Capítulo 3

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Pov: Anna



Estaba en la fila de la cafetería con Debbie, me estaba muriendo de hambre, estaba tan enojada en la mañana que olvidé comer algo. Estaba con mis audífonos, estaba escuchando Cuando Nadie ve de Morat. ¿Les mencione que soy fan de Morat? Creo que ya lo notaron. Salí de mi trance cuando ví a Debbie hacerme señas.

-¿Ajá?-Dije sin entender lo que dijo.

-¿Me estabas escuchando?- Dijo un poco enojada.

-Perdón, ¿Qué pasa?- Dije lo más interesada que pude.

-¿A qué no creerás quién está en mis clases?- Dijo con la voz muy alta y con mucha ilusión.

-Mmmm- Digo fingiendo interés.

-¡Alice!- Dijo gritando, pero al darse cuenta que lo dijo muy alto, se tapó la boca.

-Alice- Dijo ahora susurrando, cómo si nadie la hubiera escuchado hace un segundo.-Es mi momento para poder acercarme a ella, ¿Entiendes? Dijo con un brillo de emoción y lujuria en sus ojos.

-Mmm, creo que deberías dejar de....- Me callé porque todos empezaron a murmurar cosas y volteando a la entrada de la cafetería.

Mi amiga y yo al seguir sus miradas, entendimos el por qué....

Era el equipo de voleibol, formado por todos los chicos más atractivos de la preparatoria, incluyendo Max, con su personalidad creída, egoísta y graciosa (según él). Su cabello medio largo color negro, al igual que sus ojos un poco rasgados, lo que lo destaca mucho son las miles de pecas que le recorren en la cara de un color cafecito miel que le queda muy bien con su piel blanca, y esos labios gruesos de un color rosa que solo dan ganas de probarlos, claro que como es jugador de voleibol es un muy alto, y tiene el cuerpo bien formado o eso se puede ver en como le quedan de bien sus camisas justas. Llevaba unos jeans negros holgados que le quedaban increíblemente y esa camisa de manga larga básica color blanca, se veía muy sexy. Iba caminando con su grupo, riéndose y pasando su mano por el cabello liso intentando acomodarlo, pero sin tener éxito. Se ve muy sexy haciendo eso.

Sacudí mi cabeza intentando olvidar aquellos pensamientos que cruzaron mi cabeza. Yo no podía caer ante sus encantos, era un egoísta que no le importaba nada más que coger y su estatus social.

Además de ellos se encontraban a su lado las porristas. Pero hay una que resalta entre todas, Emma Johnes. La chica más deseada de la preparatoria. Con su cabello negro, piel morena y esos ojos color miel que mentiría si dijera que le quedan horribles, eso es lo que la destaca a ella, además de su color, son grandes y le lucen muy bien, tiene la figura perfecta, cualquiera lo sabría porque todos los días viene con muy poca ropa para enseñar lo que tiene, todos mueren por ella, creo que hasta Debbie a caído en lo hermosa que es, pero no es su tipo de personalidad, es muy cruel, pobre de aquella persona que sea su objetivo. Al verla te puedes engañar por su apariencia, pero en realidad es una persona sin corazón.

También venían acompañados por tres chicas más de las porristas y todos se estaban riendo mientras charlaban. Emma estaba muy apegada a Max. Todos sabemos en la preparatoria que son pareja. Otra de las razones por las que no puedo tener esos pensamientos sobre Max.

Empezaron a caminar hacia la fila y como si fuera de película todos empezaron a susurrar cosas (claramente de ellos) y dándoles paso.

Mi amiga y yo nos volteamos para tomar nuestro almuerzo, ignorándolos.

Empezamos a caminar hacia una mesa, Debbie me venía platicando muchas cosas, que la verdad no entendí mucho porque no la estaba escuchando bien.

