Cuando Rosalie y su hermano llegaron al hogar de niños peculiares iban huyendo de quien los querían dañar.
Estaban 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘥𝘰𝘴 y sin familia. Su llegada traera cosas bueno para algunos.
Aunque... ¿Han escuchado eso de que la tormenta viene de...
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La menor sonrió un poco con los ojos llenos de lágrimas al ver a su hermano recostado, con los ojos cerrados y pálido, pero seguía con vida, y se iba a recuperar y ella lo sabía.
"Hola, Harry" pensó la de ojos azules y se lamentó una vez más de no poder hablar, en que su hermano no pudiese escucharla otra vez.
- Él estará bien, Rosie- brincó un poco cuando escuchó la cálida voz de Emma, la rubia estaba bastante preocupada por el chico pero sabia que se recuperaría.
Pero lo que más les preocupaba a todos era la herida de bala, ¿quién se la había hecho? ¿Es que acaso era que los estaban acechando desde hace tiempo?
Si, lo habían estado haciendo, aunque no sabían la ubicación del bucle lo estaban buscando y las -muy seguidas- salidas de Harry los ponían a todos en peligro.
Rosalie tragó en seco, en realidad sabia que había una forma de saber que era lo que había pasado.
Pero no quería hacerlo. Era un método verdaderamente doloroso, pero, ¿que otra opción había?
"Necesito que llames a Enoch y a la señorita Peregrine, Emma"- pidió, acariciando el cabello de su hermano después.
Estaba pidiéndole perdón por lo que estaba apunto de hacer- ¿Que estas planeando?- cuestionó la rubia bastante preocupada, ella negó.
"Solo llamalos, por favor"- Emma asintió y sin más fue a buscar a Enoch y a Peregrine.
Después de cinco minutos ellos ya estaban ahí en la habitación y por alguna razón el ambiente estaba tenso, se podía respirar el estrés que emanaba de la castaña.
- ¿Rosalie?- llamó Enoch e intentó acercarse a ella pero ella lo frenó alzando la mano.
"Hay una manera de saber lo que le pasó a Harry"- comenzó a contar mediante a las señas.
- ¿Como?- cuestionó Alma- Por que de cualquier manera hay que hacerlo, si debemos abandonar la isla debemos saberlo pronto.
Y de pronto Enoch sintió un amargo sabor de boca, si, ellos debían saber si tenían que huir como siempre, pero algo le decía que esa solución no le gustaría nada.
"Lo sé, pero... Será doloroso, para él y para mi"- movió sus manos contrariada.
- Entonces hay que intentar otra manera. Esa no es opción.- se apresuró de inmediato Enoch. - No es justo que te lastimes, Rosalie.
- Enoch...- comenzó Peregrine. Él la miro molesto.
- No. Ella no debe lastimarse, hay otras maneras de saberlo, debemos esperar a Harry- Sentenció, Rosalie negó con su cabeza.
