☕Episodio uno: Al asecho

6 2 0
                                    

—¿Dónde estás Marina?

Me removí en mi escondite colocándome los zapatos de tacón, sabía perfectamente de que en cuanto la matrona no tenga noticias sobre mi paradero irá corriendo con Noriel a notificarla de que no estoy cumpliendo con la parte de mi contrato que teníamos acordado desde que me acogió cuando escape de Inglaterra, por desgracia se me estaba agotando el maldito tiempo y este lugar tarde o temprano se quedaría sin oxígeno para cubrirme hasta que sea necesario salir. Estire la falda del vestido varias veces seguidas, mi nerviosismo era bastante evidentemente, pero todo tenía que salir como lo había planeado, porque si las cosas se dan de otra manera estaría muerta ahora mismo.

—¡Donde mierda te metiste Marina! —una voz masculina llama mi atención, activando todas las alertas existentes y por haber de mi cuerpo—. ¡Florecilla!

Un golpe seco me hizo retroceder, dejando que el miedo se apodere de cada parte de mi cuerpo inmovilizándome por completo, aún seguía escuchando la voz del maldito proxeneta de Bogotá alertando a su equipo de seguridad, cada puerta del antro estaba siendo destrozada en busca de mi persona.

—¡¡Usen el rastreador de su pie!! —cada bailarina contiene una plaqueta de metal incrustada en la piel de su tobillo, permitiéndole a Noriel localizarnos cuando quisiera—. ¡Florecilla, te daré treinta minutos para salir o de lo contrario me daré paso a la casería!

Me quedé en silencio analizando todo lo que estaba sucediendo en apenas una hora de diferencia, todavía no entendía que Evengeline me delatara de tal manera cuando le había confiado toda mi vida, la impotencia me estaba generando lágrimas que nunca salieron, porque no se lo permití. El ruido de un engranaje de reloj, fue suficiente para darme cuenta de que Noriel se encuentra en la habitación con un silenciador en su arma, si quisiera pudiera asesinarme en cuanto saliera de mi maldito escondite. Empecé abriendo la boca con desesperación, ya que el compartimiento secreto del vestidor se está quedando sin oxígeno, mis fosas nasales arden y mi pecho se comprime con rapidez, evitando que pueda seguir en este lugar, se me está agotando el tiempo y ni siquiera Noriel salió de este lugar, Definitivamente estaré muerta en unos pocos segundos restantes, seguí abriendo mi boca como un pescado que necesita agua para oxigenar su sangre. Una mano se deslizó sigilosamente desde la oscuridad, tomándome por sorpresa, pero antes de que pueda gritar tapa mi boca con una mascarilla.

—¿Sabes que te matarán? —Asentí ante la voz de Demian, el guardaespaldas de las bailarinas.

Demian me tomo del brazo guiándome a un pasillo que jamás conocía, se me hacía bastante extraño, ya que nadie de aquí sabía mi paradero excepto Evengeline, y esto me estaba haciendo sospechar de la situación. Me quedé callada sin dudarlo, tampoco tenía alguna palabra que pudiera argumentar, el miedo me estaba consumiendo cosa que me impedía sin siquiera pensar bien, Demian seguía caminando por los angostos pasillos, cargando con mi cuerpo en un estado demasiado débil como para caminar por mi cuenta, aún resonaban los gritos histéricos de Noriel por todo el antro. Imagino que a éstas alturas ya habrá localizado mi implante sub dérmico, por lo que ya debe saber que estoy escapando con Demián, la única persona en quién confío.

Los lúgubres y polvorientos pasillos ocultos de este maldito infierno, las paredes de un tapiz negro con zócalos rojos, se vuelven tan familiares de repente, pequeños vestigios de mis compañeras se asoman por lo profundo de mi cabeza, generando que tenga visiones de aquel año en el que ingresé sin darme cuenta. Sostuve la mascarilla de oxígeno, para evitar derrumbarme por completo, mis pulmones aún duelen y fue complicado arriesgarme tanto. Mis ojos comienzan a divisar puertas de vidrio gris, con sus respectivas luces led a cada costado haciendo que parezcan puertas de colores; esto ya me está dando escalofríos, y aún más cuando escucho la amarga voz de Noriel.

La Reina De La MafiaWhere stories live. Discover now