Estaba pensando en que hoy tenía sesión con Ava y después tenía que ir al trabajo y terminando a casa, donde esta mi madre.....de solo pensarlo ya estaba cansada. Caí en la realidad cuando en un instante, me tropecé, y enfrente estaba Max, empapado de la avena que tenía en mis manos.

Todos nos voltearon a ver y yo me quedé inmóvil. Debbie, estaba igual de sorprendida que yo, que no sabíamos qué hacer ni decir. Max estaba tan quieto que no sabía descifrar su expresión. Emma a su lado nos vió con mala cara y me gritó.

-Idiota, fíjate por donde vas- Dijo con una voz furiosa.

-Lo..lo..siento- Dije más para mi que para ellos. No los mire al frente, solo veía sus zapatos. Estaba empezando a hiperventilar, intenté respirar tranquilamente pero creo que no lo había logrado. Debbie debió de haberlo notado y se acerco más a mi lado.

-Le manchaste toda la ropa, ¿cómo crees que lo vas a resolver?-Dijo Emma cruzando los brazos.

-Te..yo..no te vi...-Dije sin parar de temblar hasta que me interrumpieron.

-¿Acaso necesitas lentes? Si no nos viste es por eso, ya que todos aquí nos ven.-La voz de Emma sonaba más enojada.

Yo empecé a tener la respiración más agitada y Debbie al ver esto respondió.

-No hay necesidad de responderle así, te acaba de decir que fue un accidente- Sonaba molesta. Pero Emma la ignoró.

- Espera.....tu eres la misma que no dejó pasar a Max en la mañana. Dijo Min Lee.

Abrí los ojos de par en par, y eso me hizo mirarlos asustada, esto no podía empeorar, solo quería irme, mi respiración ya no podía. Debbie al escuchar a Emma, se volvió hacia mi con una mirada de explicación. Todos seguían viéndonos y algunos empezaron a grabar.

-Lo...siento...pro..prometo que no...va a pasar...otra vez- Dije con el nudo en la garganta, y mi respiración agitada. ¿¡Por que hoy tenía que estar sensible?! Estaba a punto de irme, pero escuché a Emma decir.

-Estoy seguro de que no volverá a pasar.....- De repente sentí como me escurría un líquido en la cabeza, hacia mis hombros y a mi ropa, empapándome. Todos empezaron a reírse y seguían grabando, yo solo me quedé ahí parada, acumulando la furia del día de hoy.

-¡Oye!- Debbie gritó.

-¿¡Qué rayos te pasa!?- La fulmine con la mirada llena de odio. Debbie me miro un tanto sorprendida por mi reacción.

-Ya estamos a mano, a la otra fíjate por dónde vas.- Me dice riéndose con el grupito que estaba con ellos.

Lo peor de todo es que estaba ahí Max parado, observando todo y no dijo ni una sola palabra. Volteé a verle y le dije furiosa.

-¿No vas a hacer nada?-

Al ver que no decía nada y Emma lo empezaba a limpiar con una servilleta que encontró, me fuí lo más rápido posible empujando a la gente que seguía grabando mientras corría al baño, mi respiración seguía agitada, solo escuché a Debbie gritarles algo que no entendí bien.

Al entrar al baño lo único que hice fue cerrar los ojos y empezar a contar hasta cinco......

Debbie al verme me preguntó muy preocupada.

-¿Estas bien?- Puso una distancia corta pero limitada entre las dos.

-¿Anna?- Sonaba preocupada.

Mientras terminaba de contar sólo pude asentir como respuesta y empecé a limpiarme el líquido que tenía por todas partes. Debbie me ayudó y furiosa la escuche murmurar.

-Que hija de puta!-











Holaaaa

Espero y les esté gustando esta nueva versión, lo siento por el cambio, pero si es importante que lo lean, ya que a partir de aquí toda la historia va a cambiar.

Si les gusta la historia no olviden votar :)

Después de la tormenta siempre hay un arcoíris Where stories live. Discover now