II capitulo

830 16 6
                                    


Me persigues?

Agnes Janes

Ya era hora de ir a casa, después de tantas horas se había terminado este agotador primer día, sali de el colegio y me dirigí a mi coche, me subí y cuando menos me lo esperaba, no quería arranca, mi coche nunca me había dado problemas, no se porque ahora sí, baje del auto y mire a todos lados desesperada

–una damisela en apuros?

–que coño le hiciste a mi auto?

–Agnes esas no son palabras de una señorita

–no me importa, que me hiciste a mi auto, nunca le había sucedido algo

–yo no eh hecho nada tranquilízate

Ya estaba empezando a enojarme, sabia que le había hecho algo a mi auto, pero obviamente no me lo iba a decir

–QUE ME DIGAS QUE LE HICISTE A MI AUTO!!

Grite desesperada, realmente yo no tenga mucha paciencia, no estaba acostumbrada a este tipo de cosas, el era un idiota

–que no le he hecho nada, te puedes ir con nosotros si quieres y le digo a alguien que venga a ver qué me sucedió a tu auto

–claro que no me iré contigo

–pues jodete, quédate aquí hasta que alguien quiera venir a ver qué le sucedió a tu auto

Ya me había asustado, no quería quedarme aquí hasta muy tarde, no quería dejar a Marlene almorzando sola, además quería descansar

–agh, está bien

–puedes ir al frente y Deo y yo atrás para que no digas nada

Asentí y agarre mis cosas, no quería llegar tarde asique no tenía de otra, el empezó a caminar y yo me apresure a seguirle.

Ya en el auto su chofer, Jackson iba a dejarme primero en casa g luego Iván a casa de ellos y aunque vivíamos en el mismo condado el vivía a unas casas de la mía.

Estaba viendo a la ventana, ya estábamos cerca de casa

Un rato más tarde ya habíamos llegado a mi casa

–si quieres te puedo acompañar hasta tu habitación y te ayudo a quitarte la ropa

–Aquiles deja la falta de respeto a la chica

Sonreí leve, no había convivido mucho con Deo pero me caía bien

Ya me había bajado del auto y agarre mis cosas, camine hasta la entrada, hasta que sentí a alguien detrás mío, voltee para ver quién era, y era el,Aquiles

–que quieres? No ves que no estamos en tu casa

–lo se, no soy estúpido

Me miró y sonrió

–voy a entrar contigo, o no ves?

–claro que no, lárgate

–ya mi chófer se fue

Puse los ojos en blanco, era un idiota, tantos años intentando algo conmigo nunca había caído y ahora cree que este año será la excepción jaja está loco.

–pues vete a caminando a tu casa, no está tan lejos

saque mis llaves del bolsillo y abrí la puerta, justo antes de cerrarla sentí una mano parando la puerta, Aquiles había entrado a mi casa, que le pasaba?

No te hagas, bien que quieres que esté en tu casa, y no solo en tu casa, si no también en tu cama

Aveces odiaba a mi conciencia

–que crees que haces?

–no ves? Estoy entrando a tu casa, no pensabas dejarme afuera verdad?

–ay dios mío

Lo deje pasar y cerré la puerta

–quedate aquí

Deje mis cosas a un lado de la puerta y subí a mi cuarto, entre a mi cuarto y me quite la ropa quedando en tan solo ropa interior, hasta que empecé a sentir una mirada y mire hacia la puerta, estaba ahí, parado viéndome fijamente.

–que carajos haces, no ves que estoy semidesnuda

Me tape lo más que pude, que fue algo tonto, porque igual me veía la mayoría de el cuerpo

–si te ves así en ella interior, no me quiero ni imaginar como sería sin nada puesto

Me miró de arriba a abajo y me sonroje, no por lo que estaba diciendo, si no porque no podía creer que el me estaba mirando así

-largate de mi habitación, te dejo entrar a mi casa y quieres invadir mi privacidad

Entro a mi habitación y cerró la puerta

-pues la puerta ya está cerrada, no creo que esté invadiendo tu privacidad

-agh, que quieres de mi, que quieres, no te entiendo, te comportas como un niño de 7 años años llorando por un dulce que jamás le van a dar

-pues lamentablemente para ti voy a seguir llorando por ese dulce hasta obtenerlo

El sonrió, se acercó a mi y sujetó mi cintura

–tienes unos ojos muy lindos, me gustaría que nuestros hijos tuvieran ese mismo color de ojos

-de que hablas?, Estás locos, no tendremos hijos ni en tus sueños

–ah si?

Acercó su rostro al mío hasta casi besarnos

–pues si, asique déjame en paz, porfavor deja de tocarme

Se acercó mucho más y pego su rostro más al mio, hasta el punto de si alguien se movía, podíamos besarnos.

Lujuria Where stories live. Discover now