-

Alfia: se dice naranja y su cariño ya la vi.

Con una sonrisa en su rostro Bell siguió jugando con la naranja en sus manos por toda la habitación.

Alfia quien estaba molesta dió un gran suspiro cansado al ver a su hijo tan feliz.

Ella estaba molesta, no por qué su hijo estuviera feliz obviamente, tampoco era por qué Bell había llegado a un punto de poder caminar sin ayuda de nadie.

La razón de su molestia era nada más y nada menos que la naranja en las manos de Bell.

Teniendo su hijo juguetes que otros niños quisieran tener Bell siendo un niño bastante diferente a los demás había encontrado la felicidad en una simple y sencilla naranja.

Ni siquiera ese caballo de juguete que alfia había comprado horas antes para que su hijo jugará con el tuvo tanta atención.

Por alguna razón Bell prefirió la naranja que cualquier otra cosa.

Bell: MAMÁ!, MAMI!!

cómo un perrito queriendo salir Bell llamo a su madre estando en la puerta de su habitación golpeándola en señal de libertad.

Alfia: si, ya te oí.

Alfia abrió la puerta dejando salir a Bell quien sujetando su naranja con las dos manos se fue hacia otro lugar, seguramente para mostrar lo feliz que era con su naranja a las demás personas.

Con un duro pesar alfia se tiró a su cama dando un suspiro mientras intentaba saber por qué su hijo prefiere una naranja a sus otros juguetes.

Mía: perdon por esto, no creí que se pusiera así por simple fruta.

Sentada en una silla cercana mía grand estaba algo incómoda por el comportamiento de su sobrino y nuera.

Alfia: -sentandose- está bien, no es tu culpa, hacia un par de días se puso igual cuando le di de probar algo de helado.

Mía: y que paso?.

Alfia: primera tuvo miedo de probarlo, luego intento tomar el helado con sus manos para comérselo de un bocado, jejeje ojalá hubieras estado ahí, sus ojos tenían un brillo capaz de purificar cualquier alma. -sonriendo- nostálgica mente-

hijo del talentoWhere stories live. Discover now