Little Mother | Messi × Ochoa

02 | Pa-pá

Habían pasado seis semanas desde que thiago había llegado a la guardería. Y una que otra cosa había ocurrido también en ese lapso de tiempo.

Lo llamaría casualidad pero no sabe si son exactamente eso cuando Lionel llegaba por su hijo, le sonreía levemente, y a veces le decía cosas extrañas, algunas veces indignante, no era exactamente un halago que le dijera "lindo culo tenés", ahora le daba vergüenza caminar en frente suyo.

Sentía esos ojos sobre su persona, como si lo quisiera comer lo hacía, en su mente, no lo podía saber.

Al principio ese tipo de coqueteos le molestaba pero después descubrió algo que hizo que su corazón romperse.

El pequeño Thiago no tenía mamá, ni beta, ni alfa, ni nada. Ahora entendía la razón por la cual el pequeño estaba tan acostumbrado a los biberones y no tenía aroma de un omega nunca en su persona.

Normalmente las madres llenaban a los niños de sus aromas para que se sintieran seguros, pero thiago olía a su papá.

Ese delicioso aroma a cedro recién talado y bosque. Muy embriagador, y puede o no, que se haya quedado con un pequeño paño de thiaguito para tener el aroma de su padre.

Y puede o no ser que lo tenga abajo de la almohada para olfatearlo todas las noches, Memo le había comprado uno igual al pequeño, así que nunca descubriría nada, incluso cambiaba de pañuelos cuando se le acababa el aroma del castaño, así tendría un paño con mucho aroma.

Cada vez que Lio aparecía, Memo no podía evitar que un sonrojo cubriera su rostro y miraba el suelo lleno de vergüenza.

Sin embargo, algo que le gustaba bastante era lo pegado que era thiago con él, no le gustaba estar con ningún otro omega, si alguien que no era él lo cargaba, el pequeño lloraba mares y no se calmaba hasta que estuviera de nuevo en sus brazos.

Aunque, habia algo que no lo dejaba tranquilo, Thiago siempre se pegaba a su pecho, pero no en la forma de acurrucarse, si no, buscando algo allí. Trataba de agarrar con sus manitas sus pechos por encima del delantal.

Siempre terminaba haciendo algo para que se distrajera de eso, no era que le incomode demasiado, pero él buscaba algo que no había allí.

Ese día estaban aprendiendo los fonemas y cómo se escribían, los cachorros más grandes entendían mejor eso, pero el pequeño Thiaguito apenas si podía balbucear unas palabras incompletas y poco entendí bles.

– Di papá pa - pá. – estaba sentado junto a los otros infantes, quienes escribían en hojas los fonemas enseñados.

Thiago estaba sentado enfrente de él lo miraba de lado, como si no lograra entender del todo lo que decía.

– ¡Pa–dál! – exclamó él aplaudiendo y riendo alegremente, Memo sólo suspiró

- Profe Memo, mamá se escribe con los dos palitos con loma ¿verdad? - el adulto río ante la imaginación del pequeño Pablo en describir esa forma la m.

- Sí, m y a, forman ma, y dos son mamá, tienen un pequeño palito en la parte arriba de la última que es el acento. Pero eso lo aprenderás poco a poco solo no olvides en ponerlo.

- ¡Sí, profe Memo! - Pablo volvió a su escritura y Thiaguito se le quedó mirando, no hacía mi decía nada, solo miraba al cachorro escribir.

- ¿Quieres intentarlo, peque? le pregunto con una sonrisa al bebé y este se volteó hacia él mientras sonreía como si le entendiera lo que le dijo.

- ¡Bal! - respondió él, alzando sus manitas y Ochoa solo río por lo bajo buscando un crayón y una hoja de papel blanca.

Trató de mostrarle cómo se escribía papá pero como era de esperarse no tuvo mucho éxito, apenas sí había aprendido a agarrar al lápiz correctamente.