⠀⠀El dulce cantar de la naturaleza acompañaba el parpadeo de las estrellas que contemplábamos, mientras que nuestras suaves risas formaban parte del coro de dicha melodía.
⠀⠀ La suave brisa que nos acariciaba y las tímidas flores que aún no se atrevían a mostrar sus hermosos rostros indicaban que faltaba una lunación para la primavera, por lo que habían pasado cinco meses desde mi primer encuentro con el chico de las estrellas.
── Si tu cumpleaños es el mismo día en el que la primavera llega, ¿significa que tú traes las flores y las mariposas? ── bromeó Xingchen con una tierna sonrisa, sin despegar su mirada del oscuro manto decorado con luces que cubría nuestro alrededor.
⠀⠀ Respondí con una suave carcajada, tampoco dejando de mirar las estrellas aunque, a diferencia de él, a las que miraba estaban a mi lado y no en el cielo.
── ¿Te gusta la primavera? ── le pregunté en el mismo tono de voz para que pudiéramos apreciar la melodía de la flora y la fauna.
⠀⠀ Sus luceros me miraron tras escuchar mi duda y, al igual que sus delicados labios, estos se curvaron en forma de medialuna antes de asentir con cuidado, quizás sin saber que yo era la metáfora de dicha estación en la pregunta.
⠀⠀ Mas esa pequeña interacción fue la responsable de que no pudiera caer en los brazos de Morfeo hasta dos amaneceres después.
» jessica, ©herbonhomie
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abrazando una estrella
Romanceestamos formados por polvo de estrellas y, sus ojos brillosos, me lo confirman.