|𝕮𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔 𝖉𝖊 𝕵𝖚𝖑𝖎𝖔|

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NOTA: Este capítulo forma parte de un maratón de viajes en el tiempo que en total lo conforman 3. "Cuatro de Julio" es el segundo. El primero fue "Viaje al pasado".


Cuatro de Julio

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~Hoy día la voz de puto el que no cante~

Bola— gritaron del otro lado de la mesa, abriendo juego con un par de tacos y dos cervezas en la esquina de los diamantes —Esa es mi canción—

~Estoy esperando mi camión en el terminal del A.D.O~

—Fue apenas ayer Sam, te lo juro, la vi besándose con otro. El pendejo de su hermano es una gata rompe hogares— algunas risas se escucharon detrás de los biombos de luz, e incluso más al fondo, se lograba apreciar los estéreos del bar en contraste con los patines y los bolos al caerse, las botellas brindando con aquella espumosa frescura, las bolas rojas y naranjas, moradas y verdes, la negra y la blanca desplazándose por la textura fibrosa de la madera. Ese era el billar de los Rowli's, cerca del instituto y del hospital.

~Estoy esperando mi camión en la terminal del A.D.O~

—Quiero que me lleve muy lejos, ¡y a la chingada de aquí!— continuaron los dos juntos mientras movían los pies; y aunque uno no tuviera ritmo en absoluto, el otro se comprometía en que el baile fuese un poco más decente. 

Ese era el ambiente del Rowli, trovador y coplero, casi como el poema recitado de un borracho desilusionado en plena madrugada. Y no era para menos, este santuario encarnizado desde el 79' se convirtió en el techo de los universitarios de la zona, indiscutiblemente, porque lo había fundado un fósil de 5 años que no sabía ya que hacer. Y por supuesto que era una fortuna encontrarlo libre un sábado 4 de julio a las 12 de la noche.

~No me he podido consolar desde que mi novia me dejó~

Precisamente hoy había un descuento de estudiante y dos por uno en alitas y papas. Probablemente porque era quincena y no tenía que faltar la liquidación de la beca por promedio excepcional.

También había una pista de reluciente resina para los enamorados enternecidos. Y si no había servicio en los baños; al fondo a la izquierda con un recorrido de sencillos y clásicos, casi iluminados por tres lámparas hediondas blindadas con mosquiteros oscurecidos en la penumbra del corredor: era porque alguien se había cagado como quien come una semilla de aguacate, y era mil veces mejor hacer cualquier necesidad afuera.

—Me parece que te estoy ganando—

—¿Ah, si? ¿Te parece? ¡Ya perdí otra vez Sam!— Se dirigió a USA, el amigo despilfarrador de dinero en las conferencias anuales del Comic-Con, amante de la leche deslactosada, del café con leche y alma de sus propias fiestas. Algunas veces Sam y otras bebote por ser tan grande y lento. Tan tierno pero también frígido con quien a veces le competía en belleza.

—Me debes 30, o un ICE, o lo que esté en tu bolsillo derecho—

—No te voy a dar mi teléfono pendejo. Ten, 30— sacó un billete y dos monedas con una paleta masticada y un chicle pegado a un clip.  —Lo siento, sólo tengo 10, tómalo o déjalo—

𝕺𝖓𝖊𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 || Rusmexحيث تعيش القصص. اكتشف الآن