★ᴇʀᴇs ʟᴏ ǫᴜᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴀʙᴀ★

꧁ℬ𝒶𝒿ℴ 𝓁𝒶 𝓁𝓁𝓊𝓋𝒾𝒶꧂

Kaeya despertó, tardó unos segundos en darse cuenta en la situación que estaba, estaba desvestido y...¿Junto a Childe? No tardó en sonrojarse, bueno, obviamente si estás junto a la persona que te gusta desnudo pues, obviamente, pero ese no es el tema.

Kaeya salió corriendo y en silencio a bañarse y cambiarse antes de que Childe se despertara y se diera cuenta, porque le podría decir:"Que asco, he dormido contigo", pero el no lo haría, igual, el salió corriendo de la habitación con todo el silencio posible aunque la puerta sonaba DEMASIADO.

Después de eso, Tartaglia despertó confuso, había pelos azules en su cama y además estaba desnudo, Tartaglia pensó que no era posible que Kaeya estuviera aquí. Podría haber muchas opciones, no cómo Kaeya, que captó lo que había pasado al instante.

Tartaglia se duchó y salió fuera y vaya, empezó a llover, el agarró rápidamente su chaqueta y la puso encima de su cabeza para cubrirse y después fue debajo de un árbol pero vio a Kaeya mojándose y fue rápidamente hacia el para cubrirle a el también.
Cuándo se cubrieron los dos se sonrojaron, vaya, que sorpresa –Muchas gracias–dijo Kaeya con una voz segura pero por dentro se estaba derritiendo–No es nada, es un gesto de generosidad, creo–Dijo Childe, parecía un niño pequeño después de ese "creo", Kaeya se rió, su risa era hermosa y contagiosa que hizo también reír a Tartaglia.

Fueron al Viñedo del Amanecer para refugiarse de lluvia y no mojar la chaqueta de Tartaglia. Llegaron y la mansión era demasiado bonita, era lujosa y elegante –Siéntate si quieres, siéntete cómodo– dijo Kaeya con voz amable pero, a la vez, sonaba seductora–¡Muchas gracias!–Kaeya se sentó a su lado–Veo que esta lloviendo muy fuerte...Si quieres puedes quedarte aquí por la noche–dijo Kaeya, esta vez se atrevió mucho, pero no tanto como la noche anterior, ejem.–¿¡Enserio!?¡Muchísimas gracias!–Dijo Tartaglia emocionado, iba a dormir con Kaeya, cualquier persona de Mondstand también querría tener esa oportunidad.

Kaeya agarró la chaqueta de Tartaglia–No te importa si la lavo, ¿Verdad?–dijo–No no, no pasa nada, si quieres te ayudo–dijo el pelirrojo, con un poco de sonrojo–No hace falta, si quieres agarra un poco de ropa que hay ahí, era de mi padre– dijo Kaeya dejando la habitación para lavar y secar la chaqueta de Tartaglia.

Tartaglia agarro la ropa del Maestro Crepus, era un poco antigua pero cómoda, era una camiseta gris con pantalones rojos de chándal, no era la ropa de Kaeya, pero, era obvio que no le iba a quedar, Kaeya es mas bajo que el. Fue directo a por Kaeya que estaba lavando la chaqueta de Tartaglia, lavaba la chaqueta muy tranquilamente–¿Estas seguro que no quieres que te ayude?–dijo Childe con una voz un poco nerviosa.–No hace falta. Ve yendo a mi habitación, que esta arriba–dijo el peliazul.

Tartaglia subió las escaleras esperando a Kaeya sentado en la cama. Se oían voces–¿Por qué lo has traído a él a casa?–dijo la voz, era Diluc, Tartaglia al oír eso se sintió un poco mal–Porque es mi amigo, VALE, yo no te crítico porque traigas personas a casa–dijo Kaeya, esas palabras cambiaron el humor de Tartaglia. Se oían pasos, era Kaeya subiendo, cuando entro a la habitación solto un sonido de queja después de lo que le había dicho Diluc–Perdón si oíste las quejas de mi hermano, cree que eres una mala influencia–dijo Kaeya tumbándose y arropándose para dormir, Tartaglia hizo lo mismo.

Cuándo Kaeya estaba plácidamente dormido y Tartaglia un poco despierto paso un brazo por encima de Kaeya tocando también el pelo de Kaeya, era tan suave y cálido que le hacía dormirse, bueno, se durmió al final pero antes dejo un...–Buenas noches mi lirio– dijo antes de dormirse con el brazo envuelto a Kaeya.