Compañeros [KazuRei]

Capítulo 3

Lo notaba desesperado, pudo verlo en sus movimientos rápidos y torpes, Kazuki intentaba deshacerse de la chaqueta que vestía Rei, mientras todavía lo besaba desenfrenadamente a la vez que le restregaba la entrepierna con movimientos bruscos y continuos. Estaba dejándolo sin aliento porque literalmente no le estaba dando tiempo para algo tan básico como respirar.

Cuando no pudo tolerarlo más, Rei intentó apartarlo ligeramente, pero fue rápidamente embestido de vuelta contra la puerta y, aunque se había ganado de vuelta la mirada furiosa de Kazuki, por lo menos había conseguido que parara de besarlo y de restregarse contra él.

—Rei.

Ignoró el tono brusco de su voz, simplemente levantó las manos y bajó el cierre de su chaqueta bajo su atenta mirada, él pareció entender que no llegarían a ningún lado si seguía comportándose como un animal sin raciocinio, ya que Kazuki tragó saliva y luego, lentamente, lo ayudó a deshacerse de la prenda, pudo ver como sus dedos temblaban cuando rozó el borde de su camiseta y comenzó a levantarla hasta que terminó en el suelo también.

Kazuki lo tocó con sus manos; recorrió sus pectorales, los costados de sus costillas y luego lo agarró firmemente de la cintura y lo atrajo hacia él, besándolo, tanteando sus ángulos y la forma en que sus manos se amoldaban a él.

Rei no se consideraba alguien pequeño, en realidad estaba bien con una estatura promedio y Kazuki no lo pasaba por muchos centímetros, y ni siquiera se notaria la diferencia si Rei pasara más tiempo enderezado y con una buena postura, sin embargo, en este momento no pudo evitar notar que Kazuki era mucho más robusto que él, Rei era demasiado flaco y con solo la masa muscular justa para sobrevivir en el tipo de trabajo que hacían. Kazuki lo encerraba por completo con su cuerpo presionándolo contra la puerta, en realidad apenas recién era consciente del porqué era tan fácil para Kazuki cargarlo de un lado a otro en las misiones que no salían tan bien. Cuando Kazuki jugueteó con su oreja izquierda y Rei sintió algo más que cosquillas, se preguntó internamente por qué aquel dato le parecía tan excitante.

Kazuki lo jaló y empujó hasta lograr echarlo sobre la cama, no tardó en subirse encima y volver a besarlo, todo lengua, dientes y saliva. Honestamente Rei no pudo hacer nada más que quedarse quieto y aceptarlo.

Sintió las manos de Kazuki bajar a sus pantalones, lo desabrochó y bajó la cremallera, dejó de besarlo para comenzar a recorrer con su boca parte de su cuello y seguir bajando lentamente. Chupó sus pezones y con sus manos también los apretó y retorció ligeramente. Rei no sabía qué exactamente debería sentir con eso, pero no protestó porque Kazuki parecía bastante dedicado a ello. Con sus manos aun jugando en ese lugar, Kazuki siguió bajando y lamiendo hasta alcanzar la cinturilla de su pantalón.

Lo miró, como respuesta Rei le frunció el ceño.

Fue entonces cuando Kazuki decidió completar su trabajo y le quitó los pantalones junto con su ropa interior.

Rei se sintió expuesto, pero apaciguó rápidamente la sensación. Era Kazuki, después de todo, él ya lo había visto un par de veces desnudo y viceversa. Ya sea porque había solo un baño funcional para dos personas (ahora 3) en el departamento, o porque cuando resultaban heridos en el trabajo era el otro quien debía servir como cuidador, lo que involucraba en muchos casos hasta ayudar a bañarlo. Rei tuvo que recordárselo, no había nada de lo que sentirse avergonzado o inseguro, Kazuki era solo... Kazuki.

Seguía siendo el alfa espontáneo y muy alegre de siempre, incluso cuando se inclinó un poco y le dio un lengüetazo a su polla, la cual todavía no estaba del todo en esto, pero que parecía no tardar en afrontar la situación también.

Seguía siendo Kazuki, rubio, regañón y molesto, aun cuando se metió su polla en la boca y succionó maravillosamente.

Rei gimió y cerró los ojos.