Bienvenida extraña

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*

Merlina salió del auto negro y se detuvo en frente de Nevermore. El internado que fue diseñado para excluidos como ella. La fuente de su alegría y mísera durante dos meses hasta la desafortunada muerte de la directora Weems.

Ahora era tiempo de regresar, un nuevo año escolar y un nuevo director. Merlina casi no podía creer que estaba regresado después de casi nueve meses sin educación escolar regular o técnicamente irregular.

Se volteó hacia Largo, despidiéndolo como un soldado, él le dirigió una mirada preocupada.

"No te preocupes, no hay nada que no pueda manejar."

Largo respondió con ruidos, como solía hacer.

Merlina suspiró. "Estaré bien. Además, Dedos está aquí para cuidarme."

Dedos empezó a hacer señas y dijo con ellas: NO. CUENTES. CONMIGO.

Merlina giro sus ojos cafés, recogió su equipaje y caminó hacia la entrada principal. "No seas ridículo, Dedos. Es solo la escuela."

Dedos saltó a su mochila negra y ambos caminaron por los pasillos, nunca antes los habían visto tan ocupados. Las habitaciones y los horarios estaban pegados a la izquierda, mostrando que Merlina volvería a compartir habitaciones con Enid en la sección Ophelia. Esto no era muy sorprendente, el nuevo director probablemente no quería cambiar muchas cosas al llegar. Quienquiera que fuera.

Enid le sonrió ampliamente a su mejor amiga. "¡Merlina! ¡Por fin llegas!" Corrió hacia ella y la rodeó con sus brazos, obteniendo una mirada extraña de Merlina.

Enid se separó lentamente del abrazo. "Perdon, no sabía si habíamos regresado a no abrazarnos..."

Merlina lo negó con la cabeza. "Lo permitiré, pero solo porque ha pasado un tiempo desde la última vez que me viste."

"¡Lo sé! ¡Se siente como qué pasó una eternidad desde que tú y Pugsley vinieron a visitarme en San Francisco!"

"Fue un viaje interesante..."

Enid suspiro ante el recuerdo. "¡Estoy muy feliz de que todos estamos en la escuela! La pandilla ha vuelto a estar junta. ¡Solo tú, Dedos y yo!"

Dedos salió de la mochila de Merlina al oír su nombre y saludó a Enid con un movimiento sutil.

Ella sonrió de nuevo. "Yo también te extrañé, amigo."

Merlina miró la hora en un reloj de pared cercano. "¿Has visto al nuevo director?"

"Todavía no, dicen que quiere hacer una 'gran entrada'," explicó Enid. "No se que signifique eso."

¿Gran entrada? Bueno, eso era algo inusual. Incluso para la escuela Nevermore.

"No puedo decidir si estoy intrigada o preocupada."

"Creo que esos dos van de la mano."

Las chicas caminaron hacia su antiguo dormitorio y vieron que el plástico de colores todavía estaba pegado a la ventana de Enid, dividiendo la habitación por partes iguales.

"¡Ey! ¿Nuevo look para este semestre? ¡¿Qué tal si movemos algunos de los colores de mi lado al tuyo y hacemos un zigzag?!"

Merlina solo la miro. "Toca mi ventana y no volverás a caminar en zigzag."

Enid se cruzó de brazos, casi riéndose. "Sigues siendo la misma, Merlina."

"Lo intento." Ella se encogió de hombros.

Su obsesión Where stories live. Discover now