Por favor, prometo no haré nada de eso de nuevo ni parecido, pero perdóname. No soporto estar cerca de ti y no besarte y ni si quiera verte.
Pd: Dile a mi enana que la extraño...>>
Suspire una vez que termine de leerlo, y sonreí; Ya tenía decidido perdónale pero ahora mucho más.
Me entretuve toda la mañana arreglando cosas, colocando cosas, charlando con los clientes. En apenas media hora tendrían que venir, y cada minuto que pasaba más nerviosa me ponía.
Era como si... me fuese a declarar por primera vez, la misma sensación. Nos escondimos, sabiendo claramente donde le tocaba a cada uno, nos escondimos.
Me escondí en los vestidores, donde sabría de sobre que el iría; Abrió la puerta y se quedo parado al verme allí, sonreí nerviosa.
-Perdona, si quieres puedo volver luego.- Dijo serio y frio.
-No no.- Dije rápidamente.
-Ok.- Dijo sin más.
Se puso a cambiarse delante de mí, no pude evitar morderme el labio al verle, estaba frio y distante.
-¿Podemos hablar...?- Dije nerviosa.
-¿De qué?.- Dijo sin mirarme.
-¿Como que de qué?.- Dije frunciendo el ceño.
-No sé, llevas dos días sin hablarme, no sé de qué quieres hablar....- Dijo mirándome.
-Vale déjalo.- Dije molesta.
Me gire dándole la espalda; Entendía que estuviera enfadado pero, más lo tenía que estar yo. Bufe molesta, con ganas de llorar, pero no, no iba a llorar.
Capitulo 23: Día de reencuentros.
Comenzar desde el principio