Inseguridades (La vida después de casadas)

Magsimula sa umpisa
                                    

-¿Y por qué no me dijiste?

-¿Por qué debía hacerlo? Soy una mujer grande. ¿A caso tu me dijiste que ibas a estar risa y risa con una mujer en el bar?

-No fue así, fui por tragos para los muchachos y esa muchachita me habló cuando esperaba en la barra. -explicó.

-Puedes hacer lo que quieras. -se puso de pie y camino a la cocina.

Javiera miro hacia arriba buscando ¿una solución?

-Flavia ... no salí para coquetear con nadie. Salí con los muchachos y me enviaron por los tragos.

-Esta bien. -lavaba su taza.

-¿Por qué estás así?

-Perdóname si no me cayó mucho en gracia encontrar a mi esposa platicando y riendo con una mina más. -guardo lo que uso y la evito pasando junto a ella.

-Flavia.

-Buenas noches Javiera.

Subió rápidamente y ni siquiera se quito la bata del pijama. ¿Y si ya no le gustaba como antes? Sabía perfectamente que de alguna manera su mujer podía tener a quien quisiera junto a ella.

Intento dormir y ya no pensar en eso. Al día siguiente se levanto, se ducho y se cambió para bajar, hizo el desayuno y se sentó frente al gran ventanal que daba al jardín, el día estaba nublado, llovía, el aire había refrescado.

Miro el refrigerador y las alacenas, no hacían falta muchas cosas pero decidió salir a comprarlas. Tal vez era una manera de evitarla.

El trafico era una locura, mucha gente había en la calle. Tal vez por ser Lunes.

Su celular comenzó a sonar. Su esposa.

Conecto las manos libres y respondió.

-¿Si? Dime.

-¿Dónde estás? Desperté y no te encontré. ¿Fuiste a trabajar?

-No, solo vine al supermercado. Te dejé el desayuno preparado para que puedas ir a trabajar.

-Mi amor...

-¿Si?

-Ya no estés enojada conmigo, perdóname.

-Esta todo bien. -mintió. -Te veo más tarde. -colgó sin esperar a que le respondiera.

Llego y recorrió los pasillos, tomo lo necesario y fue a ver a su hermana a la empresa.

-Tere. -sonrió cruzando la puerta.

-Hermana, pasa por favor. Que sorpresa.

-Lo sé. ¿Molesto?

-Jamás. Voy a pedir café. -levanto el teléfono.

Ordenó café y regreso a ella.

-¿El restaurante está cerrado?

-No, debo buscar un gerente. Tengo un par de entrevistas mañana.

-¿Y Bautista?

-De viaje. Se fue con la Marta.

-¿Harás las entrevistas con Javiera?

-No, sola. Javiera no tiene tiempo para eso. -admitió.

-¿Qué? Pero si es suyo también, tiene la misma responsabilidad que tú.

-Bueno pero no quiero molestarla, tiene su trabajo aparte y le quita mucho tiempo.

-Aún así hermana. O ¿pasa algo más?

CAPÍTULOS UNICOS // LA VIDA DESPUÉS DE CASADASTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon