𝑴 | "𝑇ℎ𝑒 𝐼𝑟𝑜𝑛 𝑇ℎ𝑟𝑜𝑛𝑒 𝑤𝑖𝑙𝑙 𝑏𝑒 𝑚𝑖𝑛𝑒， 𝑤ℎ𝑎𝑡𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑡ℎ𝑒 𝑐𝑜𝑠𝑡"
𝐕𝐈𝐒𝐄𝐍𝐘𝐀 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍, la primera hija de Daemon Targaryen y Rhaenyra Targaryen. Una bastarda ante los ojos de muchos, pero la heredera al trono de...
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—EL CLIMA DE KING'S LANDING no se comparaba con el clima de Dragonstone. Dragonstone era fresco, la lluvia era abundante y el sol grande, todo juntos creaba el clima perfecto. En cambio King's Landing el sol era muy caliente. No le gustaba pero estaba acostumbrada.
La gran mesa del consejo estaba ocupada por la Reina, la mano del Rey, algunos Lords, Aemond y Visenya. El consejo estaba planeando finalmente su boda, pero ellos realmente parecían no tener opinión.
—Estuve mirando y en Dorne hay una famosa costurera que se especializa por hacer los vestidos de novia de las Ladies y damas de grandes casas en Westeros —Sugirió Ser Tyland Lannister.
—Me parece bien Ser Tyland, podríamos pedirle un vestido blanco con encaje dorado y bordados —Dijo la Reina.
Visenya jugaba con la mano de Aemond por debajo de la mesa, estaba muy aburrida y no tenía opinión sobre nada con respecto a su propia boda.
Aemond la miro de forma pícara recordándole con la mirada los eventos de hace una semana y lo que hizo con esa mano, a lo que ella se sonrojó por completo y acomodó su postura.
—¿Está bien princesa? —Preguntó un maestre.
—Perfectamente.
La Reina la miraba fijamente sin decir una palabra.
—Invitaremos a toda la familia Lannister, los Martell, el Lord Tully, su esposa y sus hijos, no podemos olvidarnos de los Velaryon, al final son tú familia ¿o no princesa? —Dijo Otto con un poco de burla.
Aemond se removió en su asiento y carraspeó la garganta mirando a su abuelo con advertencia, en eso se escucharon dos dragones rugir con ira; Draenyx y Vyrox.
—Los Stark también estarán invitados, pero no todos, los del norte suelen ser algo... descontrolados.
—Ellos no son así —Defendió Visenya —solo no siguen las reglas estúpidas e innecesarias que el resto del Reino sigue, todos allá son como familia.
—De igual forma es mejor prevenir, princesa —Dijo Otto.
Visenya bufó en su asiento empezando a molestarse —Esto es una mierda.
—¿Disculpa? —Preguntó la Reina.
—Está es mi boda, no la de ustedes, Aemond y yo deberíamos decidir qué hacer y a quien invitar, yo debería decidir qué ponerme —Refuto.
—Pues esta es un boda real, princesa, usted es la sucesora de su madre, tiene que ser algo grande —Debatió Otto.
—No me parece.
—¿Y entonces que quieres? —Preguntó la Reina cansada.
