❛❛DAME UNA RAZÓN❜❜ ↳ [Lumity Adaptación] ¡!

Capitulo 3

Cuatro semanas después, Luz Noceda no podría haber estado más contenta con su decisión de trabajar en Hexside. A excepción de las enseñadas por Amity Blight, ella había logrado monitorear cada clase y se encontraba debidamente impresionada por la paciencia, la inteligencia y la fortaleza de su personal.

Al ver a Viney salir a fumar, Luz tomó su abrigo y la siguió por la salida trasera del edificio.

—¿Un día difícil?– Preguntó Luz mientras se sentaba al lado de Viney en el escalón.

Riéndose suavemente, Viney dijo:

—Tengo una mujer que no puede agarrar la suma sentada al lado de otra que podría hacer cálculos mientras duerme. Dime tú.

Luz sabía muy bien que, si bien todos los residentes de Hexside pasaron un tiempo en prisión, ahí es donde terminaron sus similitudes.

Un crisol de orígenes étnicos, ingresos, educación, religiones y aptitudes mentales, presentaban al profesorado una gran variedad de desafíos.

—Suena difícil.–dijo Luz.

—¿Crees?

—¿Que puedo hacer?

—Oh, Luz, no hay nada que puedas hacer. No hay suficientes horas en el día para tener clases para cada nivel, al menos no hasta que Bump pueda conseguir suficientes fondos para contratar a algunos maestros más. Hasta entonces, solo tenemos que salir adelante.

—Y asegúrate de que no te quedes sin cigarrillos.–dijo Luz, mirando como Viney encendió su segundo.

—Sí, eso también.–dijo Viney con una risa.—¿Asi que, que de ti? ¿Como estas?

—Bueno, el papeleo fue un poco abrumador al principio, pero lo estoy entendiendo.

—Escuché que Bump te presentó a Amity.–dijo Viney, dando otra calada a su humo.

—Sí, el mes pasado.

—¿Que piensas de ella?

Inclinando la cabeza, Luz preguntó:

—¿Me estás preguntando sobre sus habilidades de enseñanza o sobre ella?

—Si le preguntas a alguna de esas mujeres que están en el interior en cuanto a quién es su maestra favorita, Amity ganaría sin dudarlo. Todos sabemos eso. Estoy hablando de la mujer, no de la profesora.

Pensando por un momento, Luz se encogió de hombros.

—Honestamente, no sé qué decir. Cuando nos conocimos, ella no dijo una palabra, y luego traté de estrecharle la mano...

—¿No te dijo Bump que ella no...?

—El se olvido.

—Ay.

—Sí.–dijo Luz con un suspiro.

—Sabes, cada vez que la veo, ella se ve tan perdida, tan dolida. Es casi doloroso...

—Espera.–dijo Luz.—He estado aquí durante cinco semanas y la única vez que la he visto fue cuando estaba en su aula.

Mientras sostenía su paquete de cigarrillos, Viney dijo:

—De vez en cuando me la encuentro aquí.

—¿Ella te habla?

—No.–dijo Viney, sacudiendo la cabeza.
—Pensándolo bien, ha habido algunos saludos en los últimos dos años, pero nada más que eso. Honestamente, Luz, creo que está aterrorizada de todo y de todos. Absolutamente, positivamente aterrorizada.